El Papa ha vivido con "sufrimiento" todo lo relacionado con el mayordomo y la revelación de documentos del Vaticano, pero ha aclarado que "no ha sido determinante"
(Rd/Agencias).- Las reacciones a la renuncia de Benedicto XVI no se han hecho esperar. A la espera de la rueda de prensa que esta tarde dará Antonio María Rouco en la sede de la Conferencia Episcopal, decenas de obispos españoles se ha apresurado a valorar el pontificado de Ratzinger. Estas son algunas de las principales declaraciones.
El obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, ha considerado que, tras el anuncio del Papa Benedicto XVI de su renuncia al cargo a partir del próximo 28 de febrero, es momento de agradecerle los «valiosos» servicios prestados y de unirse a él en la plegaria por la Iglesia.
En un comunicado, Asurmendi ha estimado que la decisión de Benedicto XVI es «un signo más de su fina sensibilidad en el ejercicio de la responsabilidad con que viene ejerciendo el ministerio para el que fue elegido en 2005″.
En este sentido, el obispo de la capital alavesa ha destacado que, por parte del Papa, la renuncia supone «saber adaptar las exigencias del gobierno de la Iglesia a las circunstancias de los tiempos».
El obispo de Segovia, Ángel Rubio, ha agradecido a Benedicto XVI su trabajo «riguroso» a lo largo de estos años y ha deseado que desde su retiro «pueda seguir orando por el bien de la Santa Iglesia de Dios», al tiempo que ha pedido que inspire el camino que la Iglesia debe seguir en estos tiempos.
El prelado, quien se ha reconocido «sorprendido» por el anuncio de su renuncia, ha manifestado a través de un comunicado que no le cabe duda de que Benedicto XVI lo ha pensado y reflexionado mucho y de que ha llegado a la conclusión de que ésta es la mejor decisión para la Iglesia.
Rubio ha incidido en su agradecimiento por algunas de las acciones que ha llevado a cabo en bien de la institución eclesiástica y de la sociedad, especialmente sus visitas a España y la declaración de San Juan de Ávila como doctor de la Iglesia.
«Todavía resuenan en nuestros oídos el saludo personal con nombres y apellidos que públicamente nos dirigió el Santo Padre a los peregrinos de Segovia en la audiencia general del día 9 de octubre de 2011», ha expresado.
El obispo ha explicado que se abrirá a partir del 28 de febrero, como el mismo Papa ha dicho, un periodo de sede vacante y que deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
«Confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice», ha concluido.
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge, ha destacado que «toca aceptar» la decisión de Benedicto XVI de renunciar a su Pontificado el próximo 28 de febrero. «A todos nos toca aceptar su decisión, respetarla y agradecer todo lo que ha hecho», ha resaltado en declaraciones a Europa Press.
Tras confesarse «sorprendido», el obispo de Mondoñedo-Ferrol ha señalado que le parece «un gesto muy significativo» el del Papa y ha subrayado que la Iglesia y en concreto su Diócesis y él mismo deben «agradecer su trabajo y magisterio en unos momentos difíciles como le ha tocado» afrontar.
«Creo que lo ha pensado detenidamente y es una decisión libre y en conciencia», ha opinado Sánchez Monge, antes de valorar una labor «ingente» y reconocer que Benedicto XVI comenzó su tarea con la salud «un tanto quebrantada desde que lo nombraron».
Sobre los antecedentes de una renuncia al Pontificado, indica que son «muy lejanos en el tiempo». «Me han hablado del siglo XIV, aunque todavía no lo he podido confirmar», apunta. «Estamos sorprendidos todos», ha admitido, antes de ahondar en que es preciso «entender que con sus fuerzas quebrantadas haya tenido que tomar esta decisión».
El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, ha aseverado que Benedicto XVI debe ser recordado «como el Papa pensador y reflexionador» que ha hecho «un gran bien a la Iglesia y a la Humanidad».
Martínez Sacristán, que ha reconocido estar «impresionado y afectado» por el anuncio que hoy ha hecho el Papa de poner fin a su ministerio el próximo 28 de febrero, ha aseverado que Benedicto XVI «tenía un pensamiento y una reflexión sobre la Iglesia y para la Iglesia de largo alcance» a lo que ha añadido que su mandato «ha sido corto pero intenso».
Asimismo, el obispo de Zamora ha destacado de Benedicto XVI que es un Papa «con un nivel de reflexión y pensamiento» que hay que agradecerle «porque es un gran pensador y una menta privilegiada» lo que, en sus palabras, hay que agradecérselo a Dios.
El obispo de Palencia, Monseñor Esteban Escudero, ha destacado hoy lunes en una comparecencia ante los medios de comunicación la «grandeza» de Benedicto XVI tras presentar su renuncia al «no sentirse con fuerzas físicas».
Escudero ha indicado al respecto que esta decisión, que «ha sorprendido a todos», no es un hecho muy habitual en los últimos siglos, pero que «tampoco ha sido algo extraordinario en la Iglesia» ya que han sido muchos los pontífices que han renunciado a su cargo, el último «Gregorio III el 9 de abril de 1378».
El Obispo de Palencia ha apuntado que a Benedicto XVI «le fallaban las fuerzas físicas» aunque intelectualmente esté muy bien, a lo que hay que sumar que «está muy enfermo del corazón» ha aseverado, lo que ha hecho que sus médicos les aconsejaran que no viajara tanto y que se hayan acortado las audiencias papales.
«Cuando uno no se siente con fuerzas físicas es un acto de grandeza reconocerlo» ha añadido el obispo de Palencia, al tiempo que ha alabado el Papado de Benedicto XVI, que ha calificado de «espléndido» en cuanto a las enseñanzas que ha dado.
En lo que se refiere a las causas que han llevado a su Santidad el Papa a renunciar, Monseñor Escudero ha manifestado que «los pontificados son complicados» y Benedicto XVI ha tenido que tomar durante el suyo «decisiones importantes».
Por último, ha deseado que el Papa que resulte elegido a partir del 28 de febrero, momento en el que tomará las riendas de la Iglesia el Cardenal Camarlengo quien convocará un nuevo Cónclave para elegir a su Santidad, «esté a la altura que ha dejado Benedicto XVI».
El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha expresado este lunes su «sorpresa» por la decisión adoptada por el papa Benedicto XVI de renunciar, pero ha reconocido que, aunque la determinación le deja «un poco triste por el aprecio» que le tiene «al Papa y a su aportación al servicio de la Iglesia», la comprende y no le extraña, «ya que lo había insinuado en alguna ocasión«, ha añadido.
Además, según ha informado el Obispado en una nota, Vilaplana ha señalado que «conociendo su sensibilidad intelectual y, como el mismo Papa dice en su comunicado («después de haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios»), es un acto cargado de humildad».
José Vilaplana ha resaltado, precisamente, «esta virtud del Sumo Pontífice, como tuvo ocasión de experimentar en sus encuentros personales con él desde su etapa de cardenal, virtud que ha atravesado todo su pontificado, cuyas primeras palabras fueron: ‘o soy más que un humilde servidor de la viña del Señor'».
El obispo ha llamado a los fieles de la Diócesis de Huelva a la oración agradecida por el servicio que ha prestado a la Iglesia y que ya comenzó en edad de jubilación, «dato que aún hace más reconocible esa entrega». También alienta a que se pida «al Espíritu Santo para que siga iluminando a toda la Iglesia y, especialmente, para que el nuevo Obispo de Roma siga fiel a esta necesaria labor del ministerio petrino»
El obispado de Ciudad Real, Antonio Algora, ha acogido con «sorpresa» la renuncia de Benedicto XVI a su Pontificado a partir del 28 de febrero y ha asegurado que esta decisión es señal de su «humildad» y de su «sentido común«.
En declaraciones a Efe, el obispo ha reconocido que la noticia ha sido recibida con «sorpresa» y «respeto», pero a la vez ha explicado que esta renuncia entraba dentro de lo «posible» por ser un papa con «gran sentido común y abierto a la modernidad».
En este sentido, Algora ha opinado que esta decisión inusual en la historia de la Iglesia genera «confianza» por provenir de un papa «intelectual» y «coherente» al que no le ha importado «los precedentes a la hora de no sentirse capacitado para conducir a la Iglesia del siglo XXI por falta de fuerzas».
«Eso denota un gran sentido común», ha reiterado el obispo ciudadrealeño.
Para los fieles de la Diócesis de Ciudad Real será el papa que declaró Doctor de la Iglesia a san Juan de Ávila tan sólo hace unos meses y que además enlazó ese momento con la apertura del Año de la Fe y del Sínodo de los Obispos para la Nueva Evangelización: «Siento un agradecimiento enorme al Papa por incluir a Ciudad Real dentro de este gran momento de la historia de la Iglesia», ha dicho.
Sobre su figura, el obispo de Ciudad Real ha destacado su valentía para afrontar los retos de la modernidad al mirar, según Algora, «cara a cara a la razón desde la fe» y que gracias a su intelecto «dominaba la razón para hacerla dialogar con la fe».
El prelado además ha subrayado el «trato cercano» y la «sencillez de Benedicto XVI con todo el mundo a la vez que ha subrayado su inteligencia «preclara» en todos los discursos, homilías, libros y encíclicas que ha publicado durante los casi siete años del pontificado.
En sentido, también ha indicado que esta renuncia habla «más de su forma de ser» que de «presiones externas».
A juicio de Algora, Benedicto XVI habrá «valorado en su conjunto todas las circunstancias al haber reconocido que no puede conducir a la Iglesia del siglo XXI sólo con obras y palabras».
Para el prelado ciudadrealeño, el Papa ha vivido con «sufrimiento» todo lo relacionado con el mayordomo y la revelación de documentos del Vaticano, pero ha aclarado que «no ha sido determinante» para tomar una decisión que ha calificado de «histórica dentro de la gran historia» de la Iglesia.
Sobre posibles candidatos a ocupar el sillón de San Pedro, Algora no es partidario de hacer hipótesis ni cábalas pues a su juicio el próximo Papa será «el mejor, sea quien sea para los más de 1.200 millones de católicos de todo el mundo».
El obispo de la Diócesis Nivariense de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha afirmado este lunes que la renuncia del papa, Benedicto XVI, le ha cogido «por sorpresa», si bien ha reconocido que es un acto de «libertad y amor» a la Iglesia.
Álvarez ha señalado, en una nota, que su decisión es un ejercicio de «responsabilidad» y «valentía» porque su salud y sus propias fuerzas «no le permiten continuar», y ha valorado su «sacrificio» y su «deseo de servir» a la hora de ejercer su pontificado.
«Ahora todos debemos encomendar la Iglesia al Señor. Lo que nos queda a partir del 28 de febrero, cuando la Sede quede Vacante, será rezar a Dios y a la Virgen para que los cardenales, a la hora de elegir al nuevo Papa, sean guiados por el Espíritu Santo por el bien de la Iglesia», ha comentado.
El obispo ha invitado también a todos los diocesanos a que den gracias por el ministerio del Papa Benedicto XVI y que, al mismo tiempo, encomienden al Señor «al nuevo sucesor de Pedro que salga elegido».
El obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, ha afirmado que la decisión de Benedicto XVI de renunciar a su Pontificado ha estado «muy pensada, muy meditada» y aunque reconoce que será «dolorosa para nosotros», pone de manifiesto que ha sido «valiente porque ha reconocido su estado en este momento».
Así se ha expresado Lorca Planes en una rueda de prensa que ha ofrecido para valorar la decisión del Papa, siendo sus primeras palabras de sorpresa por este acontecimiento, que ha calificado de «histórico», pudiendo estar dentro «de los planes de Dios».
Tras dejar claro que ahora «no es un momento de desconcierto, ya que las cosas en la Iglesia están absolutamente bien orientadas«, ha pedido que se rece por el sucesor.
Lorca Planes ha valorado las razones que el PP ha expresado en su comunicado, destacando que «no ha sido un efecto de un momento concreto, sino algo muy pensado, valorado por él, que lo ha examinado ante Dios con conciencia y eso quiere decir que le ha dado muchas vueltas y que ha sido realista y humilde».
Asimismo, ha asegurado que el Papa «no tiene ni un minuto para sí y para descansar como cualquier persona porque toda su vida en su circunstancias y con sus años la tiene dedicada totalmente al bien de las almas».
Por ello, ha insistido en que las razones «están absolutamente claras» y considera «valiente» al mismo tiempo la decisión de que se vaya a retirar a un monasterio para orar.
En cuanto a las consecuencias que se producen tras esta decisión, el obispo de la Diócesis de Cartagena ha explicado que la sede «queda vacante a partir del día 28, a las 20.00 horas», una situación que, según ha reconocido Lorca Planes, «no estamos muy acostumbrados, aunque se dieron casos en siglos pasados».
No obstante, ha reiterado que «no nos quedamos huérfanos ni nos vamos a quedar a partir del día 28, a las 20.00 horas, al aire, porque Dios es el que lleva la historia, el que ha permitido estas cosas y el que pondrá remedio».
Lorca Planes también ha descrito la figura de Benedicto XVI, a quien ha definido como «un punto de referencia extraordinaria, como lo fue Juan Pablo II en su época, pero especialmente este Papa por su magisterio, su amor a la Iglesia, por la entrega a su palabra». «Un hombre intelectualmente muy serio, que ha ayudado a todos y especialmente su palabra y magisterio será un tesoro para la iglesia», ha indicado.
Para concluir, se ha referido a Benedicto XVI como «un gran teólogo reconocido por todo el mundo, intelectual, el Papa que nos ha hablado a grandes gritos no solo desde las condiciones de un teólogo que reflexiona desde el mundo de las ideas, sino que ha pisado tierra y nos ha indicado que el estilo de un cristiano y de la iglesia no puede ser otro que el amor».