Rafael Aguirre y Carlos Gil finalizaron su exposición remarcando la importancia de Jesús y reivindicando la vigencia de su mensaje en nuestro tiempo por su capacidad de acogida al diferente y al pobre
(Verbo Divino).- «Elogio de la heterodoxia: Jesús Pablo» ha sido el título de la conferencia organizada por el Aula de Cultura – Fundacion VOCENTO y que han dictado conjuntamente los profesores Rafael Aguirre y Carlos Gil con motivo de la publicación de sus libros: La memoria de Jesus y los cristianismo de los orígenes, de Rafael Aguirre y ¿Qué se sabe de… Pablo en el naciente cristianismo? de Carlos Gil , ambos publicados por Verbo Divino.
En su conferencia pusieron en relación dos personajes: Jesús de Nazaret y Pablo de Tarso, con continuas referencias a los métodos histórico-críticos.
Los autores se refirieron a la heterodoxia como opinión diferente y reflexión madura que va a lo fundamental y razonable. Ahondaron en Jesús y Pablo presentándolos como una referencia de profundidad y calidad humana. Su pensamiento ofreció otra manera de ver las cosas, una nueva realidad, una esperanza para aquellos considerados fracasados y que estaban en los márgenes.
Algo hubo en Jesús para que después de su muerte se hubieran extendido su mensaje, su recuerdo y su vida. Así como en Pablo que, aunque complejo y sencillo, fiel a su tradición judía, fue un gran creyente en Jesús. Pablo fue un personaje carismático, quizás arrollador, pero fiel a su personalidad, sin el cual no puede entenderse la extensión posterior del cristianismo.
En la conferencia se señalaron también las diferentes tipologías del cristianismo que se desarrolló en diferentes lugares; siempre caracterizado por ese talante abierto y respetuoso de las primeras comunidades. En ese tiempo se definió el ADN del cristianismo. Poco más tarde se daría un proceso de institucionalización, y hacia el año 180 se nota ya una organización eclesial.
Igualmente los autores apuntaron algunas aspectos novedosos de las comunidades de aquellos inicios del cristianismo que, aunque con mayor profundidad se pueden ver en las dos obras citadas, destacan por: los discípulos itinerantes de la primera generación; por ser comunidades abiertas y por la apertura a los paganos en la segunda generación; por la universalización, todos eran uno en Jesús.
También subrayaron de manera especial ambos autores el protagonismo que adquirió la mujer en aquel naciente cristianismo, lo que supuso una auténtica ruptura con la situación de marginación de la vida pública propia de la época.
Rafael Aguirre y Carlos Gil finalizaron su exposición remarcando la importancia de Jesús y reivindicando la vigencia de su mensaje en nuestro tiempo por su capacidad de acogida al diferente y al pobre.