Javier Salinas recalca "la violencia acontecidas en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios"
Los obispos españoles han mostrado «nuestro dolor y condena» por el «ataque sufrido en la iglesia de San Etienne du Rouvray», que se ha cobrado la vida del sacerdote Jacques Hamel, de 84 años. El portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo, ha mostrado en un tuit la oración de todos «por el sacerdote asesinado, los heridos y el fin de toda violencia».
Del mismo modo, el obispo de Coria- Cáceres, Francisco Cerro, ha condenado el ataque perpetrado este martes contra una iglesia en la región de Normandía, al norte de Francia. «Oramos por el sacerdote asesinado, el padre Jacques Hamel, los heridos en el ataque sufrido por la iglesia S. Etienne du Rouvray, y el fin de toda violencia», subraya en un mensaje.
Desde Cracovia, algunos prelados como el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, han asegurado sus oraciones por las víctimas de la toma de rehenes. «‘Bienaventurados cuando os injurien y os persigan por mi causa‘. Rezo por las víctimas de Normandía y sus familias», ha subrayado en un tuit.
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, por su parte, ha expresado «su condena y consternación por el asesinato bárbaro de un sacerdote y por la violencia acontecidas en una iglesia». Salinas ha expresado su «condena y consternación» ante «el brutal asesinato de un sacerdote en la localidad francesa de Saint Etienne-du-Rouvray» y «en comunión con el arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun», detalla señala en una nota de prensa el Obispado.
El obispo recalca «la violencia acontecidas en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios». Finalmente, invita a «los católicos y todos los creyentes a incluir en su oración personal y comunitaria a las personas afectadas», y ha hecho «un llamamiento a la sensatez, el diálogo y la paz».
Jacques Hamel nació en 1930 en Darnétal y fue ordenado sacerdote en 1958. Hacía diez años que trabajaba como cura auxiliar en esa iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, donde era muy apreciado por los vecinos, según el vicario general de la archidiócesis de la cercana ciudad de Rouen, Philippe Maheut. «Estaba siempre presente para encontrarse con los fieles. Era una persona muy activa«, señaló el religioso.
«Es un cura valiente. Los sacerdotes se pueden jubilar a partir de los 75 años, pero prefirió seguir trabajando para estar al servicio de la comunidad. Se sentía fuerte todavía», dijo al diario francés Le Figaro el sacerdote Auguste Moanda-Phuati, de quien Hamel era el auxiliar. «Era un hombre bueno y sencillo», agregó.
(RD/Agencias)