La familia de la víctima acusa a los directivos de Gaztelueta de "vulnerar el principio de salvaguarda de la identidad de una víctima de acoso y abuso"
(José Manuel Vidal).- Las espadas siguen en todo lo alto en el supuesto caso de acoso y abuso en un centro de Bilbao. El colegio Gaztelueta, donde daba clases el supuesto profesor abusador, reprocha a los padres , en un segundo comunicado de su director Iñaki Cires, el que realicen sus «acusaciones en los medios» en vez de hacerlo en los tribunales. Los padres de la víctima responden que irán a la Justicia cuando el chaval pueda soportarlo, acusan al colegio de vulnerar el principio de salvaguarda de la identidad de la víctima y de querer convertir al verdugo en un «ser vulnerado e indefenso».
Colegio
El director de Gaztelueta comienza su segundo comunicado reiterando el «máximo interés del colegio en que se aclaren las acusaciones vertidas por la familia» y subrayando su actitud de «transparencia y colaboración con los organismos públicos competentes».
Familia
La familia, por su parte, reitera en que el comunicado del colegio está «plagado de falsedades y mentiras» y dice «a los señores Cires y Goyarrola que una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad». Esa actitud de «negar la verdad, tapar y esconder en aras de la imagen del colegio daña más el ya de por sí estado de gravedad de nuestro hijo».»Creemos que si de algo no debe presumir por simple decencia el señor Cires es de transparencia y colaboración, ya que nos consta que no abrió el protocolo exigido por Educación del Gobierno Vasco, además de no informarnos por escrito ni por otra vía, del avance de sus investigaciones
Colegio
En el segundo apartado de su comunicado, el colegio repite que, desde que tuvo conocimiento de los hechos, se puso en marcha «una investigación exhaustiva, de la que no se evidenciaron pruebas que refrendaran las acusaciones formuladas contra el profesor. No pudimos tomar ninguna medida de protección ni de atención al menor, por no encontrarse ya en el colegio».
Familia
«El colegio y en concreto el subdirector del mismo puso en boca de todos el nombre de nuestro hijo desde el minuto uno vulnerando el principio de salvaguarda de la identidad de una víctima de acoso y abuso. A día de hoy nos consta que nuestras identidades son conocidas por la totalidad de las familias y alumnos del colegio. Es curioso que los únicos nombres conocidos de esta historia sean los del menor víctima y los de su familia, sin que nosotros hayamos dado pistas al respecto. Cuando nos referimos a falta de protección, es obvio que nos
estamos refiriendo a esto, y no a una protección física, tal y como parece interpretar el señor Cires».
Colegio
«En relación a las implicaciones en el supuesto caso de abusos, el profesor negó rotundamente todas las acusaciones de abuso y de implicación en el supuesto bullying, y se mostró desde el primer momento dispuesto a intervenir en cualquier ámbito para dejar claros los hechos. Siguiendo un plan previsto con anterioridad a esas acusaciones, realizó durante el curso 2011-2012 un programa de formación en el extranjero, tal y como lo llevan haciendo otros profesores de Gaztelueta desde hace más de 10 años . A su vuelta, y a la vista de que estas circunstancias le producían una situación de vulnerabilidad e indefensión constante, comunicó a la dirección de este centro educativo la decisión de abandonar el colegio».
Familia
«Cires y Goyarrola mienten, ellos saben que el docente reconoció los hechos de los que se le acusa y en caso alguno se fue al extranjero siguiendo un plan previo de aprendizaje del inglés, sino que fue apartado por el centro de su actividad docente y desterrado al extranjero para «aprender inglés».
«Que nos parece repulsivo que conviertan al personaje del profesor en un ser vulnerado e indefenso, cuando nuestro hijo lleva ya año y medio sumido en un cuadro evidente de shock agudo de stress post traumático, recibiendo asistencia pedagógica domiciliaria por docentes del Gobierno Vasco y sin poder asistir a un aula. Respeto y dolor, señor Cires, se demuestran con hechos, y no en un trozo de papel intentando quedar bien no con nosotros, sino con el resto de alumnos y familias de Gaztelueta, en esa actitud que le está haciendo famoso y que es contraria a los principios cristianos de los que Gaztelueta tanto abunda en presumir»
Colegio
«Hasta ahora, la familia no ha querido presentar una denuncia en los tribunales correspondientes, sino que ha optado por realizar y mantener sus acusaciones en los medios de comunicación».
Familia
«Si no acudimos todavía a los Tribunales es por el estado de gravedad de nuestro hijo, incapaz de enfrentar un proceso judicial por estricta prescripción médica, ya que hacerlo podría suponer un retroceso en su estado que ya es suficientemente grave. Que siga insistiendo en ese «no querido» nos parece por su parte una muestra más de la inhumana y gélida condición humana de la que hace gala. Señor Cires no es un problema de falta de voluntad, es un problema de la salud de un menor, quebrada por la conducta inmoral e intolerable de «uno de los suyos».
Colegio
«Queremos manifestar nuestro respeto hacia la familia y al dolor que expresan en sus declaraciones, y al mismo tiempo mostrar nuestro desacuerdo con la pretensión de resolver este asunto en la opinión pública, y no en las instancias oficiales pertinentes».
Familia
«Respeto y dolor, señor Cires, se demuestran con hechos, y no en un trozo de papel intentando quedar bien no con nosotros, sino con el resto de alumnos y familias de Gaztelueta, en esa actitud que le está haciendo famoso y que es
contraria a los principios cristianos de los que Gaztelueta tanto abunda en presumir»
Comunicado de prensa. Colegio Gaztelueta.
Ante las informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación y relacionadas con las acusaciones de abusos por parte de un antiguo profesor a un antiguo alumno, la dirección del colegio Gaztelueta quiere expresar lo siguiente:
1. Como hemos manifestado desde el principio, el colegio tiene el máximo interés en que se aclaren las acusaciones vertidas por la familia, y nuestro compromiso en este sentido es total. Reiteramos, una vez más, que nuestra actitud ha sido y será siempre de transparencia y colaboración con los organismos públicos competentes. Estos días nos hemos puesto de nuevo a su disposición para todo lo que requieran.
2. Las primeras informaciones que recibimos por parte de los padres del menor fueron en junio de 2011, un año después de que el alumno abandonara el colegio. Se trataba de un posible caso de bullying de alumnos implicando también a un profesor, al que acusaban también de supuestos abusos. Le dimos toda la importancia que el tema requería, iniciando de inmediato una investigación exhaustiva, de la que no se evidenciaron pruebas que refrendaran las acusaciones formuladas contra el profesor. No pudimos tomar ninguna medida de protección ni de atención al menor, por no encontrarse ya en el colegio.
3. En relación a las implicaciones en el supuesto caso de abusos, el profesor negó rotundamente todas las acusaciones de abuso y de implicación en el supuesto bullying, y se mostró desde el primer momento dispuesto a intervenir en cualquier ámbito para dejar claros los hechos. Siguiendo un plan previsto con anterioridad a esas acusaciones, realizó durante el curso 2011-2012 un programa de formación en el extranjero, tal y como lo llevan haciendo otros profesores de Gaztelueta desde hace más de 10 años. A su vuelta, y a la vista de que estas circunstancias le producían una situación de vulnerabilidad e indefensión constante, comunicó a la dirección de este centro educativo la decisión de abandonar el colegio.
4. En octubre de 2011 los padres formularon una denuncia ante la Inspección de Educación del Gobierno Vasco, y se siguió un procedimiento en la Fiscalía de Menores, sin que hasta ahora tengamos conocimiento de que haya alguna resolución que diga que tales hechos sobre el profesor son ciertos. Las acusaciones de la familia han ido evolucionando con el tiempo y aumentado de gravedad. El colegio ha colaborado con la inspección de Educación en todo momento, cumpliendo las indicaciones realizadas por este órgano administrativo.
5. Hasta ahora, la familia no ha querido presentar una denuncia en los tribunales correspondientes, sino que ha optado por realizar y mantener sus acusaciones en los medios de comunicación. Queremos manifestar nuestro respeto hacia la familia y al dolor que expresan en sus declaraciones, y al mismo tiempo mostrar nuestro desacuerdo con la pretensión de resolver este asunto en la opinión pública, y no en las instancias oficiales pertinentes.
Iñaki Cires
Respuesta de la familia al segundo comunicado de Gaztelueta
«Respecto al último comunicado de Gaztelueta nos ratificamos palabra a palabra, frase a frase y línea por línea en nuestro comunicado y en los once puntos que lo forman»
«Afirmamos que el último comunicado de Gaztelueta no aporta novedad a su posicionamiento habitual desde que comenzó esta historia, y que está una vez más plagado de falsedades y mentiras»
«Cires y Goyarrola mienten, ellos saben que el docente reconoció los hechos de los que se le acusa y en caso alguno se fue al extranjero siguiendo un plan previo de aprendizaje del inglés, sino que fue apartado por el centro de su actividad docente y desterrado al extranjero para «aprender inglés».
«Que ante las insinuaciones que se desprenden del texto en relación a que aún no hayamos «querido» acudir al juzgado a presentar la correspondiente denuncia y en cambio si hayamos optado por acudir a los medios, es evidente que al Señor Cires al que presumimos autor del comunicado por cuanto al menos lo firma, debe tener una falta de comprensión lectora, ya que los motivos se citan con claridad meridiana en el comunicado que enviamos a los medios y se basan únicamente en el estado de gravedad de nuestro hijo, incapaz de enfrentar un proceso judicial por estricta prescripción médica, ya que hacerlo podría suponer un retroceso en su estado que ya es suficientemente grave. Que siga insistiendo en ese «no querido» nos parece por su parte una muestra más de la inhumana y gélida condición humana de la que hace gala. Señor Cires no es un problema de falta de voluntad, es un problema de la salud de un menor, quebrada por la conducta inmoral e intolerable de «uno de los suyos».
«Además no fuimos nosotros quienes acudimos a los medios, sino que fuimos contactados por ellos. Nosotros hemos denunciado este tema en las instancias oficiales, habida cuenta de su opacidad y su falta de colaboración con esta familia, y seguiremos haciéndolo tan pronto como nuestro hijo mejore de su gravedad y pueda afrontar un proceso judicial con las garantías exigibles»
«El colegio y en concreto el subdirector del mismo puso en boca de todos el nombre de nuestro hijo desde el minuto uno vulnerando el principio de salvaguarda de la identidad de una víctima de acoso y abuso. A día de hoy nos consta que nuestras identidades son conocidas por la totalidad de las familias y alumnos del colegio. Es curioso que los únicos nombres conocidos de esta historia sean los del menor víctima y los de su familia, sin que nosotros hayamos dado pistas al respecto. Cuando nos referimos a falta de protección, es obvio que nos estamos refiriendo a esto, y no a una protección física, tal y como parece interpretar el señor Cires.
«Creemos que si de algo no debe presumir por simple decencia el señor Cires es de transparencia y colaboración, ya que nos consta que no abrió el protocolo exigido por Educación del Gobierno Vasco, además de no informarnos por escrito ni por otra vía, del avance de sus investigaciones
«Que nos parece repulsivo que conviertan al personaje del profesor en un ser vulnerado e indefenso, cuando nuestro hijo lleva ya año y medio sumido en un cuadro evidente de shock agudo de stress post traumático, recibiendo asistencia pedagógica domiciliaria por docentes del Gobierno Vasco y sin poder asistir a un aula. Respeto y dolor, señor Cires, se demuestran con hechos, y no en un trozo de papel intentando quedar bien no con nosotros, sino con el resto de alumnos y familias de Gaztelueta, en esa actitud que le está haciendo famoso y que es contraria a los principios cristianos de los que Gaztelueta tanto abunda en presumir»
«Queremos decirles a los señores Cires y Goyarrola que una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad. Que dejen de una vez de mentir y que asuman todo aquello que nos transmitieron, por el bien de nuestro hijo. Su constante actitud negando la verdad, tapando y escondiendo en aras de «la imagen del colegio» daña más el ya de por sí estado de gravedad de nuestro hijo».