Las dos víctimas que han denunciado deberían ser alabadas por su valentía. Pero estoy muy preocupado porque creo que usted no está haciendo lo suficiente para ayudar a esclarecer los hechos
(J. Bastante). «Aunque para mí esta es una petición muy difícil de escribir, creo imprescindible que como sociedad perdamos el miedo a hablar sobre los abusos sexuales a menores. Solo así podremos prevenirlos». Así arranca la petición que, a través de Change.org, ha llevado a cabo Miguel Ángel Hurtado, quien sufrió abusos por parte de un sacerdote en su adolescencia. La petición, que a las 17,16 horas recababa 117.268 firmantes, «pide al Arzobispo de Granada que tome inmediatamente medidas contra los abusos a menores«.
«En mi adolescencia, fui abusado por un sacerdote. Cuando conté a sus superiores lo sucedido, la respuesta fue el encubrimiento y el secretismo. Años después quise denunciar los hechos, pero desgraciadamente como en tantos otros casos, el delito había prescrito. Desde entonces decidí contar públicamente mi historia para evitar nuevos casos«, subraya en su petición Hurtado, quien en la actualidad vive en Londres y preside la rama hispana de la organización SNAP.
«He seguido con horror la detención de tres sacerdotes y un profesor de Religión de la Archidiócesis de Granada por supuestos abusos a menores. Las dos víctimas que han denunciado deberían ser alabadas por su valentía. Pero estoy muy preocupado porque creo que el Arzobispo de Granada no está haciendo lo suficiente para ayudar a esclarecer los hechos«, añade en su escrito, donde denuncia que «su respuesta más visible ha sido postrarse ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por los «escándalos» que han afectado a la Iglesia. Estas acciones simbólicas pueden tranquilizar conciencias, pero no protegen a los niños. Solo los hechos concretos les protegen».
«Por eso te animo -prosigue- a que firmes esta petición y le pidas al Arzobispo de Granada que adopte inmediatamente estas cuatro medidas para proteger a la infancia de los abusos sexuales en su diócesis»:
1) Que en sus apariciones públicas anime a las víctimas y posibles testigos a denunciar estos delitos en comisaría.
2) Que en la página web de su diócesis incluya en un lugar visible una campaña contra el abuso sexual, que incluya animar a sus feligreses a acudir a la policía si tienen información sobre posibles casos de pederastia y que enfatice que encubrir la violencia sexual contra menores no sólo es un delito sino un grave pecado. Lo mismo debe hacer en todas las hojas parroquiales y diocesanas.
3) Que visite todas las Iglesias donde los acusados han trabajado y anime a sus empleados y feligreses a acudir a la policía si tienen información sobre posibles casos de pederastia. Debería visitar la parroquia de San Juan María Vianney en Granada (donde ejerció el acusado Román Martínez,), la parroquia de Órgiva (donde ejercieron los acusados Francisco José Campos y Manuel Morales Morales) y el IES Alonso Cano de Dúrcal (donde trabajó el acusado Sergio Quintana Muñoz como profesor de religión).
4) Que suspenda a todo sacerdote, obispo, seminarista, diácono, profesor de religión o cualquier otro empleado que haya sido acusado creíblemente o haya encubierto casos de pederastia. Que inmediatamente les denuncie en comisaría y entregue todas las potenciales pruebas y documentos incriminatorios a la policía.
«El mal triunfa cuando las buenas personas no dicen nada. La violencia sexual florece en un clima de secretismo. Los niños permanecen en riesgo mientras siga en vigor la ley del silencio. Cuando la violencia sexual es expuesta públicamente las víctimas comienzan a sanar. Cualquier ciudadano que tenga información valiosa sobre casos de pederastia debe acudir siempre a la policía, no a las autoridades eclesiásticas. Solo así podremos evitar otros casos como el de ‘Daniel'», finaliza la petición.
Carta a
Conferencia Episcopal Española
Nuncio del Vaticano en España
Congregación para la doctrina de la Fey Arzobispo de Granada
A la atención del Sr. Arzobispo de Granada don Javier Martínez Fernández:
He seguido con horror la detención de tres sacerdotes y un profesor de Religión de la Archidiócesis de Granada por supuestos delitos sexuales contra menores. Las dos víctimas que han denunciado deberían ser alabadas por su valentía.
Pero estoy muy preocupado porque creo que usted no está haciendo lo suficiente para ayudar a esclarecer los hechos. Su respuesta más visible ha sido postrarse ante el altar mayor de la Catedral para pedir perdón por los «escándalos» que han afectado a la Iglesia. Considero que es una acción ineficaz. Las acciones simbólicas pueden tranquilizar conciencias, pero no protegen a los niños. Solo los hechos concretos les protegen.
Por eso le pido que inmediatamente adopte tres medidas concretas y de sentido común para proteger a la infancia en su diócesis:Que en sus apariciones públicas anime a las víctimas y posibles testigos a denunciar estos delitos en comisaría. Que en la página web de su diócesis incluya en un lugar visible una campaña contra el abuso sexual, que incluya animar a sus feligreses a acudir a la policía si tienen información sobre posibles casos de pederastia y que enfatice que encubrir la violencia sexual contra menores no sólo es un delito sino un grave pecado. Lo mismo debe hacer en todas las hojas parroquiales y diocesanas.
Que visite todas las Iglesias donde los acusados han trabajado y anime a sus empleados y feligreses a acudir a la policía si tienen información sobre posibles casos de pederastia. Debería visitar la parroquia de San Juan María Vianney en Granada (donde ejerció el acusado Román Martínez,), la parroquia de Órgiva (donde ejercieron los acusados Francisco José Campos y Manuel Morales Morales y el IES Alonso Cano de Dúrcal (donde trabajó el acusado Sergio Quintana Muñoz como profesor de religión).
3) Que suspenda a todo sacerdote, obispo, seminarista, diácono, profesor de religión o cualquier otro empleado que haya sido acusado creíblemente o haya encubierto casos de pederastia. Que inmediatamente les denuncie en comisaría y entregue todas las potenciales pruebas y documentos incriminatorios a la policía.El Evangelio dice: ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el campo, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Creo que como pastor Cristiano tiene la obligación de buscar debajo de las piedras para encontrar a todas las posibles ovejas de su rebaño que han sido atacadas por lobos con piel de cordero. Es lo que Jesús hubiera hecho.
Gracias por su atención.
Atentamente.
Para firmar la petición, pincha aquí: