El informe coincide con las periciales de la Policía, que apuntaban la "alta versolimilitud" del testimonio del joven, que contrastaba con la "poca credibilidad" del discurso del sacerdote
(Jesús Bastante).- El testimonio de «Daniel», víctima de abusos sexuales por parte del «clan de los Romanones» es «coherente y consistente» respecto a las acusaciones vertidas contra el principal implicado, el padre Román. Esta es una de las principales conclusiones de la última prueba pericial, que ayer se presentó -junto al interrogatorio a nuevos testigos- en el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, y que coincide con las periciales de la Policía, que apuntaban la «alta versolimilitud» del testimonio del joven, que contrastaba con la «poca credibilidad» del discurso del sacerdote.
El informe, elaborado el pasado 29 de octubre, destaca la «intensa alteración emocional y psicológica, con sintomatología de tipo preferentemente ansioso y psicosomático, dificultades para dormir, pesadillas, recuerdos que acudían a su mente» al recordar los abusos a los que fue sometido cuando fue menor de edad, y que se han incrementado en los últimos meses, que la propia víctima califica como «inicio de un calvario que se lleva prolongando muchos meses» y que, en su día, le llevaron a dos intentos de suicidio.
Las dos peritos que elaboraron el informe -al que asistió, como ya se comentó, un perito de la defensa- subrayan que, entre los motivos para realizar la denuncia, se encuentra «imagina la posibilidad de que a otros niños les ocurra y sufran lo mismo que le ocurrió a él», por lo que «afirma que quisiera contribuir para que no vuelva a suceder». «Lo único que quiere es poder hacer su vida normal», añade la prueba, que ha pasado a formar parte de un sumario que, en breve, se espera pase a la Audiencia Provincial.
Las respuestas de «Daniel» evidencian «que tiene un adecuado funcionamiento en el ámbito emocional, de pensamiento y del comportamiento«, así como «se descarta la existencia de una personalidad psicopatológica». Este informe, junto con los anteriores, desmontan los incontables intentos por parte del abogado de la defensa, Javier Muriel -el mismo que defendió a varios de los acusados en el «caso Malaya»- de minar la credibilidad de la víctima de abusos.
El análisis concluye además que, en la actualidad, se mantienen en grado leve «algunos síntomas depresivos» y, como secuelas de las experiencias traumáticas, una afectación en el ámbito de la sexualidad, complicada emocionalmente por las experiencias vividas.
En lo que respecta al plano espiritual se observa afectación y «ambivalencia» entre las creencias y la fe que desea mantener y los «fuertes sentimientos de fraude y de engaño» derivados de las experiencias traumáticas denunciadas.
El informe también señala que el joven asemejó su relación con el padre Román a la que podría tener con un progenitor y explica que en un principio no se atrevió a contar nada de lo sucedido y siguió viviéndolo «como si no hubiera sucedido».
En cuanto a las testificales, cabe subrayar que ninguno de los interrogados manifestó conocimiento suficiente de los hechos denunciados, subrayándose el intento de la defensa de desacreditar al denunciante.
En otro orden de cosas, la web de apoyo al arzobispo de Granada, lanzada por miembros de la diócesis y del movimiento Comunión y Liberación, ha desaparecido de su espacio en la red de Facebook. Una desaparición que coincide con la presencia en España del presidente del movimiento, Julián Carrón, para la presentación de un libro.