Guaita: "Es un ser humano con un sueño, que trabaja por ese sueño"
(J. Bastante).- «Tan importante es saber quién eres como la manera en que te comportas«. Un estilo de vida de uno de los grandes, de los más grandes, en el mundo de la danza. A la altura de Nureyev o o Maurice Béjart, Víctor Ullate presentó ayer sus memorias, «La vida y la danza» (La Esfera de los libros), escrito por nuestra colaboradora Carmen Guaita.
La presentación, que tuvo lugar en un abarrotado Teatro del Canal, se transformó en un emotivo homenaje al artista, y a la danza, a través de sus ojos, de la mirada que convirtió en literatura Carmen Guaita, y que anoche puso voz Pastora Vega. Desde sus inicios en Zaragoza al éxito en París, pasando por las incomprensiones, lesiones y dudas. Una vida cargada de emociones y de intensidad, que el propio Ullate resumió con estas palabras: «Nunca rendirse, nunca tirar la toalla, intentar superarse día a día«.
Carmen Guaita, por su parte, agradeció a Ullate haber querido compartir «un extraordinario viaje» por la vida del artista, «uno de los mejores bailarines del mundo», pero sobre todo «un ser humano con un sueño, que trabaja por ese sueño«.
Durante la presentación, participaron Víctor Ullate Roche, hijo del protagonista; el filósofo José Antonio Marina (que desveló que, antes de estudiar Filosofía, quiso ser bailarín); y el crítico Roger Salas, autor del epílogo, quien reivindicó el valor de la danza en nuestra sociedad. «Asumir que se hace cultura, hoy, no es un suicidio, pero casi». El acto concluyó con la melodía de la Barcarola, que tantos éxitos dio a Víctor Ullate.
Reseña del libro:
Víctor Ullate, una leyenda de la danza, bailarín, coreógrafo y maestro, rememora su vida en el transcurso de una intensa jornada.
Mientras da clase a sus alumnos, ensaya con su compañía, asiste a la representación de su obra Samsara y recibe el aplauso del público, su memoria viaja a través de su infancia, sus primeros pasos profesionales en la compañía de Antonio Ruiz Soler, sus triunfos con el Ballet del Siglo xx de Maurice Béjart, sus sinsabores como primer director del Ballet Nacional Clásico y la aventura de crear y mantener en auge durante veinticinco años a su propia compañía: el Víctor Ullate Ballet – Comunidad de Madrid.
De este viaje en el tiempo surge un retrato poliédrico de Ullate el gran bailarín y maestro, pero también de Víctor el hombre, siempre en busca de sí mismo, y de la danza, el arte que expresa todo lo animal y lo espiritual del ser humano porque olvida lo racional, que es la palabra.
«Estamos ante una biografía bastante fuera de los usos habituales, con un resultado de amenidad básicamente obtenida por los cambios de registro, los testimonios y los repetidos flash-back; su lectura no defrauda y hace pensar en todo lo que aún está por contar del baile español, sus avatares y nombres (…). Pero lo mejor, quizá lo más emocionante, es que incluso para algunos que presumimos de conocer muy bien a Víctor, este libro nos desvela, a su manera, al Ullate niño de Pedro y el lobo, pero también al carpintero que se hace sus propias repisas en Bruselas: la artesanía con las manos como metáfora sumaria de la del cuerpo: su instrumento de expresión». Roger Salas en el epílogo.