El obispo de Bilbao ha destacado que la Iglesia vizcaína se autofinancia en un 83%. "El 75% de los ingresos provienen de donativos, algo más de 22 millones de euros", ha detallado
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha afirmado que el título del libro ‘Cásate y sé sumisa‘, publicado por la diócesis de Granada, «no refleja lo que piensa la Iglesia» en torno al matrimonio, y considera que tiene un título «provocador» y «desafortunado» porque «induce al error».
‘Cásate y sé sumisa’ es una traducción de un libro escrito por una periodista italiana, Constanza Miriano, que ha sido un best seller en su país, y que la editorial Nuevo Inicio, que depende de la diócesis de Cartagena, ha publicado recientemente.
En una rueda de prensa en Bilbao para presentar la actividad del Día de la Iglesia Diocesana, que tendrá lugar este domingo, y a preguntas de los periodistas, Iceta ha puntualizado que no conoce más que el título de la obra, no su contenido, y ha criticado que el título esté en imperativo -‘Cásate y sé sumisa’-.
«El matrimonio no es fruto de un imperativo, sino de un exquisito acto de libertad, que responde a una vocación, y la Iglesia no cree que sea un acto imperativo», ha argumentado, antes de añadir que la palabra ‘sumisión’ es «el sometimiento de alguien a otra persona», algo con lo que, en el ámbito del matrimonio, el obispo no puede estar «más en desacuerdo».
Asimismo, Iceta ha remarcado que, para la Iglesia, tanto el hombre como la mujer cuentan con «la misma dignidad» en el matrimonio, que se basa en una relación «de respeto, reciprocidad y complementariedad» dentro de un «proyecto compartido» en el que «uno y otro construyen el amor».
«Por esta y otras razones, decir que el título ‘Cásate y sé sumisa’ refleja lo que piensa la Iglesia, yo digo que no es así», ha remarcado, antes de añadir que la institución eclesiástica tiene una «doctrina exquisita y muy hermosa» sobre lo que es el matrimonio.
A su entender, la obra cuenta con un título «provocativo» que «por desgracia induce al error», si bien ha insistido en que no conoce el contenido del libro.
La Diócesis de Bilbao se ha mostrado a favor de que las víctimas de abusos policiales ofrezcan su testimonio en las aulas de los colegios de Euskadi, tal y como contempla el Plan de Paz y Convivencia elaborado por el Gobierno vasco. Además, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha afirmado que no ha habido «ninguna solicitud» a la Iglesia en torno al papel que pueda jugar en torno a la paz y la reconciliación, en un contexto sin la violencia de ETA.
Iceta ha ofrecido su «apoyo y colaboración» a la labor realizada por las instituciones en el ámbito de la educación, y ha recordado que estas acciones «se han hecho y se seguirán haciendo» en los centros de la Diócesis. «Estamos de acuerdo», ha explicitado.
Además, el obispo ha revelado que a la Iglesia no se le ha hecho «ninguna solicitud» en torno al papel que pueda jugar la institución eclesiástica como «punto de encuentro» tras el anuncio de ETA de su abandono de la lucha armada, hace ahora más de dos años.
En este sentido, Iceta ha distinguido entre el «papel» de cada una de las instituciones al afirmar que «una cosa es el ámbito de las administraciones, el judicial o de las diferentes asociaciones, y otro caso es el de la Iglesia». «Hay que saber diferenciar cuál es el ámbito de cada institución, porque el de la Iglesia no es el mismo que el de otras instituciones o colectivos», ha remarcado.
Igualmente, ha señalado que, mientras la sociedad «está avanzando por superar toda esta dificultad que hemos tenido con respecto a la paz y la reconciliación», ha recordado que una de las obligaciones de la Iglesia es «favorecer e impulsar valores y actitudes para conformar una realidad estable y duradera de reconciliación«.
Así, el obispo ha informado de que el Consejo Pastoral Diocesano, donde están representados todos los estamentos y territorios de la Diócesis, ha estado trabajando los dos últimos años para identificar cuáles son las «líneas» por las que la Iglesia Diocesana debe caminar, y a consecuencia del cual ha alumbrado un documento.
En concreto, el texto habla de diferentes acciones, como la elaboración de un itinerario para «celebrar la reconciliación», así como mostrar la comunidad cristiana como «lugar de memoria y esperanza» para las víctimas de la violencia.
En el ámbito educativo, el documento recoge la inclusión de la deslegitimación de la violencia como «eje transversal» en la acción educativa y formativa, junto al impulso de «valores y actitudes» para «hacer realidad» la reconciliación.
El trabajo elaborado por el Consejo Pastoral Diocesano también apuesta por una convivencia pacífica basada en la «educación en la fraternidad y en el perdón», además de impulsar la Comisión de Paz y Reconciliación, y promover encuentros de reflexión en torno a ella.
Respecto a la Comisión, Iceta ha señalado que, tras recibir el documento de la Pastoral este pasado verano, la Diócesis bilbaína está actualmente buscando a las personas que llevarán adelante esta tarea, si bien «aún no está nada perfilado».
Por último, el documento aboga por reforzar el compromiso de los cristianos «en las mediaciones socio-políticas», es decir, «estar presente» en los espacios en los que se impulsan estas acciones, y colaborar en la propuestas de las instituciones sen favor de la paz y reconciliación y en torno a las iniciativas de reconocimiento al daño causado a las víctimas de la violencia.
«El colchón familiar se está resquebrajando», ha advertido el obispo de Bilbao, Mario Iceta, que esta mañana ha repasado algunos datos de la iglesia vizcaína en una comparecencia ante los medios.
Iceta ha destacado la labor de Cáritas, que mantiene la tendencia de 2012 y está previsto que para finales de año haya atentido a unas 13.000 personas en toda la provincia. En los últimos tiempos, la organización ha detectado un aumento de la cronicidad. «Un 30% de las personas a las que atendemos necesitan ayuda desde hace 3 o 4 años«. La mayoría, familias con todos sus miembros en paro y sin ninguna ayuda pública. Además, ha apuntado el obispo, la ayuda de la red familiar, como las pensiones de los abuelos, que tan importante han sido en estos años de crisis, empieza a no ser suficiente.
El obispo de Bilbao ha destacado que la Iglesia vizcaína se autofinancia en un 83%. «El 75% de los ingresos provienen de donativos, algo más de 22 millones de euros», ha detallado. «Tres millones de euros provienen de la casilla de la Iglesia de la declarción de la renta». De todos sus ingresos, la iglesia destina un 40% a la labor caritativa y misionera.
(Rd/Ep)