Hay un deber moral sobre el bien común de España para todos. Eso no quiere decir que se sacralice la unidad de España o la Constitución. Ya sabemos que España no está en el Evangelio
(Jesús Bastante).- El esperado documento sobre la crisis económica se vio oscurecido por las referencias que dicho texto lleva a cabo acerca de las propuestas independentistas planteadas desde Cataluña. Sin citar expresamente el caso catalán, la nota de la Permanente hace una «llamada a la responsabilidad respecto del bien común de toda España», frente a «políticas encaminadas a la desintegración unilateral de esta unidad» que «nos causan una gran inquietud«.
La nota «Ante la crisis, solidaridad» (aprobada sin ningún voto en contra por la Permanente, con 17 votos a favor y 4 abstenciones -los cuatro obispos catalanes: Sistach, Meneses, Taltatull y Piris-), que plantea al fin una propuesta de la Iglesia jerárquica española ante la difícil situación que viven millones de personas en toda España (parados, pobres, deshauciados, inmigrantes, empresarios y familias-, se ha visto ensombrecida por las referencias a la unidad de España. Aunque la nota evita deliberadamente cualquier referencia explícita a la situación en Cataluña, los obispos advierten que el creciente malestar «no debería ser alimentado como excusa para la promoción de ningún interés político o económico particular, a costa del interés general, tratando de aprovechar en beneficio propio el descontento o el sufrimiento de muchos».
Pese a que la nota reconoce «en principio, la legitimidad de las posturas nacionalistas verdaderamente cuidadosas del bien común» (como ya hacía la famosa Instrucción Pastoral de noviembre de 2006), añade que «hoy es necesario recordar» que «ninguno de los pueblos o regiones que forman parte del Estado español podría entenderse, tal y como es hoy, si no hubiera formado parte de la larga historia de unidad cultural y política de esa antigua nación que es España».
Por ello, «propuestas encaminadas a la desintegración unilateral de esta unidad nos causan una gran inquietud». Para los obispos, «se debe preservar el bien de la unidad, al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España».
¿Eran conscientes los obispos que incluir la referencia al nacionalismo haría pasar a un segundo plano las propuestas y respuestas, tan solicitadas desde distintos sectores sociales, respecto a la crisis? El portavoz episcopal, Juan Antonio Martínez Camino -duro y cortante como en otras ocasiones- lo tiene claro: «Se ha valorado, pero creemos que forma parte de la situación social, económica y política, que tiene muchos elementos íntimamente conexos. Esto no se refiere sólo a la cuestión de las finanzas o los desahucios, porque esos temas están relacionados con otros problemas políticos y económicos». Camino sí concedió que los obispos han hecho caso al clamor de la calle, aunque incidiendo en que «nosotros escuchamos todo. Los obispos están siempre a pie de calle posiblemente más que nadie de los que estamos aquí. Están en parroquias, en colegios, en fiestas locales, leen la prensa… Claro que saben que hay un run run en algunos sectores. Eso se conoce: luego hay que discernir qué significa». Eso sí: en su opinión, no se trataba de «una demanda generalizada, sino de ciertos sectores«.
Este punto le dio pie al obispo auxiliar de Madrid para negar que los obispos hayan estado «mudos» ante la crisis. «Es falso. Ha habido continuas cartas pastorales, gestos de obispos, Cáritas, religiosos, cofradías… La CEE en cuanto tal desde 2008 ha venido hablando de esto, ha hecho el gesto de una aportación a Cáritas, ha publicado una declaración en 2009…»
¿Por qué, entonces, esta nota? Camino leyó el punto cuatro de la declaración: «Tampoco se le oculta a nadie que la tensión social crece y que determinadas propuestas políticas han venido a añadir elementos de preocupación ya de por sí difíciles«.
A renglón seguido, negó que la nota contrapusiera «unidad y libertad«, y reiteró que la misma afirma que «propuestas políticas que pretendan romper unilateralmente la unidad de España causan inquietud a los obispos, porque esa posición no tiene en cuenta el conjunto del bien común». Para el portavoz, «la Iglesia no entra en cuestiones políticas ni de organización, pero sí hay unos elementos fundamentales, como valorar el bien de la unidad y de la libertad y el modo de proceder para preservarlo. En el modo de proceder hay unos criterios éticos, no vale todo. Lo que sí se dice es que acciones unilaterales no son moralmente aceptables».
«Hay un deber moral sobre el bien común de España para todos. Eso no quiere decir que se sacralice la unidad de España o la Constitución. Ya sabemos que España no está en el Evangelio, pero hay una Doctrina Social de la Iglesia que aplica criterios a las situaciones concretas».
En el turno de preguntas, el portavoz episcopal aprovechó para aclarar que «el Estado no hace ninguna asignación a la Iglesia, lo que hay es un pago a cuenta de lo que los españoles decidan darle a la Iglesia. Y si los españoles decidieran, Dios no lo quiera, darle menos, tendríamos que devolverle al Estado ese pago a cuenta. No es una partida de los Presupuestos Generales del Estado, está en una partida adicional. Es un pago a cuenta. Este pago a cuenta está invariado desde 2006, no ha sido aumentado, aunque lo que los españoles deciden asignar a la Iglesia sí que ha aumentado. No lo hemos pedido».
Sobre la homilía del obispo de Córdoba, en la que comparó el asesinato de los niños Ruth y José Bretón con el aborto, Camino recordó que «el Concilio Vaticano II dice que el aborto es un crimen abominable. Matar a un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral, y es un crimen abominable».
Finalmente, y sobre el Anteproyecto de reforma de Ley Educativa, el portavoz aclaró que «estamos en una fase de diálogo y de hablar», para lograr que «la enseñanza de la Religión en la escuela sea ofrecida en condiciones de igualdad y equiparable a las fundamentales. Estamos hablando», como prevén los Acuerdos Iglesia-Estado. «Tenemos cierta preocupación porque se encuentre esta fórmula. Y cuando sea el momento haremos nuestra valoración sobre la ley», concluyó.