Dejemos de tener leyes al vaivén de los cambios políticos. Dejemos que la enseñanza esté al margen de cuestiones políticas, enfrentamientos y demás. Buscamos una educación integral al servicio de los hombres y mujeres de nuestro tiempo
(Jesús Bastante).- La Conferencia Episcopal había convocado a primera hora de la mañana a los medios para un «canutazo» acerca de la primera reunión de la «Mesa Eclesial para el Diálogo Educativo«, en la que participarán los representantes de instituciones de la Iglesia católica implicadas en el campo de la educación, y que esta mañana debaten una posición común.
Sin embargo, el jefe de prensa de la CEE, Josetxo Vera, interrumpió una pregunta sobre si en dicha reunión se abordaría la enseñanza de la ideología de género y, en ese sentido, las protestas del autobús tránsfobo de HazteOír, retirado de la circulación por el Ayuntamiento de Madrid.
No hubo tiempo siquiera de terminar la pregunta, pues Vera reclamó al portavoz, José María Gil Tamayo, que dejó a los periodistas con la palabra en la boca. Tan sólo atinó a esbozar un «todas esas cosas me imagino que saldrán«, antes de salir de la sala de prensa.
El «canutazo», por tanto, sólo dejó los dos o tres mensajes que el portavoz quiso lanzar antes de la celebración de la reunión, en la que participarán representantes de los profesores, la escuela concertada y los padres de alumnos, además del presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez; el presidente de la Comisión de Enseñanza y Catequesis, César Franco; y el propio Gil Tamayo.
La situación de la clase de Religión y sus profesores y los centros concertados serán algunos de los temas del encuentro, los puntos claves que los obispos consideran vitales a la hora de apoyar un pacto educativo.
Después, los acuerdos alcanzados entre las instituciones católicas se trasladarán «a la Administración, a las subcomisiones del Congreso y Senado. Queremos que nuestra palabra llegue», apuntó el portavoz.
«Yo quisiera fijarme en la dimensión social», apuntó el secretario general de la CEE, quien apuntó que la Iglesia católica quiere ofrecer «un talante positivo, porque creemos que podemos aportar y vamos con el espíritu de sumar, escuchar y dialogar, porque nos jugamos algo tan importante como la educación de nuestros niños y jóvenes: en definitiva, estamos amasando el futuro».
«La Iglesia es una realidad que tiene una presencia muy fuerte en el ámbito educativo y cultural, está sirviendo a la sociedad en su misión evangelizadora y de servicio a la sociedad», proclamó el portavoz de la CEE, quien incidió en la «importancia de que estemos unidos, podamos concordar posturas, repartir trabajo, y mostrarnos como un cuerpo unitario, porque eso es lo que somos».
Gil Tamayo agradeció a los políticos «que hayan hecho caso a este empeño, que es un asunto social», y pidió que «dejemos de tener leyes al vaivén de los cambios políticos. Dejemos que la enseñanza esté al margen de cuestiones políticas, enfrentamientos y demás. Buscamos una educación integral al servicio de los hombres y mujeres de nuestro tiempo».
«Queremos escuchar qué piensan los sectores implicados», señaló Gil Tamayo, quien reivindicó la «sinodalidad» por la que apuesta el Papa Francisco, para «desde ahí salir al espacio público diciendo lo que pensamos». Sí quiso hacer hincapié en el caso de los profesores de Religión. «Son más de 25.000, que están día a día en el ámbito educativo, y hay que asegurar su marco de trabajo, e integrar esa asignatura en la escuela, desde una dimensión trascendente y confesional, lo pedimos para nosotros y para todas las confesiones«.