Ante los problemas de la Iglesia es inútil buscar solucion en restauracionismo ni fundamentalismos, ni en la restauración de conductas y formas superadas
(José M. Vidal).- El cortejo del Papa Francisco, tras posarse su helicóptero en un campo de fútbol, llega a Florencia a bordo de su papamóvil, se detenien en la Plaza de San Marcos, para visitar el Baptisterio. Y ver de cerca uno de sus cuadros favoritos: la ‘Crucifixión blanca’ de Marc Chagall. A continuación el encuentro con los más de dos mil delegados del Congreso de la Iglesia italiana.
La comitiva papal se acerca al centro de Florencia. Las calles están repletas de gente con banderitas vaticanas. Acompañado del cardenal Betori, arzobispo dew Florencia, visita el Baptisterio y se detiene especialmente ante el cuadro de Chagall.
Sale del Baptisterio, atraviesa la plaza y entra en la vecina catedral de Santa Maria dei Fiori, acompañado del cardenal Bagnasco y de monseñor Galantino, presidente y secretario de la CEI. En el interior, mientras el coro canta, el Papa mira hacia la bóveda de la impresionante catedral.
Tras el canto, el saludo del cardenal Bagnasco, presidente del episcopado italiano. «Una Iglesia decidida a salir y a curar», dice. «Le damos gracias por su presencia entre nosotros, signo de su proximidad de pastor y de padre».
«Cuenta con nuestra cordial vecindad y con nuestra obediente colaboración y con nuestro afecto en los momentos de mayor prueba»
Tras las palabras del Papa, los testimonios. El primero, el de una mujer, Francesca, que cuenta el dolor por la muerte reciente de su padre. «Echo tanto de menos a mi padre».
El segundo testimonio es el de una pareja Pierluigi y Gabriela. Una pareja de divorciados vueltos a casar. «Tras el terremoto de la separación, no encontramos ayuda alguna». Les aconsejaron pedir la nulidad de sus anteriores matrimonios. Y la consiguieron. Se casaron y consiguieron resanar la relación con sus hijos. «Hemos experimentado la misericordia del Señor con estas criaturas heridas». Ahora trabajan en el centro de formación matrimonial de Betania, en Roma.
«Hemos conocido la misericordia y la ternura de los samaritanos». «HOy, nuestras heridas pueden contribuir a que florezca un nuevo humanismo».
El tercer testimonio es el del sacerdote albanés, Don Bledar, que trabaja en Florencia. Nació en Albania y, a los 16 años, se vino a Italia, con documentos falsos. «Anduve por diversas ciudades, durmiendo en las estaciones de tren. Vine a Florencia, porque un comapñero me dijo: ‘En Florencia se come y se duerme gratis'».
«Gritaba y lloraba sólo bajo el puente. Pedía limosnas en las iglesias de Florencia y un sacerdote se interesó por mí y me acogió en su casa como un hijo durante 9 años, hasta que murió».
«Me ayudó a conseguir un trabajo y entré en la Universidad, conseguí la carrera y entré en una multinacional. De vez en cuando iba a la misa. Entré en el seminario y soy sacerdote de Florencia».
«Tras 22 años, aquí, delante de usted, puedo afirmar que sigo recordando a aquel sacerdote que me acogió». «Te queremos tanto, Papa Francisco».
Algunas frases del discurso del Papa
«La cúpula de esta bellísima catedral está representado el jucio universal»
«Mirando esta cúpula, nos sentimos atraídos hacia lo alto»
«Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo»
«No debemos domesticar la potencia del rostro de Dios»
«Jesús es nuestro humanismo»
«Mirando su rostro, ¿qué vemos?»
«Ante todo, el rostro de un Dios vaciado, que asumió la condición de siervo, humillado»
«Como tantoshermanos nuestros humillados. Dios asumió su rostro»
«Si nos nos abajamos, no podremos ver su rostro»
«Nuestras palabras serán cultas y refinadas, pero no serán palabras de fe, sino palabras que resuenan en el vacío»
«Quiero presentar con sencillez, algunos rasgos del humanismo cristiano»
«Quiero presentaros al menos tres. El primer sentimiento es la humildad»
«La obsesión por conservar la propia gloria e influencia no debe formar parte de nuestros sentimientos»
«La gloria de Dios no coincide con la nuestra y que reluce en la humildad de la gruta de Belén o en la cruz de Cristo»
«Otros sentimiento de Jesús es el desinterés»
«Que nadie busque el propio interés, sino el de los otros»
«Tenemos que buscar la felicidad del que está a nuestro lado»
«La felicidad del cristianio no es narcisística y autorreferencial»
«No nos encerremos en las estructuras que nos dan una falsa protección ni en las costumbres en las que nos sentimos tranquilos»
«Nuestra fe es revolucionaria, con un impulso que viene del Espíritu Santo»
«El tercer sentimiento es el de la bienaventuranza»
«En las Bienaventuranzas, el Señor nos indica el camino. Recorriéndolo, podemos llegar a la felicidad auténticamente humana y divina»
«Hay mucha bienaventuranza en mucha de nuestra gente»
«Las Bienaventuranzas comienzan con una bendición y terminan con una promesa de consolación»
«Un camino de grandeza posible»
«Las Bienaventuranza no nos llevan al éxito»
«Están hechas de renuncia y escucha y acogida»
«Humildad, desinterés y beatitud: los tres rasgos del humanismo cristiano»
«Tres rasgos que le dicen algo a la Iglesia italiana, que hoy está reunida en un ejemplo de sinodalidad»
«No debemos obsesionarnos por el poder, aunque tome el rostro de un poder útil y funcional para la imagen funcional de la Iglesia»
«Una Iglesia que piensa en sí misma y en sus propiso intereses es una Iglesia triste»
«Una Iglesia con estos tres rasgos es una Iglesia que sabe reconocer la acción del Señor en el mundo, en la cultura y en la vida cotidiana de la gente»
«Lo repito hoy: Prefiero una Iglesia accidentada, herida y sucia, más que una Iglesia enfermeza por la cerrazón y por querer agarrarse a las propias seguridades»
«No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro»
«Sabemos que las tentaciones existen. Y hay muchas»
«Les presento al menos dos, no un elenco de tentaciones»
«Como aquellas quince que le dije a la Curia»
«La primera es la pelagiana, que impulsa a la Iglesia a no ser humilde, con la apariencia de un bien»
«Nos lleva a asumir un estilo de control, de dureza, de normatividad»
«La norma da al pelagiano la seguridad de sentirse superior»
«Ante los problemas de la Iglesia es inútil buscar solucion en restauracionismo ni fundamentalismos, ni en la restauración de conductas y formas superadas que ni siquiera culturalmente tineen capacidad de ser significativas»
«La docrtrina cristiana no es un sistema cerrado, sino viva y sabe inquietar, con un rostro no rígido, con carne tierna»
«La doctrina cristiana se llama Jesucristo»
«La reforma de la Iglesia y la Iglesia es semper reformanada, es ajena al pelagianismo»
«La Iglesia italiana se deje llevar por el soplo potente del Espíritu»
«Para navegar en mar abierto»
«Sea una Iglesia libre y abierta a los desafíos del presente, nunca en defensiva, por temer de perder algo»
«Que asuma el propósito de San pablo: ‘me hice débil con los débiles para ganar a los débiles…'»
«Una segunda tentación es la del gnosticismo, que lleva a confiar en el razonamiento lógico y claro, que pierde la ternura del hermano»
«Significa construir sobre arena y degenerar en intimismos»
«La Iglesia italiana tiene grandes santos»
«San Francisco de Asís y San Felipe Neri, pero incluso Don Camillo, que forma pareja con Peppone».
«Don Camiloo decía. Soy un pobre cura de pueblo, que conoce a sus parroquianos…cercanía a la gente y oración son la clave para vivir un humanismo cristiano popular, humilde, generoso y alegre»
«Si perdemos el contacto con el pueblo fiel de Dios no vamos a ninguna parte»
«¿Qué debemos hacer, padre? ¿Qué nos pide el Papa?»
«Pueblo y pastores juntos»
«Les invito a levantar la cabeza y contemplar el Ecce Homo que está sobre nuestras cabezas»
«Jesús come y bebe con los pecadores…y con la samaritana…se deja ungir por una prostituta…»
«A los obispos les pido que sean pastores, nada más»
«Sea ésta vuestra alegría: sólo pastores»
«Lo que hace estar de pié a un obispo, además de la oración, es su gente»
«Que nada ni nadie os quite la alegría de ser sostenidos por vuestro pueblo»
«No seáis predicadores de rígidas docrtrinas…apuntad a lo esencial, al kerigma, no hay nada más profundo»
«A la Iglesia italiana le pido la inclusión social de los pobres y la capacidad de encuentro y de diálogo»
«La opción por los pobres, testimoniada por toda la tradición de la Iglesia»
«Los pobres conocen bien el rostro de Cristo»
«Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos…y a ser sus amigos»
«Que Dios proteja a la Iglesia italiana de todo asomo de poder, de dinero..»
«Florencia, ciudad de la belleza…»
«Nuestros pobres tienen una medalla rota. Nosotros tenemos la otra mitad…»
«Os recomiendo la capacidad de diálogo y de encuentro. Dialogar no es negociar, sino buscar el bien común para todos, discutir juntos, enfadarse juntos, pensar en las soluciones mejores para todos»
«A veces, en el diálogo se da el conflicto. Y no debemos temerlo ni ignorarlo, sin aceptarlo»
«Construir con otros la sociedad civil»
«Frente al ‘homo homini lupus’ es el ‘ecce homo’ de Jesús»
«Que la Iglesia sea fermento de diálogo y de encuentro»
«No tengamos miedo del diálogo. El confronto y la crítica nos ayuda a preservar que la teología no se convierta en ideología»
«La mejor forma de dialogar es hacer cosas juntos, construir juntos, hacer proyectos»
«Los creyentes son ciudadanos. Y lo digo aquí, en Florencia, donde arte, fe y ciudadanía han estado siempre presente»
«La nación no es un museo»
«Jóvenes, sed fuertes. Superad la apatía. Que nadie desprecie vuestra juventud. Sed constructores de una Italia mejor. No miréis la vida desd el balcón»
«No vivimos una época de cambio, sino un cambio de época»
«Acompañad a los que han quedado al borde del camino»
«Construid plazas y hospitales de campaña»
«Me gusta una Iglesia italiana inquieta y cercana a los imperfectos, con el rostro de madre, que acaricia y acompaña»
«Sólo unas indicaciones para los próximos años»
«Buscad trabajar de una forma sinodal la ‘Evangelii gaudium’, para buscar concreciones e ideas prácticas»
«Sed creativos»
«Creed en el genio del cristianismo italiano, que no es patrimonio de una élite, sino de la comunidad del pueblos de este extraordinario país»
La ovación cerrada de toda la catedral, tras este discurso potente, profundo y profético. Un larguísimo discurso programático para la Iglesia italiana.