os documentos en mi posesión son pruebas de mi honestidad y de las batallas que he llevado a cabo en contra de los abusos de mis superiores laicos cubiertos por algunos cardenales
Monseñor Nunzio Scarano, el prelado del Vaticano detenido por malversación de fondos, acusó, en una carta dirigida al papa Francisco, a cardenales de haber cubierto «abusos» financieros perpetrados por sus «superiores laicos» en el Vaticano.
«Los documentos en mi posesión son pruebas de mi honestidad y de las batallas que he llevado a cabo en contra de los abusos de mis superiores laicos cubiertos por algunos cardenales», escribió monseñor Scarano en el correo dirigido al papa Francisco y citado por la agencia ANSA.
El prelado detenido el 28 de junio por la policía italiana y acusado de haber servido de intermediario para transferencias sospechosas a través del conocido como Banco del Vaticano, actualmente bautizado como el Instituto para las Obras de Religión (IOR), responsabiliza de los hechos a la institución bancaria.
Precisa que las operaciones bancarias que efectuó en el IOR siempre fueron «por consejos de la dirección» y de «estos señores dirigentes».
«Santo Padre, jamás he blanqueado dinero negro, jamás he robado, he querido ayudar a personas que me pedían ayuda», indica Scarano, desde su célula de la cárcel romana de Regina Coeli.
El ex jefe de la contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA), la agencia que gestiona el patrimonio del Vaticano, asegura estar en posesión de documentos que prueban su buena fe y pide poder «entregarlos» al Papa en persona.
El ex contador de la APSA había sido suspendido de sus funciones en el seno del Vaticano un mes antes de su detención. Según la policía, ocultaba «al beneficiario real de las operaciones (efectuadas a través de cuentas que controlaba) y ocultaba la trazabilidad de estas sumas de dinero».
Según los investigadores, Scarano también usó cuentas bancarias del IOR para realizar transferencias a cuentas de amigos suyos, entre ellos para repatriar desde Suiza unos 20 millones de euros resultantes de un fraude fiscal por parte de una familia de armadores napolitanos.
El papa Francisco lanzó una limpeza en el seno del Instituto para las Obras Religiosas salpicado en el pasado por varios escándalos.
Instituyó a finales de junio una comisión formada por cuatro religiosos y una laica encargada de inspeccionar el IOR y de proponer una reforma cuyas grandes líneas deberían darse a conocer en octubre.
(RD/Agencias)