Ordenación de siete diáconos permanentes en Jerez de la Frontera

«Cuando Dios te emplaza, por mucho que quieras escapar, quedas atrapado y caes en sus redes»

Monseñer Mazuelos les insta a servir al altar y al Evangelio con ejemplo de vida y de obediencia

"Cuando Dios te emplaza, por mucho que quieras escapar, quedas atrapado y caes en sus redes"
Momento de la ordenación de los nuevos diáconos en Jerez de la Frontera

El diaconado permanente es un ministerio que principalmente se basa en el servicio, que se pone de manifiesto por medio de tres ámbitos: la Palabra, la liturgia y la caridad

(José Gallardo).- El pasado 30 de junio se ordenaron en la catedral de Jerez de la Frontera siete diáconos permanentes. Tras el correspondiente periodo de formación, monseñor don José Mazuelos, obispo de la diócesis de Asidonia-Jerez, les impuso las manos y recibieron la sagrada orden.

En su homilía, don José insistió en la especial centralidad del servicio en el ministerio diaconal y cómo estos diáconos, desde su vida familiar y sus trabajos, están llamados a servir al altar y al Evangelio, con ejemplo de vida y de obediencia a la Iglesia diocesana.

Los ordenados procedían de parroquias de El Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera, Rota y Sanlúcar de Barrameda. A partir de ahora se irán incorporando a sus diversos ministerios según las necesidades diocesanas. Los diáconos ordenados son: José Manuel, Francisco, Agustín, Ricardo, Juan Luis, Antonio y José Luis y, en palabras de uno de ellos, «Cuando Dios te emplaza, por mucho que quieras escapar, quedas atrapado y tarde o temprano caes en sus redes«.

El diaconado permanente es un ministerio que principalmente se basa en el servicio, que se pone de manifiesto por medio de tres ámbitos: la Palabra (con el momento cumbre de la proclamación del Evangelio), la liturgia (ayudando a presbíteros y obispos en celebraciones litúrgicas, administrando los sacramentos del Bautismo y el Matrimonio, celebrando las exequias y llevando la comunión a los enfermos e impedidos) y la caridad, tanto a nivel parroquial como diocesano. Un diácono se incardina en una parroquia pero siempre está al servicio y le debe obediencia al ordinario del lugar y sus sucesores. San Juan Pablo II decía de este ministerio: «Esta es la esencia del diaconado al que habéis sido llamados: ser siervo de los misterios de Cristo y, al mismo tiempo, servidores de vuestros hermanos y hermanas«.

Los nuevos diáconos, con su obispo


La diócesis de Asidonia-Jerez cuenta, tras estas ordenaciones del pasado 30, con 19 diáconos permanentes que prestarán un servicio esencial en una diócesis que conjuga la presencia en grandes ciudades, como Jerez o El Puerto, o en pequeños núcleos dispersos por la Sierra de Grazalema, en el corazón de la provincia de Cádiz.

Monseñor Mazuelos destacó la numerosa presencia de miembros de la Compañía de Jesús que concelebraron en la eucaristía, ya que uno de los diáconos procede de la parroquia de los jesuitas de El Puerto.

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Los nuevos diáconos de Asidonia-Jerez lo celebran con sus familias

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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