"No ha quedado acreditado" que el sacerdote hiciera tocamientos y caricias con ánimo libidinoso a dos alumnas
El Obispado de Vitoria ha reconocido hoy que en 2010 tuvo conocimiento de un supuesto caso de abusos sexuales a un niño en la parroquia de Los Ángeles de la capital alavesa en 1983, que fue denunciado por la víctima pero que se archivó porque había prescrito.
El Obispado ha remitido un comunicado en el que admite que en abril de 2010 la presunta víctima remitió una denuncia por burofax al obispo en la que acusaba a un fraile dominico de los abusos ocurridos 27 años antes, en 1983.
El obispo, Miguel Asurmendi, comunicó al denunciante que había puesto el caso en manos del Tribunal Diocesano para iniciar la investigación previa de los hechos.
Posteriormente, la presunta víctima fue citada a declarar por dicho Tribunal y se ratificó en lo denunciado.
El instructor de la causa le informó de que podía denunciar los hechos por la vía penal, aunque éste manifestó que «no se lo planteaba», según la nota del Obispado.
Una vez concluida la investigación previa, se envió la documentación al padre provincial de la Orden de Predicadores, ya que el Tribunal Diocesano no tiene jurisdicción sobre el caso, y finalmente el Tribunal concluyó la investigación.
El resultado de la misma, según han precisado hoy a Efe fuentes del Obispado, es que se archivó el caso debido a que los hechos denunciados no eran objeto de juicio canónico porque habían prescrito en 1995.
Los dominicos señalaron en su resolución que la presunta víctima incurrió en «incoherencias», según añade hoy el diario El Mundo, que explica que el denunciante se quejó también de que el entonces párroco de Los Ángeles presuntamente minimizó los abusos que él le relató.
Fuentes de esta orden han defendido sin embargo la trayectoria del párroco y han señalado que «de ningún modo es una persona que trivializa, relativiza o muestra tibieza ante el abuso sexual de menores».
El Obispado de Vitoria ha aclarado por su parte que el denunciado lleva fuera de la diócesis de Vitoria más de dos décadas.
Estos hechos se han conocido después del caso de un supuesto abuso sexual por parte de varios sacerdotes contra un menor en Granada, que está siendo investigado por la Iglesia y por la justicia española, y por el que el Papa pidió perdón en nombre de la Iglesia.
Comunicado de la Provincia de España de los dominicos
Provincia de España – Orden de Predicadores
Ante la noticia aparecida hoy día 9 de diciembre de 2014 sobre una denuncia canónica presentada en el Obispado de Vitoria en el año 2010 en relación a un supuesto caso de abusos sexuales a un menor por parte de un religioso de nuestra Provincia, manifestamos lo siguiente:
1. Hacemos nuestra y suscribimos la nota del Obispado de Vitoria donde dice: «Cualquier delito contra la libertad sexual supone una grave alteración del orden moral y un repugnante atentado contra la dignidad humana, y lo es aún más, en los casos en los que afecta a menores y cuando los responsables son personas consagradas. Nuestro rechazo es rotundo sin el más mínimo paliativo» (Comunicado de prensa Diócesis de Vitoria).
2. La denuncia canónica fue hecha en abril de 2010 en el Obispado de Vitoria. La declaración del denunciante fue remitida al Prior Provincial para que procediese a continuar la investigación previa sobre la misma. Inmediatamente se procedió a dicha investigación según la normativa canónica vigente y el Protocolo de la Provincia para los casos de comportamiento sexual inapropiado.
3. Los hechos denunciados no fueron objeto de juicio canónico al haber prescrito quince años antes. Pese a esta prescripción canónica, y dada la gravedad de los supuestos hechos denunciados, se hizo una investigación interna siguiendo nuestro Protocolo para estos casos sin poder llegar a una conclusión definitiva que demostrara la verdad de los mismos.
4. Aun así, y sin menoscabo de la presunción de inocencia, se adoptaron medidas cautelares con el religioso, como la limitación de sus tareas pastorales con menores y jóvenes, y la supervisión por parte de sus superiores. El religioso no ha sido objeto de ninguna otra denuncia ni antes ni después de la realizada en 2010.
5. Lamentamos sinceramente el dolor y el daño que esta situación haya provocado y manifestamos nuestro compromiso para resolver estos casos buscando la verdad hasta el final, protegiendo a las posibles víctimas y poniendo todos los medios que están a nuestro alcance para que no se produzca ningún tipo de abuso.
Madrid, 9 de diciembre de 2014
Absuelto el cura de Soria acusado de tocamientos
La Audiencia Provincial de Soria ha absuelto por falta de pruebas a un sacerdote que impartía religión en un colegio de Arcos de Jalón (Soria) de los supuestos tocamientos a tres menores de los que se le acusaba, y sólo considera probado que hizo cosquillas a una de las niñas «a modo de juego».
En la sentencia, facilitada hoy por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, se recoge que «no ha quedado acreditado» que el sacerdote hiciera tocamientos y caricias con ánimo libidinoso a dos alumnas, y tocamientos a una tercera, en los cursos 2011, 2012 y 2013.
La Audiencia declara probado que el acusado en alguno de los citados cursos hizo cosquillas a una de las menores en la tripa y las axilas «a modo de juego, sin ánimo lúbrico o libidinoso».
En la sentencia se recogen algunas «contradicciones relevantes» en las que incurrieron las menores en el transcurso de las sucesivas declaraciones sobre qué partes les había tocado supuestamente el sacerdote y en qué consistían esos tocamientos, escenificados por una de las alumnas como que le había puesto las manos sobre los hombros y había movido en esa posición los dedos.
La Audiencia Provincial de Soria también sostiene que «no parece muy creíble» que el acusado aprovechara un examen para hacer esos «tocamientos durante la clase, en presencia de otros alumnos», y refiere la «dilatada carrera como sacerdote, de más de 30 años», con 22 de docencia.
En la sentencia se recoge que en ese periodo «no figura constatación de queja alguna», ni «se ha relatado ninguna situación similar de acercamiento, de confidencias, de tratar de ganar la soledad de alguna de sus alumnas, u otro tipo de actos preparatorios, que denoten la presencia de ánimo libidinoso».
Esto ha sido «destacado» por el director del colegio rural en el que el sacerdote llevaba nueve años dando clase después de haber «indagado entre todos los alumnos y alumnas del mismo centro», tras conocerse la denuncia de las tres estudiantes.
Los psicólogos, según la sentencia, tampoco han podido «establecer criterios de validez, credibilidad o fiabilidad del relato de las menores», ya que no han podido determinar «a ningún nivel», si su relato era muy, bastante, poco o nada creíble.
El Ministerio Fiscal solicitaba para el sacerdote ocho años de cárcel, además de la prohibición de acercarse a las menores a una distancia inferior a quinientos metros y de comunicarse con ellas durante dieciséis años, así como una indemnización de 3.000 euros a cada una.
La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Soria presentó la denuncia en el Decanato de Juzgados de Soria después de que el Ministerio Fiscal abriera diligencias la primera semana de marzo de 2013, tras poner en su conocimiento la Dirección Provincial de Educación este presunto caso de tocamientos a menores por parte del citado docente.
La Junta de Castilla y León decidió apartar al profesor de su trabajo como medida preventiva para evitar la alarma social hasta que se aclarase la veracidad o no de estos hechos.
El obispo de Osma-Soria, Gerardo Melgar, adoptó entonces las medidas cautelares previstas por la legislación emanada de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Española, y mostró su disposición a colaborar con la Justicia «salvando siempre el derecho de presunción de inocencia del sacerdote». (RD/Agencias)