Los fundamentos morales de la democracia son la unión moral del pueblo, la visión del bien del país como proyecto y el diálogo como método
(José Manuel Vidal).- Monseñor Mario Toso es el secretario del Pontificio Consejo «Justicia y Paz» del Vaticano. De visita en España para participar en el Congreso sobre Doctrina Social de la Iglesia, afirma que «es necesario reformar los partidos, que están cerrados de manera autorreferencial». También asegura que «necesitamos nuevas clases dirigentes, que estén preparadas profesional, pero también moralmente».
En el salón de grados de la Pontificia de Salamanca en Madrid, en el Instituto de Pastoral, Monseñor Toso finaliza opinando que «los nuevos aires que vienen con el nuevo Papa son aires muy oportunos y muy necesarios».
Ha intervenido usted en la inauguración del Congreso, con una ponencia titulada «Los fundamentos morales de la democracia». ¿Se pueden sintetizar esos fundamentos?
Creo que sí. El problema es que hoy la democracia está en crisis, y es una crisis no sólo de reglas y procedimientos, sino también es sobre todo una crisis ética. Por lo tanto, sería necesario reapropiarse de los fundamentos morales de la democracia, que son la unión moral del pueblo, la visión del bien del país como proyecto, y el diálogo como método. Se trata de tener una serie de valores comunes, y para ello es necesario el diálogo continuo hacia una visión de bien común realista. Es por ello que hoy se hace necesario reformar los partidos, que están cerrados de manera autorreferencial. Los partidos tienen que ser de nuevo puente de comunicación entre la sociedad civil y las instituciones públicas. Y por último, también es necesario abrir la democracia hacia una forma participativa y más social.
¿Serían positivas, en esa reforma de los partidos de la que habla, las listas abiertas?
La reforma de los partidos debe empezar porque haya más democracia interna. Éste es el principal problema hoy, porque los partidos son ahora instituciones verticalistas, que no tienen unión con la sociedad civil. Es necesario abrir nuevamente los partidos a la comunicación con la sociedad civil.
¿Se trataría, en el fondo, de una especie de regeneración de la democracia a través de los valores morales de la Doctrina Social de la Iglesia?
Claro. La rehabilitación de la democracia tiene que venir sobre todo desde abajo. Es necesario un proceso de reorganización de la sociedad civil. Hacen falta movimientos culturales que trabajen alrededor de un nuevo proyecto político, donde la economía no esté al servicio de la ganancia a corto plazo, sino al servicio del bien común, de las familias y de los trabajadores.
¿La corrupción está lastrando a las democracias, además de a los partidos políticos en concreto?
La corrupción es una mala realidad. Hoy necesitamos nuevas clases dirigentes, que estén preparadas profesionalmente, pero también moralmente. Que tengan una visión de la realidad del país y que sean testigos de transparencia.
¿Políticos honrados?
Eso es.
¿Cómo percibe la situación actual, con el posible ataque a Siria y la voz del Papa pidiendo insistentemente que se detenga la guerra?
Ha nacido un gran movimiento transreligioso y transnacional que está impulsando la paz. Creo que la vía no es la intervención armada, sino el diálogo y la reconstrucción nacional de Siria, que era un país pacífico y armonioso donde convivían varias religiones y culturas.
¿Puede que Obama reflexione? ¿Cree usted que se puede parar la intervención, o sería un milagro?
No sé si será posible, pero es lo que esperamos cuando oramos. Ésa es la esperanza que tenemos.
¿Se está definiendo el Papa Francisco como el Papa de los pobres, de la justicia, y también de la paz? ¿Cree que, de cara a la reforma de la curia, eso va a tener especial importancia?
Creo que sí. La reforma de la curia está empezando. El próximo octubre será la reunión de los ocho comisarios que ayudarán al Papa con la reforma, y será entonces cuando sepamos las principales líneas de la misma.
¿Justicia y Paz saldrá reforzada?
Pienso que sí, pero estamos esperando.
¿Qué se oye en Roma sobre la Iglesia española?
Me parece que en estos momentos la Iglesia española está trabajando seriamente, sobre todo en el plano pastoral, y también en el nivel cultural, impulsando las universidades católicas, movimientos y organizaciones. Esta etapa pide gran compromiso social por parte de la Conferencia Episcopal, de sus recursos y sus competencias.
¿Sigue en pie la ilusión por el nuevo Papa y los nuevos aires en Roma?
Los nuevos aires que vienen con el nuevo Papa son aires muy oportunos y muy necesarios. La Iglesia está trabajando en el espíritu de continuidad y de renovación. Ésta última es necesaria hoy sobre todo para el impulso por una Nueva Evangelización, una fe profunda que demuestren los católicos comprometidos con la sociedad y desde las instituciones públicas.
Algunos titulares
El problema es que hoy la democracia está en una crisis sobre todo ética
Los fundamentos morales de la democracia son la unión moral del pueblo, la visión del bien del país como proyecto y el diálogo como método
Es necesario reformar los partidos, que están cerrados de manera autorreferencial
Los partidos tienen que ser de nuevo puente de comunicación entre la sociedad civil y las instituciones públicas
Los partidos se han convertido en instituciones verticalistas
Hace falta un nuevo proyecto político, donde la economía no esté al servicio de la ganancia a corto plazo, sino al servicio del bien común
Necesitamos nuevas clases dirigentes, que estén preparadas profesional, pero también moralmente
Ha nacido un gran movimiento transreligioso y transnacional que está impulsando la paz
Los nuevos aires que vienen con el nuevo Papa son aires muy oportunos y muy necesarios