Telefónica pretende "ayudar humildemente" al Papa Francisco a "hacer un mundo mejor, más justo y solidario"
(José M. Vidal).- Telefónica se vuelca con la «televisión del Papa Francisco». César Alierta en persona bajó del olimpo del edificio de la Gran Vía madrileña, para participar en la presentación de Orbe 21. Y llegó a decir que incluir en su programación la emisión de este canal argentino creado por el cardenal Bergoglio es «lo más importante que ha hecho Telefónica este año». Mientras, su director, Julio Rimoldi, exultaba de alegrí y agradecimiento.
«De todas las cosas que ha hecho Telefónica este año, ésta es la más importante, por encima de las compras en Gran Bretaña y Brasil. Como presidente de Telefónica, esto es lo más motivador y lo más bonito que he tenido este año y el pasado», aseguró categórico Alierta, en la presentación del canal, en la sede de Telefónica en Madrid. Y añadía: «Me va a llenar el corazón».
Por eso, según Alierta, la compañía pretende «ayudar humildemente» al Papa Francisco a «hacer un mundo mejor, más justo y solidario». Con un canal que, como su nombre indica, está destinado a ser realmente global y abarcar el orbe entero y «tener una importancia total».
Por el momento, Orbe 21 va a llegar a los 600 millones de españoles y portugueses del mundo, pero con vocación de universalidad. En total, está presente en 38 países de América Latina y EE.UU., además de España, y ofrece una programación en la que se incluyen ‘magazines’ de actualidad, entrevistas, películas y series de televisión, documentales sociales, programación infantil programas culturales y, por supuesto, los viajes y las celebraciones del Papa Francisco.
Orbe 21 está incluida en el servicio de televisión de pago Movistar TV en España (frecuencia 118), Perú, Venezuela y, próximamente, en Chile. También se puede sintonizar a través de Internet (en la página web del canal, www.canalorbe21.com) y de la aplicación de la cadena para ‘smartphones’ y ‘tablets’ con sistema operativo Android e iOS.
Un canal ‘limpio’, de transmisión de valores, dirigido a la familia y que un niño pueda ver a cualquier hora del día. Y, sobre todo, «un canal para cumplir los deseos del Papa», según los directivos de Telefónica.
Por su parte el director y cofundador del canal Orbe 21, el argentino Julio Rimoldi, que trabajó 22 años al lado del actual Papa, contó el nacimiento y las características de la televisión de Bergoglio. Dijo, entre otras cosas, que, aunque Francisco no ve la tele ni usa el ordenador, «está absolutamente convencido de la importancia capital de los medios de comunicación».
Según Rimoldi, el Papa, «que, como bien jesuita, es muy pícaro», marcó las pautas del canal de televisión: «No quiero un canal que huela a sacristía. Quiero un canal humanista, de valores y para la familia». Eso sí, la dirección se la encomendó a Rimoldi, porque estaba convencido de que «tenía que ser una tarea de laicos, no de curas».
Para buscar otras experiencias similares, Rimoldi viajó a Italia y a España, donde le recibió el sacerdote Juan Pedro Ortuño («el ángel de la guarda de nuestro canal»), que le presentó al director mundial de contenidos de Telefónica, Luis Blasco, que le prometió la ayuda de la compañía de telefonía.
Y así fue creciendo el proyecto, avalado por Bergoglio, porque «el Papa cuando delega la tarea, delega también toda su confianza». De hecho, a veces llamaba a su televisión «el Titanic, porque se está hundiendo y ustedes siguen de pié».
El canal se fue consolidando y, ahora, de mano de Telefónica, quiere cubrir el mundo entero. La televisión global de un Papa global. Un Papa con un carisma extraordinario. Un Papa que, según Rimoldi, cambió tanto que hasta sabe contar chistes. «En Buenos Aires era muy difícil verlo sonreír y le gustaba contar chistes, pero los contaba mal. En Roma, cambió tanto, que hasta saber contar chistes».
Y Rimoldi contó a los presentes el último chiste del Papa:
-¿Sabes quién es el mejor jugador de ajedrez del mundo?
-Algún ruso, quizás.
-No. Es Moisés, que hizo tablas con Dios.
