El prelado, misionero en Ecuador, falleció a los 102 años en Bilbao

Fallece Bittor Garaigordobil, el obispo de la txapela en el Concilio

"El camino no es solo evangelizar, es establecer la Iglesia nativa", aseguró

Fallece Bittor Garaigordobil, el obispo de la txapela en el Concilio
Homenaje de los obispos vascos a D. Bittor por su centenario Agencias

Uno de los ocho primeros misioneros que partieron en el año 1948 desde el Seminario de Vitoria hacia la misión de Los Ríos

(Txenti García/Diócesis de Bilbao).- Ha fallecido monseñor Víctor Garaygordobil a los 102 años.
Las delegaciones de Misiones Diocesanas Vascas de las tres diócesis vascas comunicaban a última hora de ayer martes 24 de abril el fallecimiento de On Bittor, como era conocido en los círculos más cercanos.

El texto publicado en la web de Misiones Diocesanas Vascas (MMDDVV) dice así:

«Nuestro querido Bittor Garaigordobil, ha fallecido esta tarde, en Bilbao, a la edad de 102 años. Su funeral presidido por el obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta tendrá lugar este jueves, 26 de abril, en Urkiola, a la 1 del mediodía. Previamente se instalará su capilla ardiente en la Abade-Etxea donde él ha residido durante muchos años hasta su traslado a finales del pasado año a la residencia sacerdotal de Begoña, en la que ha pasado sus últimos meses. Tras el funeral recibirá sepultura en el cementerio del santuario.»

El funeral por Don Bittor, como era conocido en su entorno, tendrá lugar en Urkiola, el próximo jueves 26 de abril, a las 13 h. La capilla ardiente estará abierta desde las diez de la mañana en la misma Abade-Etxea y posteriormente tendrá lugar el sepelio – presidido por el obispo de Bilbao- con la presencia de varios prelados y sacerdotes. Tras la celebración, le darán sepultura en el cementerio del santuario.

El que fuera obispo de Los Ríos (Ecuador) ha fallecido a la edad de 102 años en el Hogar de los Sacerdotes Venerables ubicado en Begoña (Bilbao). Ha sido el segundo obispo mayor del mundo junto al prelado chileno, Bernardino Piñera, quien le llevaba un mes de edad.

El funeral por D. Bittor tendrá lugar en el lugar donde vivió durante más de tres décadas, con la comunidad misionera de Urkiola. Allí compartió muchos años con su compañero y amigo Joseba Legarza, quien falleció en noviembre de 2017, precisamente unos días antes de irse a vivir junto a D. Bittor a la residencia de Bilbao.

 

 

Participó en el Concilio Vaticano II

D. Bittor participó en el Concilio. Acudió a las reuniones con una txapela, y así quedó recogido en las fotografías de la época. Intervino en la Asamblea en dos ocasiones para exponer la experiencia de la Misión Diocesana de la Iglesia de Bizkaia y para solicitar la creación del Consejo Presbiteral en cada diócesis. Lector de novelas del oeste y entusiasta jugador de mus, no le gustaba escribir demasiado, pero cuentan que los fieles ecuatorianos acudían a la catedral para escuchar sus homilías.

 

Vida sencilla

En pocas ocasiones se le vio revestido con capisayos episcopales y dicen, que cuando le robaron de su armario de la Abade-Etxea de Urkiola los recuerdos que había traído de Ecuador, se sintió «aliviado» de la preocupación de cuidar cosas de valor.

Goian bego, D. Bittor.

 

 

Non solum sed etiam

Con la muerte de On Bittor se cierra un capítulo de la Historia no solo de las Misiones Diocesanas Vascas sino de la Iglesia Universal, porque Víctor Garaygordobil era el último de aquel primer grupo de ocho misioneros que partieron para Ecuador marcando un hito en el mundo de las misiones. La Diócesis de Vitoria, cuando en ella se reunían los tres Territorios Históricos, abrió el camino para que las Diócesis particulares pudieran hacerse cargo de una tarea que hasta entonces solo asumían congregaciones y la Santa Sede a través de Propaganda Fidei.

El espíritu misionero que ha caracterizado durante décadas a estas tierras del Norte, y especialmente a los Territorios de Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra, queda representado en esa hazaña eclesiástica, en el testimonio de aquellos pioneros y, hoy también en los frutos que de toda esa gran labor se empiezan a sentir, en tierras de Latinoamérica y de África.

On Bittor se va a la Casa del Padre, pero la semilla que muere da fruto, y nuevos brotes están surgiendo gracias a los cursos de formación Aldatus y Norte Sur.

Si bien es cierto que estas tierras vascas son desde hace tiempo tierras de misión, también siguen siendo tierra de misioneros y misioneras, como On Bittor.

Para leer el artículo completo de Txenti García, pincha aquí:

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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