Este libro no pretende ser un tratado de moral, sino solo una reflexión sobre el Decálogo, evitando ampliar sus límites
(Paulinas).- Luis González-Carvajal nos dice en esta obra que el Decálogo no son tanto diez mandamientos como diez palabras, diez instrucciones. Si al lector no le pareciera una expresión irreverente, nos atreveríamos a decir que es el Manual de Instrucciones del «Fabricante» de la humanidad.
El propósito, por lo tanto, de este novedoso e interesante libro, claro y de agradable lectura, es invitar a que los lectores saquen el Decálogo del baúl de los recuerdos en el que está guardado, para ayudarles a descubrir su vigencia y actualidad.
Las dos referencias ineludibles para su interpretación, clarificación y puesta al día serán la Sagrada Escritura y el mundo en que vivimos, averiguando lo que han dicho sobre él los mejores estudiosos de la Biblia y mostrando su vigencia y actualidad, para enfrentar los problemas y aspiraciones de nuestro mundo.
Este libro no pretende ser un tratado de moral, sino solo una reflexión sobre el Decálogo, evitando ampliar sus límites. De este modo se resalta más lo que constituye para el Señor la quintaesencia de la rectitud. Del mismo modo que existe una «jerarquía» entre las verdades de la fe, existe también una «jerarquía» entre las exigencias éticas.
Así descubrimos que las cosas no son buenas porque Dios las mande o malas porque las prohíba, sino precisamente al revés: Dios manda ciertas cosas porque sabe que son buenas para nosotros y prohíbe otras porque sabe que nos harían infelices y nos causarían daño.
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