Barbero ha mostrado su disposición a reunirse con los responsables de la congregación, que están trabajando duro para evitar que este tipo de casos vuelvan a producirse
(J. B./Agencias).- Las víctimas de abusos a menores en la Iglesia en España, al fin, tienen alguien que les escucha. Uno de los hombres del Papa Francisco para nuestro país. El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, que además es miembro de la Congregación de Obispos y uno de los españoles que más despacha con Bergoglio, recibió ayer a Manuel Barbero, el padre que destapó el escándalo de abusos en el colegio Maristas les Corts de Barcelona.
Una reunión, la última de una serie de encuentros que el padre de la víctima -que asegura «no tener nada» contra la Iglesia ni contra los maristas– está manteniendo y que, a buen seguro, contribuirá para una solución justa a hechos que jamás debieron producirse. De hecho, tras el encuentro, Barbero ha mostrado su disposición a reunirse con los responsables de la congregación, que están trabajando duro para evitar que este tipo de casos vuelvan a producirse, y que trabajan para esclarecer la verdad en este tema.
Barbero fue el primer padre que denunció al ex profesor J. Benítez, pederasta confeso, que abusó de su hijo entre 2006 y 2010. En declaraciones a los medios, Barbero confesó que Omella «se ha interesado mucho» por su hijo, «y ha estado en todo momento cercano y muy cordial».
El padre envió hace pocas fechas una carta al papa Francisco. En este sentido, Omella le aseguró que el Papa «sigue de cerca» este y otros casos de pederastia en la Iglesia. Antes de finalizar la reunión, Barbero le ha dicho a Omella que le gustaría «que todas las partes implicadas andaran en la misma dirección» porque él no tiene nada «ni contra la Iglesia ni contra los Maristas». El arzobispo le ha ofrecido que se vieran de nuevo pronto para seguir hablándolo.