No podemos consentir nunca algo que es verdaderamente horrendo y un crimen contra personas inocentes como niños
Juan Antonio Reig Plà acaba de cumplir un año y medio al frente de la Diócesis de Alcalá, y ha demostrado ser un hombre que habla claro. Aunque sea de asuntos delicados y espinosos para la propia Iglesia Católica. El prelado complutense aprovechó la presentación de la nueva página web del obispado para hablar de algunos temas de actualidad con diario de alcalá. Lo cuenta Diario de Alcalá.
– ¿Qué balance puede hacer después de un año y medio al frente de la Diócesis de Alcalá?
– Muy positivo. Estamos en una buena zona. Los sacerdotes son excelentes y mi trabajo lo veo recompensado todos los días con el cariño que me manifiesta la gente y por el trato que me dispensan.
– En Alcalá han resultado muy polémicas las declaraciones del líder de la comunidad islámica en el municipio, Abu Omar Hussein, justificando la lapidación…
– Ante estos hechos tenemos que dar a conocer una respuesta cristiana, la que dio Jesucristo cuando se le presentó una mujer a la que iban a lapidar. Jesucristo dijo: «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra«. Inmediatamente, todos se retiraron y Jesús le dijo a la mujer, con cariño: «Mujer nadie te ha condenado. Vete y no vuelvas a pecar más». Esa es la palabra que tiene la Iglesia.
– Hablando de polémicas. El año pasado la misa que ofició en Paracuellos del Jarama saltó a la actualidad nacional. ¿Volverá este año a oficiarla?
– A esa misa por los mártires religiosos, acudiré, como no, faltaría. Son más de 160 los beatificados enterrados en Paracuellos y la obligación de los obispos es ir a celebrarla y estar allí para darle gracias a Dios por estos testigos de la fe y, por tanto, evitando cuestiones de otra índole
– ¿Se negará a oficiar esa misa si en el altar se exhibe, como el año pasado, la bandera con el águila de San Juan?
– No habrá bandera.
– Alcalá también tiene sus propios mártires de la Guerra Civil, como el grupo de seminaristas cuya Causa de Martirio ha sido iniciada por el Cardenal Rouco Varela. ¿Es importante este hito para la Diócesis Complutense?
– Hay que saber apreciar, porque la Iglesia lo necesita, el testimonio de personas que, en el límite su amor y adhesión a Jesucristo, perdonaron a aquellos mismos que los mataban. Para nosotros es un estímulo porque eso es justo lo que da de sí el hecho del cristianismo. El mismo Jesús murió inocente, perdonando. Eso es para nosotros nuclear: difundir el evangelio incluso con el amor a los enemigos. En estas cosas debemos vivir una situación de serenidad en España, sin despreciar a ninguna de las personas.
– ¿Qué le han parecido las declaraciones del arzobispo de Bruselas, pidiendo que la justicia no se cebe con los sacerdotes culpables de pederastia?
– No las conozco, pero en este caso, la Iglesia tiene que ser muy recta y aceptar estos momentos en que puede ser purificada. No podemos consentir nunca algo que es verdaderamente horrendo y un crimen contra personas inocentes como niños. Es más, si se dan, hemos de buscar la purificación para que no se vuelva a dar, tanto en la educación de nuestros seminaristas como en la dignidad en la que tiene que vivir un sacerdote. La Iglesia no debe ser encubridora de ninguna situación que pueda dañar a las personas, no sería creíble. Si se dan esos hechos, debemos aceptarlos, con profundo dolor pero como una prueba que el señor nos pone para purificarnos.
– ¿Habrá novedades en la Semana Santa de 2011?
– Me están insistiendo en que sea yo el pregonero y tendré que decir que sí. En cuanto a lo demás, se están todos preocupando porque cada vez sea más digna nuestra celebración y nuestras procesiones. Yo estoy contento por el trabajo que esmeradamente están realizando a lo largo de todo el año.
– La semana pasada, Cáritas dio a conocer unos datos estremecedores sobre la asistencia a personas necesitadas por la crisis. ¿Cuál es la situación en Alcalá?
– En oda la Diócesis, la asistencia no sólo se ha incrementado, sino que casi se ha duplicado, en las parroquias y en los centros de acogida. La preocupación es grande, de tal manera que mi voluntad es que haya cada vez más horario de acogida y más personas dispuestas a ayudar. Nuestro delegado de Cáritas en la Diócesis se ve con necesidad de ayuda. Estas situaciones se dan ahora con más frecuencia en personas jóvenes que con las hipotecas tuvieron que empeñarse y que, ahora, sin trabajo no pueden hacer frente a esas cuestiones.