Estamos ante un hombre cristiano de un valor inigualable y promotor de una irresistible nueva orientación para la humanidad y la Iglesia
(Carlos Castillo Matasoglio, Teólogo de la PUCP, Lima, Perú)- Verbo Divino acaba de publicar la traducción española de «Buona Sera», el valioso, documentado y medular texto de Francesco Strazzari, Para conocer al Papa Bergoglio. He leído de golpe y de un solo tirón todo este excelente libro. No soy experto para agregar observaciones sobre aspectos biográficos del Papa en Argentina porque lo conozco, como todos, hace poco. Más bien me he enterado por este libro de los aspectos más relevantes y a la vez más profundos del Papa Bergoglio, que hacen honor al nombre del libro en la lengua de Cervantes.
Desde que uno comienza a leerlo entra en el conocimiento de situaciones sociales y políticas que dan contexto al personaje. Por eso no se trata de un historia de episodios anecdóticos, sino una narración que va esclareciendo hechos personales en distintos contextos sociales, sobre los cuales reacciona y responde Bergoglio de modo interesante, genial y evangélico. Debido a ello, uno que apenas se inicia en saber algo del personaje se encuentra ante una personalidad que actúa creativamente ante el mundo en que vive, y su aporte resuena en ese mundo con profundidad de fe.
Ya Ferdinand Braudel decía que la historia no es solo la de los grandes acontecimientos tipo Revolución Francesa, sino la de los personajes profundos que marcan definitivamente la historia en un antes y un después de ellos, como Jesús. El operar de Francisco introduciendo siempre el criterio de una fe auténtica, acerca a Bergoglio a este modo de hacer historia. Y Strazzarri ha sabido captar la médula de su modo de vivir, actuar, creer y pensar.
Ha tenido Strazzari la ventaja de testigos cercanos a Bergoglio y buena documentación al calor de los hechos (Peronismo, dictaduras, Kirchner, Iglesia argentina, Aparecida, Teología de la Liberación) que permiten esclarecer todas las dudas que han sido sembradas en estos meses sobre la firmeza y claridad de un hombre trejo.
Strazzarri lo presenta no como ideal de misericordia y bondad, sino como realidad viva de misericordia y bondad concretas, capaz de suscitar cambios desde su persona en el mundo argentino, tanto que nos permite prever lo que puede proyectarse para el próximo futuro sobre la Iglesia universal y sobre el mundo después de Bergoglio. Y eso es lo que se va sintiendo estos meses: que estamos ante un hombre cristiano de un valor inigualable y promotor de una irresistible nueva orientación para la humanidad y la Iglesia. Un personaje que va definiendo la historia y que nos define y llama a optar a todos, con su solo comportamiento.
En este libro Strazzarri además ha expuesto muy bien los principios teológicos, filosóficos y socio-humanos que concibe Bergoglio para resolver los graves problemas postmodernos, presentación de ideas clave de su pensamiento que resulta fantástica. Aquí Strazzarri se explaya en forma brillante, dando cuenta de los principios bergoglianos que recoge de cosas que como obispo y ahora como Papa suele decir en forma habitual y simple, mostrando la altura intelectual de un Pastor que sabe decir lo más complejo de la manera más sencilla.
Resulta de Bergoglio un perfil sólido, firme, abierto y creativo, que anticipa a la vez la personalidad inspiradora de la Iglesia que está llegando. Una Iglesia pobre y de los pobres que no resulta de la imposición desde las alturas, sino que se está ya suscitando como la nueva forma de solución de la crisis más grave que los católicos hemos sufrido en la historia moderna. Como dice Bergoglio, la autoridad que se impone a la fuerza está ya perdida, si la autoridad no es evidente, nada podrá restituirla, porque estará acabada.
Debemos agradecer al gran amigo Francesco Strazzarri por este excelente y precioso trabajo que permite que el Papa Bergoglio sea conocido desde el inicio hasta el final de la obra como un hombre humilde, pero serio y grande, de lenguaje metafórico y sencillo, pero de un alcance y profundidad teológicos sorprendentes. Un papa que nada tiene que envidiar a altura intelectual de Ratzinger o Paulo VI, una personalidad al alcance de la mano de los simples que conduce a la profundidad de Jesús, que remite a enfrentar con lucidez y aprecio los tiempos que corren.
Francesco Strazzarri ha sabido transparentar en este libro el ser más hondo de su gran tocayo.