Exposición sobre Rovirosa: Del 6 al 9 de marzo, en la parroquia Dulce Nombre de María, en la calle San Forencio 1, metro Puente de Vallecas (Madrid) en horario de 18 a 21 horas.
(HOAC)- El próximo domingo 9 de marzo, a las 12,00 del mediodía, la Catedral de la Almudena acogerá una Eucaristía de Acción de Gracias con motivo del 50 Aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa, presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid, don Antonio Mª Rouco Varela.
Éste será el acto central de las actividades que se vienen desarrollando en toda España para agradecer a Dios y difundir la figura de este ‘apóstol de la clase obrera’, promotor y primer militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), movimiento apostólico de la Iglesia española creado en el año 1946 y cuyos militantes están comprometidos en numerosas realidades del mundo obrero y del trabajo.
A partir de las 15,30 horas, en el Salón de Actos del citado colegio, comenzará otro momento especial bajo el título «Una tarde con Rovirosa», que incluirá una proyección audiovisual sobre el 50 Aniversario de su muerte, la comunicación de diversos testimonios sobre su figura, la lectura de algunos de sus textos y una presentación escénica que llevará por título «Ahora más que nunca».
Asimismo, del 6 al 9 de marzo, en la parroquia Dulce Nombre de María, en la calle San Forencio 1, metro Puente de Vallecas (Madrid), permanecerá abierta, en horario de 18,00 a 21,00 horas, una exposición dedicada a la fructífera trayectoria de este ingeniero entregado en cuerpo y alma al apostolado obrero de su época, hoy reconocido como «Siervo de Dios» y en proceso de canonización.
¿QUIÉN FUE GUILLERMO ROVIROSA?
Guillermo Rovirosa fue un hombre orginal, auténtico y entusiasta. Con una educación científico-técnica, de la que nunca abjuró, abrazó con todas sus consecuencias la causa de Jesús de Nazaret. A pesar de su profesión de ingenierio, pasaba por ser un obrero pobre más. Para ciertos sectores de la Iglesia de la época estaba demasiado volcado en lo social y simpatizaba con el comunismo. Para los opositores al régimen, era un obstáculo ante sus planes de hacer la revolución violenta.
Fue presidente del Comité Obrero de su empresa, por lo que, acabada la Guerra Civil, pasó once meses en la cárcel. En 1946 recibió el encargo de la Iglesia de crear una organización católica dirigida al mundo obrero, la HOAC. Fundó el periódico «¡Tú!», que llegó a alcanzar una tirada de 45.000 ejemplares y que dejó de publicarse en 1951, antes que pasar la censura franquista.
En compañía del sacerdote Tomás Malagón, optó por volcarse en la formación de
militantes cristianos obreros, capaces de participar en la vida social desde su absoluta fidelidad al Evangelio. En 1957, sufrió la amputación de un pie, tras un accidente de tranvía y se retiró al monasterio de Monserrat, donde mantuvo una frenética
actividad intelectual y espiritual que se plasmó en una abundante correspondencia postal y en penetrantes ensayos sociales y religiosos.
En los últimos años de su vida, aceptó volver a Madrid para presidir la editorial ZYX, donde publicó su obra «¿De quién es la empresa?».
Murió el 27 de febrero de 1964.
HITOS EN LA VIDA DE GUILLERMO ROVIROSA
1897 Guillermo Rovirosa Albet (Vilanova i la Geltrú) nace en una familia acomodada. Estudió en los Escolapios y luego en la Universidad Industrial de Barcelona, donde cursó Industria Eléctrica y Mecánica Aplicada.
1922 «Me casé con una mujer que no me merecía».
1932 «Iba distraídamente por las calles de París cuando me llamó la atención ver a una gran muchedumbre ante la Iglesia de San José (el cardenal Verdier estaba predicando). Lo único que pesqué fue: «El cristiano es un especialista en Cristo».
1933 En la Navidad hace su segunda Primera Comunión. Trabaja en Rifá Anglada, en Madrid.
1936 Es elegido presidente del Comité Obrero de su empresa. Instala una capilla clandestina en su casa. Devora los libros de Fomento Social, de los Jesuitas.
1939 Comienza a trabajar en el Instituto Llorente. Acaba detenido por haber sido presidente del Comité Obrero. Fue condenado a varios años. Sólo cumpliría once meses.
1940 Ingresa en Acción Católica, participa en la Parroquia
de San Marcos, en Vallecas.
1946 Le piden que ponga en marcha la HOAC. Organiza la primera Semana Nacional de la HOAC y lanza el periódico «¡Tú!».
1948 A los 100 años del «Manifiesto Comunista», planea publicar el «Manifiesto Comunitarista», que no ve entonces la luz.
1950 Eugenio Merino es nombrado Consiliario de la HOAC.
1951 La Comisión Nacional de la HOAC opta por suspender
la publicación del «¡Tú!», antes que tener que pasar la censura gubernamental.
1953 Rovirosa propone a Tomás Malagón como Consiliario de la Comisión Nacional. Nace así una fructífera relación, serán «un alma en dos cuerpos».
1957 Es apartado de la actividad pública de la HOAC por orden de la jerarquía eclesiástica. Pasa largas temporadas en Montserrat. Sufre un accidente de un tranvía y pierde un pie. 1959 Publica «Cooperatismo integral», que se distribuye a un grupo reducido de colaboradores.
1960 Publica «El primer santo cristiano: Dimas el ladrón» y «El primer traidor cristiano Judas de Keriot el Apóstol», en edición ciclostil.
1964 Muere a consecuencia de una embolia cerebral, tras haber publicado «¿De quién es la empresa?», en la recién creada editorial ZYX.
¿QUÉ HAN DICHO DE ROVIROSA?
«Un título con el que Rovirosa quiso definir su personalidad apostólica es el de «entusiasta». Es sin duda un rasgo natural de su temperamento, pero su conversión a Jesucristo lo purificó y lo potenció impulsando magníficamente su servicio al Evangelio. Reconocerlo en la Iglesia, estoy seguro, será un gran beneficio
para todos». Antonio Mária Rouco Varela, Cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española.
«Rovirosa es un hombre de Evangelio y la alegría que aparece desde el momento que comienza su conversión la quiero ver expresada en la vida de los militantes de la HOAC que he conocido y en esas primeras palabras de la Exhortación del Papa: «La alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús»». Antonio Algora, Obispo de Ciudad Real y responsable de Pastoral Obrera.
«Tengo su imagen en la mente y en el corazón como la de un laico cristianamente apasionado por la causa obrera, enamoradísimo de Jesucristo, hombre de frontera en el diálogo de la Iglesia con el mundo,
entusiasta y esperanzado siempre, contagiador». Pedro Casaldáliga, obispo de Sao Felix de Araguaia.
«Creo que nos faltó coraje y visión de futuro en este problema. Muchos de los militantes y hasta dirigentes de la HOAC, viéndose imposibilitados, por la persecución del Gobierno y por la débil defensa de la jerarquía, de defender los derechos que ellos consideraban sagrados de la clase obrera -no puede negarse que prácticamente los obreros no tenían audiencia en aquella sociedad capitalista- se vieron casi obligados a ingresar en organizaciones sindicales o políticas clandestinas para preparar desde la
sombra el futuro». Vicente Enrique y Tarancón, Cardenal Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española de 1971 a 1981.«Rovirosa, desde su experiencia mística de converso, aportaba intuiciones geniales, problemas, dificultades, interrogantes sacados de la vida, de los obreros no cristianos, de los militantes». Nicolás Castellanos, Obispo Emérito de Palencia.
«¡Qué hombre gigante fue en todo sentido! Fue un innovador, un precursor. Por mi parte no rezo por él, sino que le rezo a él y le imploro protección. Hará milagros». Luis Madina, fundador de la Ciudad de los Muchachos. «Rovirosa es sobre todo una «persona auténtica» y «coherente» que se entregó, sin ahorrar esfuerzos ni hacer cálculos mundanos, por llevar a la práctica su ideal cristiano entre los trabajadores empobrecidos». Alfonso Alcaide, militante de la HOAC de Sevilla.
«Ante la quimera de «salvar al mundo» que tantos activistas han practicado, quedándose al final en palabras o frustraciones, Rovirosa propone actuar en lo cercano: «No te empeñes en salvar al pueblo, pues eso no lo ha conseguido ni el mismísimo Jesucristo. Pero en cambio, sí puedes ser instrumento de Dios para ayudar a salvar algunas personas. Las que cuando tengan tu espíritu podrán ser instrumentos de Dios para salvar a otras personas…». Loles Gambín, militante de la HOAC de Alicante.
«Es necesario mantener ese espíritu innovador, esa intuición, esa interpretación de los signos de los tiempos, de aceptar las dificultades como oportunidades para retomar el camino que Dios quiere que sigamos; buscar siempre la comunión con el mundo obrero y con la Iglesia, por muchos sinsabores e incomprensiones que eso nos aporte». Pino Trejo, militante de la HOAC de Canarias.
CANONIZACIÓN
El proceso de canonización se inició en Madrid el 8 de julio de 2003. Más de 40 testigos han relatado «lo que habían visto y oído», cómo les había impactado e influenciado en su vida el contacto con él. A su testimonio se ha unido el conjunto de los escritos del propio Rovirosa.
La comisión histórica que ha investigado archivos y recogido la documentación necesaria está acabando su informe. Todo ello será trasladado a Roma para su estudio y valoración.
«Durante estos años su persona y su obra se han difundido ampliamente. Y es de resaltar que quienes, sin haberlo conocido antes, se han adentrado ahora en su biografía y en sus planteamientos, en toda su aventura personal, quedan «tocados» por la singularidad y actualidad de este hombre, quizá por lo auténtico de su empeño. Y no es el menor servicio que Rovirosa nos presta el ayudarnos a caer en la cuenta de que la santidad es propuesta hecha a todos, don y tarea de cada día». Alfonso Gil, vicepostulador de la causa de Canonización, presbítero de Mondoñedo-Ferrol.
La Hermandad Obrera de Accion Católica es una organización creada por la Iglesia en 1946, formada por trabajadores cristianos que buscan la unión entre su fe y la vida. Su misión es proponer y vivir un proyecto de realización humana que responda al hombre y la mujer de hoy, mediante el encuentro con Jesucristo en su cotidianeidad obrera. En la actualidad cuenta con 1.500 miembros en 44 dióceis de España, que desarrollan algún compromiso social, intentan seguir la espiritualidad hoacista, participan en alguno de sus itinerarios formativos y cultivan la vida comunitaria.