El secuestro y posterior asesinato de tres jóvenes israelíes y luego, en venganza, de un adolescente palestino no hicieron más que volver a prender la mecha de una bomba de tiempo que el Vaticano conoce muy bien
El Vaticano sigue con gran preocupación la dramática escalada del conflicto palestino-israelí, que ocurre apenas un mes y unos días después de la histórica plegaria por la paz en Medio Oriente entre Shimon Peres, Mahmoud Abbas y Francisco. Se espera que el Papa haga este domingo un llamamiento a poner fin a la violencia en Gaza durante el rezo del Angelus.
El retorno de los misiles, las sirenas, los muertos y el fantasma de una nueva guerra en Tierra Santa no fue una sorpresa en el Vaticano, a pesar de la iniciativa del Papa. Según subraya Elisabetta Piqué en La Nación, los mismos organizadores de la plegaria por la paz en Medio Oriente, como el padre franciscano Pierbattista Pizzaballa, no hacían más que repetir, en la víspera de ese histórico encuentro, que nadie esperaba que al día siguiente «estallara la paz» o se firmara un acuerdo, vista la volatilidad de la situación en el terreno.
El secuestro y posterior asesinato de tres jóvenes israelíes y luego, en venganza, de un adolescente palestino no hicieron más que volver a prender la mecha de una bomba de tiempo que el Vaticano conoce muy bien.
Ahora, más allá de una gran preocupación por lo que ocurre en Israel y Gaza, en el Vaticano recuerdan que la inédita iniciativa del Papa que juntó a Peres y Abbas en los Jardines del Vaticano para una oración por la paz jamás quiso ser de tipo político.