Es necesario que cada uno dé lo mejor de sí mismo para superar la situación de una forma pacífica y democrática, tal como decían los obispos de Cataluña en su Nota del 16 de febrero pasado
(José M. Vidal).- Prudentemente callada durante algún tiempo, la jerarquía de la Iglesia catalana se ve ‘obligada’ por las circunstancias excepcionales que está atravesando Cataluna a salir a la arena pública. Con sendos comunicados medidos del arzbispo de Tarragona, Jaume Pujol y del Abad de Montserrat, Josep María Soler, prudentes, pero reveladores de la situación de «dolor» que, a juicio de ambos, se vive en Cataluña.
El primero en pornunciarse fue al arzobispo primado de Cataluña, Jaume Pujol, en un tuit corto pero revelador y que, además, fue remitido por la máxima instancia oficial eclesiástica catalana, la Conferencia episcopal tarraconense. Con lo cual, se deduce que todos los obispos que forman parte de ella lo hacen suyo.
El comunicado de la Tarraconense dice así:
La Secretaria de la Conferencia Episcopal Tarraconense informa que su Presidente el arzobispo Jaume Pujol ha publicado un tuit que dice:
«Nos duele mucho la situación de los encarcelamientos, que hace más difícil un futuro en convivencia. Recemos por la paz y la reconciliación».
Ens dol molt la situació dels empresonaments, que fa més difícil un futur en convivència. Preguem per la pau i la reconciliació.
— Jaume Pujol (@PujolJaume) 23 de marzo de 2018
Después, recibimos un comunicado un poco más extenso de otra de las figuras más importantes de la Iglsia catalana, el Abad d Montserrat, en el que asegura también que la situación en Cataluña «es muy preocupante y dolorosa».
Afirma, además, que «los encarcelamientos preventivos, incomprensibles para muchas personas, están creando una inquietud notable» y dificultan la «distensión» y la «solución del problema político que nos afecta a todos».
Para lograrlo, el Abad Soler pide «diálogo sin humillaciones», asi como «mantener la cabeza fría y actuar más racionalmente que no visceralmente»
Texto íntegro del comunicado del Abad de Montserrat
La situación que se vive en Cataluña es muy preocupante y dolorosa. Los encarcelamientos preventivos, incomprensibles para muchas personas, están creando una inquietud notable.
Además, dificultan la posibilidad de una distensión que facilite caminos de solución al problema político que nos afecta a todos y que no queremos que se agrave. Por eso es importante mantener la capacidad de afrontar el momento presente desde la reflexión y el diálogo; un diálogo sin humillaciones que muchos, desde hace tiempo, pedimos.
Es necesario que cada uno dé lo mejor de sí mismo para superar la situación de una forma pacífica y democrática, tal como decían los obispos de Cataluña en su Nota del 16 de febrero pasado.
Debemos ser conscientes de que hay que mantener la cabeza fría y actuar más racionalmente que no visceralmente.
Con voluntad de paz, de justicia y de reconciliación, pedimos a la Virgen que ilumine «la catalana tierra» (cf. Virolai) en esta hora de grave dificultad.