"Algunos obispos y sacerdotes tienen ciertas reservas hacia la ACG un poco por el nombre o quizá por la historia"
(José M. Vidal, Compostela).- Puede presumir y presume de que su diócesis de Córdoba dispone del «grupo más numerosos de la Acción Católica General». Demetrio Fernández, siempre claro y directo, reza a Santiago «por la unidad de España, que es un valor» y repite, una vez más, que «la inmatriculación de la mezquita-cetedral es legítima, y la propiedad, indiscutible». Y que está «en buenas manos», las de la Iglesia católica.
¿Ha venido a Compostela, acompañando a los cordobeses de la Acción Católica General en su asamblea?
Sí. Es el grupo más numeroso de todos.
¿Quiere eso decir que, en su diócesis, ya ha cuajado la Acción Católica?
Sí. Gracias a Dios, la ACG está muy arraigada y muy extendida en Córdoba. Hay ahí un secreto de fondo y de inicio, que son los Cursillos de Cristiandad. En Córdoba, concretamente, cuando llegué, me llevé una gran sorpresa y una alegría, porque los Cursillos están metidos en todas partes y con mucha fuerza.
Recordaba, precisamente, monseñor Barrio, la peregrinación de Aparisi a Compostela en el año 1948.
El origen, que está muy unido a Acción Católica y a los cursillos.
¿Esta renovación o esta refundación va en serio?
Yo creo que sí. En la asamblea plenaria, cuando ha salido el tema, los obispos se declararon muy por la labor. Sabemos y somos conscientes de que hay gente (me refiero a los sacerdotes) a los que la ACG les supone alguna reserva, un poco por el nombre o quizá por la historia. Pero pienso que, poco a poco, se van deshaciendo esos prejuicios y esas prevenciones.
Lo que sí es necesario es que haya un cuerpo de laicos que trabajen -que ya lo hacen-, y que estén presentes en la Iglesia, pero también en la vida pública. Y que sea un grupo que se autogestione. Lógicamente, estamos para acompañarlos, pero es esencial que sean maduros también ellos en sus decisiones, en su presencia pública y en su dar la cara por el evangelio.
En la asamblea hubo una especie de clamor para que la corresponsabilidad sea efectiva y real. Que no se hable solo de ella, sino que se ponga en práctica.
Sí. Yo, al menos, así lo veo también. En Córdoba, que es donde vivo, los laicos de ACG son los que llevan todo. Se alegran mucho de la presencia del obispo o de la presencia de los párrocos o de los consiliarios. Son muy eclesiales y en ese sentido lo agradecen mucho. Pero tenemos una comunidad muy viva. De hecho, son ellos quienes la llevan, quienes deciden y eligen en asamblea señalando tales o cuales objetivos. Yo lo he visto y funciona.
Estamos en Santiago, patrón de España. ¿Le duele lo que está pasando en Cataluña?
Yo ahí no tengo que opinar. Han de hacerlo los obispos de Cataluña.
¿Pero usted qué opina como obispo y como ciudadano?
Pienso que es un asunto de los obispos catalanes, que son los que tienen que acompañar a este pueblo. Yo, desde Córdoba, acompaño al pueblo que está en Córdoba.
¿Está en peligro la unidad de España?
Eso, no lo sé.
La Generalitat quiere convocar un referéndum para la independencia…
En el día de Santiago, en la carta pastoral que escribo todas las semanas, he pedido al apóstol que mantenga la fe de los pueblos españoles en medio del ambiente actual, que es democrático y plural. Que la fe se mantenga y, más aún, que la Iglesia sea capaz de anunciar la fe a la gente de hoy. También le pedí la unidad de España, que es un valor. Ya en el año 2006, los obispos publicaron un documento pastoral en esa línea, y no en otra. Pero yo no soy quien para meterme en los asuntos del pueblo catalán. Son los obispos de allí los que lo hacen y lo hacen bien; con cabeza y con mucho amor a su pueblo.
El Papa tampoco parece estar muy de acuerdo con el procés independentista
A ver por dónde salimos.
Hablando de un tema más suyo, ¿no le duele la recurrencia del cuestionamiento de la inmatriculación de la catedral-mezquita?
Pienso que es un tema sabido, conocido y resuelto. Pero a nivel mediático, creo que es un tema muy goloso, y vuelve, y vuelve… Pero saben perfectamente que, en cuanto a la inmatriculación, se ha hecho de una forma totalmente legítima. Y en cuanto a la propiedad, es indiscutible. Otra cosa es que se hable de ello. La gestión la está llevando adelante el cabildo con mucha competencia y con mucha capacidad, también de comunicación. Están bien asesorados. Yo les dejo, porque es el cabildo el que lleva ese tema.
Entonces, la mezquita-catedral está en buenas manos.
Sí. Está en manos del cabildo y del obispo. El obispo está allí, claro. Pero, normalmente, no me meto en el tema. Son los canónigos los que lo gestionan, y lo hacen muy bien.