Marcado por el auge del 'gig economy'

Deusto acoge su XIV Foro de Empleo y Emprendimiento

Expertos denuncian que la tasa de desempleo juvenil sigue siendo muy superior a la del conjunto de la población

Deusto acoge su XIV Foro de Empleo y Emprendimiento
Foro de Empleo y Emprendimiento de la Universidad de Deusto

Las condiciones laborales de los jóvenes, retributivas y de estabilidad, no son suficientemente buenas, especialmente en los primeros empleos

(Universidad de Deusto).- Con un encuentro desayuno sobre Empleo Joven, el rector de la Universidad de Deusto José María Guibert y la Consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco Beatriz Artolazabal han inaugurado el XIV Foro de Empleo y Emprendimiento, organizado por la Universidad de Deusto. En este acto también ha participado la investigadora de Orkestra, Susana Franco, quien ha hablado sobre el futuro del empleo.

La relación de la formación universitaria de Deusto con las necesidades del mercado laboral es muy fuerte. Y de hecho, según ha explicado el rector José María Guibert, la Universidad analiza periódicamente la situación y reforma sus planes de estudios para responder adecuadamente a las demandas. Sobre la formación que ofrece la Universidad, el rector observa dos visiones contrapuestas: una optimista y otra más crítica o cuestionadora.

La visión optimista ve que la economía del futuro necesitará muchos graduados universitarios pues las necesidades de conocimiento en los puestos de trabajo aumentarán continua y constantemente. Es lo que se llama sociedad del conocimiento. En esta visión optimista, mejora la contribución de la universidad a la economía y a la sociedad. Y el trabajo de los graduados se percibe como de más estatus, más autónomo y de habilidades altas. El problema es que esta visión, a juicio del rector, está un poco idealizada.

Para él, la realidad es un poco más compleja. De hecho, considera que actualmente hay mucha incertidumbre sobre los sectores reales en donde terminan los graduados. No existen todavía muchos estudios y es un área en la que hay que seguir investigando. ¿Dónde terminan realmente? ¿Qué tipo de trabajos hacen? ¿Qué opinan los empleadores sobre los graduados? ¿Las competencias de los graduados son ciertamente útiles? ¿Qué competencias les faltan? Las respuestas no son fáciles. «Lo que está claro es que los contextos laborales son muy distintos, según sectores, departamentos, tipo de especialidad», ha expresado José María Guibert.

La Universidad tiene claro que se ha de adaptar a los puestos de trabajo pero, el rector Guibert también cree que estos puestos han de rediseñarse para aprovechar mejor la formación universitaria y mejorar la productividad en el trabajo. En el caso de Deusto, se han ampliado las propuestas formativas estos últimos años con nuevos grados y dobles grados, títulos propios, más ofertas de prácticas, más convenios internacionales, en varios idiomas, más formación continua. Y una nueva modalidad: la formación dual. Se están reformulando las competencias genéricas, que supondrá cambios en todos los grados. Deusto está haciendo un ejercicio muy alto de innovación y cambio. Pero también los empleadores también deberían pensar en aprovechar mejor lo que las universidades aportan. «Esta es una tarea conjunta a la que contribuyen jornadas como las de hoy», ha concluido.

Importantes oportunidades de empleo

En su conferencia «Expectativas laborales de la nueva juventud universitaria vasca», Beatriz Artolazabal, consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, ha señalado que «se van a producir importantes oportunidades de empleo, sobre todo por reemplazo generacional, que van a beneficiar a la población más joven. Casi todos los sectores tienden a un mayor empleo en los próximos 15 años, con un crecimiento neto medio acumulado del 12%«.

Ante el nuevo contexto en el que, según ha comentado, se va a desarrollar el empleo en Euskadi, «hoy nos encontramos ante una situación general del mercado de trabajo que ha mejorado de manera importante, aunque dentro del empleo juvenil todavía hay situaciones que mejorar como la temporalidad que sigue siendo elevada; el alto índice de parcialidad no deseada, de quienes trabajan a tiempo parcial pero desean la jornada completa, sobre todo a las mujeres y la ‘brecha de género’«.

Según Beatriz Artolazabal, «la mejora ha de incidir en el ámbito del empleo joven universitario ya que, además de estos problemas generales, presenta problemáticas específicas pues la transición del mundo educativo al mundo laboral no es fácil. A veces se produce un círculo vicioso de falta de experiencia debido a las pocas oportunidades de empleo y a la falta de experiencia». A su juicio «las condiciones laborales, retributivas y de estabilidad, no son suficientemente buenas, especialmente en los primeros empleos».

En su intervención, la consejera también ha recalcado que «el empleo cualificado va a seguir ganando peso dentro de nuestra estructura productiva lo cual es positivo para las personas con estudios universitarios, pero supone un elevado reto como país para aumentar la cualificación y, por tanto, la empleabilidad de aquellas personas con menores niveles educativos».

Beatriz Artolazabal ha recalcado la importancia del aprendizaje permanente y por ello, cree que hay que aprovechar sus oportunidades, tanto formales como informales-digitales. «Hemos de vivir los cambios con normalidad ya que van a ser cada vez más profundos y rápidos por lo que recomiendo desarrollar a tope las competencias personales: trabajo en equipo, creatividad, innovación, emprendimiento, idiomas,…en definitiva, trabajar nuestra marca personal para seguir creciendo en términos de productividad sostenible, bienestar y generación de valor».

Conferencia íntegra.


El futuro del empleo

En este encuentro inaugural también ha participado la investigadora de Orkestra Susana Franco quien ha hablado sobre el futuro del Empleo. Según ha señalado, la tasa de desempleo, tras haberse disparado durante la crisis, ha comenzado a descender en los últimos años, tanto para el conjunto de la población como para la juvenil (15-24 años). Aunque la evolución ha sido muy similar, la tasa de desempleo juvenil (20%) es muy superior a la del conjunto de la población (11%). Si bien, estos valores se acercan a los europeos, la tasa de actividad es muy inferior por lo que el porcentaje de jóvenes que no están ocupados es superior al de Europa. Para ella, se trata de jóvenes que quizá siguen formándose de manera voluntaria o forzosa ya que no encuentran un empleo.

La investigadora de Orkestra asegura que el nivel de estudios influye en la tasa de empleo/paro: «aunque el desempleo aumentó con la crisis en todos los niveles educativos, cuanto mayor es el nivel de ocupación, menor es el desempleo… Sin embargo, parte de esos empleados con educación superior están empleados en empleos de menor cualificación. Estamos, por tanto, ante un potencial talento desaprovechado«, ha explicado. Además, se observa que las personas jóvenes tienen una mayor proporción de contratos temporales, y a tiempo parcial, y menores salarios lo que supone mayor precariedad.

En un futuro en el que la población está cada vez más envejecida, con menor entrada de jóvenes en el mercado laboral, Susana Franco cree que las empresas van a tener que competir para atraer a esas personas jóvenes. También va a haber algunas profesiones que se van a demandar en mayor medida que otras y la forma de trabajar también va a cambiar. En este sentido, opina que se van a requerir perfiles y capacidades distintas: técnicos (ingenierías, etc.), pero también de carácter social (que no pueden ser reemplazados por robots), en la que se van a necesitar capacidades transversales (trabajo en equipo, liderazgo, idiomas…) y una mayor flexibilidad para realizar distintos tipos de tareas.

El futuro del trabajo también va a estar marcado por el auge de la «gig economy», un nuevo término para denominar modos de relación basadas en contratos temporales (por ejemplo de tipo «freelance») o a través de plataformas online (como Uber). Esto puede generar trabajo, pero también aumentar la inseguridad de las personas que se dedican a estas actividades porque disminuye su poder de negociación y genera un flujo inestable de ingresos.

Por último, Susana Franco ha indicado que la generación de empleo es una tarea colectiva en la que las personas jóvenes van a necesitar formarse no solo durante su etapa formativa, sino a lo largo de toda la vida. En cuanto a las empresas, van a tener que desarrollar estrategias para atraer, contratar y retener a las personas. Por su parte, la administraciones públicas han de seguir trabajando para conectar las políticas de empleo, competitividad, sociales y educativas de manera cada vez más eficiente.

Y por último, los agentes de conocimiento y específicamente las universidades tienen un doble papel. Por el lado de la investigación, se tienen que seguir realizando estudios que sean relevantes en este ámbito y en conexión con los distintos agentes (empresas, administraciones públicas, sociedad). Y por el lado de la formación, se tendrán que seguir adaptando sus currículos para conectarlos mejor a ese mercado laboral cambiante.

Presentación completa.

Más información www.forodeempleo.deusto.es.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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