¿Qué tal si dedicamos esta semana a hacerle una visita a Jesús, nuestro psicólogo de cabecera?
(José Luis Cortés, en Ciclo C -RD/Herder-).- Como en toda vida humana, la salud integral es cosa del cuerpo, pero también del alma; Jesús no es solamente nuestro médico, sino también nuestro consejero espiritual y «psicólogo» particular. ¿Y qué nos aconseja como psicólogo?
Pues, en primer lugar, paz interior (DOMINGO: «No os doy mi paz como la da el mundo») y serenidad frente a los disgustos (LUNES: «Os excomulgarán de la sinagoga»); pero también la resistencia en los momentos de crisis (MARTES: «Os conviene que me vaya») y, en general, la aceptación de nuestra verdad más plena (MIÉRCOLES: «El Espíritu os guiará hasta la verdad plena»).
Todo ello nos garantizará una salud mental y una alegría vital básicas (JUEVES: «Vuestra tristeza se convertirá en alegría»), que nada ni nadie podrá arrebatarnos (VIERNES); una alegría integral que solo puede sentir quien vive «a lo divino» (SÁBADO: «El Padre os quiere»).
¿Qué tal si dedicamos esta semana a hacerle una visita a Jesús, nuestro psicólogo de cabecera?
En esta semana nos preguntaremos por la «salud mental» y por la madurez de nuestra vida religiosa; en qué se halla anclada, cómo armonizamos fe y vida, o hasta dónde llega nuestra paz interior.