(José Manuel Vidal).- «Yo soy cristiano. Hechos y propuestas». Este es el lema en torno al cual va a girar el XVIII Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, que presentó ayer su director, Rafael Ortega. Desde el lema, el Congreso, que se celebrará del 11 al 13 del próximo mes de noviembre, es una invitación clara y directa a la implicación socio-política de los católicos en la vida pública.
«Se trata de proclamar ante la sociedad que los católicos no somos tibios, que nos comprometemos y nos implicamos y de proclamar que nuestra presencia en la vida pública es más necesaria que nunca», explica Rafael ortega.
Los propagandistas quieren seguir, con esta iniciativa, la estela del papa Francisco. «Mientras otros se esconden bajo los capisayos, nosotros queremos dar la cara y colocar a la ACdP en salida, como pide el Papa a toda la Iglesia», dice el director del Congreso.
Y Ortega vuelve a insistir en la idea nuclear del Congreso: «Tenemos que dejar de ser tibios. Tenemos que salir a la sociedad y a los medios a dar testimonio de nuestra fe. No podemos avergonzarnos de lo que somos, porque tenemos un proyecto que ofrecer a la sociedad. Somos necesarios».
Sobre todo en la coyuntura política actual, con la repetición de elecciones a la vista, lo que demuestra, a juicio de Ortega, que «los políticos no fueron capaces de plasmar lo que les pidió el electorado español».
El programa del Congreso está sin cerrar, pero el director anunció ya que «vendrá gente muy importante, personalidades del mundo político y empresarial, y, por vez primera, líderes de las diversas confesiones religiosas con presencia en España«. Una primera apertura al ecumenismo y al diálogo interreligioso.
