¿No sería el tiempo propicio y urgente para que la Conferencia Episcopal Española promoviera unas Jornadas, a nivel nacional, sobre la puesta al día de una pastoral rural misionera?
(Movimiento rural cristiano).- Un numeroso grupo de sacerdotes, curas de pueblo, nos reunimos en Madrid, los días 18 y 19 de Noviembre, convocados por los movimientos rurales de Acción Católica (adultos y jóvenes), preocupados y a contrapié entre la secularización y una búsqueda sincera de la pastoral rural misionera.
La apariencia gris y desanimante de la terca realidad parroquial rural no es ajena, muy pareja a la de la iglesia española, que con urgencia tiene que dar respuesta a la nueva realidad rural que vivimos con una pastoral de Iglesia en salida.
El titular de la convocatoria congregó, en unas Jornadas de dos días, a sacerdotes rurales de las diócesis de León, Segovia, Zaragoza, La Rioja, Albacete, Plasencia, Málaga, Badajoz, Toledo y Coria-Cáceres.
Un cierto cansancio en el mundo rural, consecuencia de unas políticas sin alma, de «que todos se van y lo que había nos lo han quitado», también se trasluce en una Iglesia rural a contrapié entre la religiosidad popular que se resiste a ser evangelizada y los nuevos retos que la realidad de nuestros pueblos nos plantea a la evangelización.
Desde este análisis, Antonio Carrascosa, teólogo y consiliario rural, fue desgranando las actitudes para un trabajo misionero y evangelizador con los pies en la tierra.
El trabajo de reflexión en los asistentes, sacerdotes de pueblo, iluminó la disponibilidad necesaria para responder a un interrogante: ¿vendedores de humo o mediadores de vida? Esta iglesia en salida del papa Francisco se plasmó en cuestionarnos desde «las salidas bíblicas» en una pastoral necesaria hoy día que responda a ir haciendo el cambio «desde la cristiandad a la misión».
El camino es arduo, sobre todo para muchos sacerdotes presentes, con ministerio en pequeños pueblos, 24 en algunos, y que exige una espiritualidad de alto voltaje evangélico. Fue en la jornada del día 19, dedicada a descubrir la acción del Espíritu en las opciones que tenemos por un mundo rural pobre y desmantelado, pero que al hilo de «acosados, pero no desesperados» de Pablo, Felipe García, consiliario y delegado de Apostolado Seglar de Plasencia, nos ayudó a entrar y mirar este mundo rural pobre desde la mirada de misericordia evangélica, muy acorde con una Iglesia que no quiere ser aduana y sí tienda-hospital de campaña.
Por la noche, en una animada información de J. Manuel Vidal, director de Religión Digital, sobre las esperanzas que el papa Francisco está impulsando en nuestra iglesia, animó una velada sustanciosa.
La convivencia y los tiempos dedicados a la oración y celebración confirman, cada vez más, de la necesidad de este tipo de encuentros, sobre todo a sacerdotes que estamos en búsqueda y de saber responder a la encrucijada misionera.
¿No sería el tiempo propicio y urgente para que la Conferencia Episcopal Española promoviera unas Jornadas, a nivel nacional, sobre la puesta al día de una pastoral rural misionera? Los curas de pueblo estamos necesitando aliento e instrumentos pastorales en esta encrucijada.