Hay más de un 70% de católicos en este país. Católicos que se han hecho votantes de todos los partidos políticos. Los partidos no surgen de la nada, están formados por ciudadanos
(Jesús Bastante).- Los obispos españoles no dan directrices de voto. Al menos, como Conferencia Episcopal. La dinámica, iniciada al comienzo del carrusel de llamadas a las urnas en España, se mantiene, pese a que algunos prelados, en sus diócesis, sí han hecho llamamientos, más o menos directos, al voto a una determinada formación política. «La Iglesia no entra en campaña política, no entra en política partidista«, aseguró el portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo, al término de la Comisión Permanente.
«La Conferencia Episcopal no tiene disciplina de voto, sino que tiene en su propia naturaleza estar al servicio de los obispos de una nación», apuntó el portavoz, quien aseguró «respetar» a aquellos obispos que quieran hacer lo contrario. «Cada obispo es autónomo y libre«, subrayó, añadiendo que «la línea que ha adoptado la Conferencia Episcopal a lo largo de este año de citas electorales» ha sido la de no tomar partido directo. Lo que hagan otros prelados, forma parte del «derecho de sus pastores al anuncio al anuncio del Evangelio» aunque, preguntado por Cañizares, animó a hacerlo «proponiendo y no imponiendo a nadie». «El mensaje de la Iglesia tiene que ser propositivo, mostrando lo que la familia debe y quiere ser, desde el Evangelio«, asumió.
Al tiempo, Gil Tamayo incidió en que «hay más de un 70% de católicos en este país. Católicos que se han hecho votantes de todos los partidos políticos. Los partidos no surgen de la nada, están formados por ciudadanos». Y es que «el 26-J la palabra es de los ciudadanos que, en coherencia, han de dar su voto a los candidatos».
Donde sí hizo hincapié el portavoz es en la llamada a la responsabilidad de los políticos. «No es bueno para nuestro país, ante los problemas reales de la gente, desempleo, economía… estar en una eterna espera ante la formación de un gobierno».
«Pedimos un Gobierno estable, que garantice la gobernabilidad y dé respuesta a los problemas de la gente«, apuntó Gil Tamayo, quien pidió a los candidatos que respeten la libertad religiosa, la opción por Europa y «nuestra tradición: somos un pueblo con un alma, de la que forman parte de manera importante nuestras convicciones religiosas, que no pueden ser reducidas a lo privado».
Así, hizo «una llamada a la clase política». Citando palabras del Papa Francisco, Gil Tamayo destacó que «debe haber capacidad de diálogo, y nos lo tenemos que aplicar, a partir del 27-J. Cada uno, en coherencia y conciencia, ha de dar su voto en libertad», apuntó, recalcando que los obispos «irán a votar», porque el voto «es un deber ciudadano y moral. Si estamos apostando por una cultura del diálogo, no votar es autoexcluirse. Ningún partido agota el marco cristiano».
Por otro lado, los obispos anunciaron la creación de una comisión que valore «si estamos dando el tono evangelizador que el Papa nos marca». ¿Lo hacen? «El Papa nos ha pedido caminar hacia una Iglesia sinodal«, contestó el portavoz. «Iremos con determinación y sinceridad».
Al tiempo, la CEE aprobó la creación de la Oficina de Transparencia (prevista en el acuerdo firmado por Trasnaparencia Internacional) y rendición de cuentas para Entidades Canónicas y de las implicaciones del acuerdo firmado hace unas semanas con Transparencia Internacional España. «Estamos en la línea de lo que se espera de la Iglesia. Hemos pasado del tablón de anuncios a ser avalados por una auditoría», añadió Gil Tamayo, quien afirmó que «queremos saber qué piensa la gente de nosotros, para dar respuesta a las preguntas y mejorar. También, dar a conocer a la sociedad el contenido de los recursos, y realizar labores de control patrimonial y rendición de cuentas de asociaciones e instituciones de ámbito nacional».