El obispo tiene que utilizar sus apariciones para animar a las víctimas a que acudan a la policía, no al arzobispado. Tiene que animar, por todos los medios posibles, a que todos aquellos que tengan conocimiento acudan a la policía
A las 17,03 horas de este miércoles, en apenas cuatro días, se consiguió el objetivo: la inciativa lanzada por una víctima de abusos por parte de sacerdotes, a través de Change.org, para que el Arzobispo de Granada «tome inmediatamente medidas contra los abusos a menores», superaba las 150.000 firmas.
Su responsable, Miguel Ángel Hurtado, que sufrió abusos por parte de un sacerdote de Barcelona en la década de los noventa, apuntaba su satisfacción por el hecho de que «tantos miles de españoles, muchos de ellos católicos» pidieran a la Iglesia granadina, y a su pastor, «que haga mucho más de lo que se supone está haciendo». A partir de ahora, la iniciativa continúa su curso, con el objetivo de alcanzar las 200.000 firmas, «o hasta que el arzobispo responda a las peticiones concretas que le hacemos«.
En declaraciones a la Ser, esta misma mañana, Hurtado defendía que «el obispo tiene que utilizar sus apariciones para animar a las víctimas a que acudan a la policía, no al arzobispado. Tiene que animar, por todos los medios posibles, a que todos aquellos que tengan conocimiento acudan a la policía».
La iniciativa pide cuatro cosas concretas a monseñor Martínez:
1) Que en sus apariciones públicas anime a las víctimas y posibles testigos a denunciar estos delitos en comisaría.
2) Que en la página web de su diócesis incluya en un lugar visible una campaña contra el abuso sexual, que incluya animar a sus feligreses a acudir a la policía si tienen información sobre posibles casos de pederastia y que enfatice que encubrir la violencia sexual contra menores no sólo es un delito sino un grave pecado. Lo mismo debe hacer en todas las hojas parroquiales y diocesanas.
3) Que visite todas las Iglesias donde los acusados han trabajado y anime a sus empleados y feligreses a acudir a la policía si tienen información sobre posibles casos de pederastia. Debería visitar la parroquia de San Juan María Vianney en Granada (donde ejerció el acusado Román Martínez,), la parroquia de Órgiva (donde ejercieron los acusados Francisco José Campos y Manuel Morales Morales y el IES Alonso Cano de Dúrcal (donde trabajó el acusado Sergio Quintana Muñoz como profesor de religión).
4) Que suspenda a todo sacerdote, obispo, seminarista, diácono, profesor de religión o cualquier otro empleado que haya sido acusado creíblemente o haya encubierto casos de pederastia. Que inmediatamente les denuncie en comisaría y entregue todas las potenciales pruebas y documentos incriminatorios a la policía.
(Rd/Agencias)