Cuando estés desesperado, mira la cruz. Ahí está el fracaso de Dios. Ahí está la destrucción de Dios, pero también un desafío a nuestra fe y la esperanza
(José M. Vidal).- Antes de la ceremonia de despedida y después de reunirse con los pobres de Kangemi, el Papa se fue al estadio de Nairobi para reunirse con los jóvenes.Y en un largo discurso improvisado respondió a sus preguntas. Les invitó a no dejarse arrastrar por el azúcar de la corrupción ni por el trribalismo, al tiempo que pedía a las autoridades «educación y trabajo para que los jóvenes no se vean seducidos por el reclutamiento».
Llega el Papa al estadio y es el delirio. Hasta le hacen la ola en un estadio repleto de gente.
El coro canta un himno más. La primera lectura de la carta a Timoteo, leída en braille por un niña ciega y la interpretación del ‘Ave María’, con orquesta y solistadel asentamiento de Korogocho.
Saludo del obispo encargado de la pastoral juvenil, monseñor Muheria: «Gracias, por ofrecerbnos este precioso momento»
«Los jóvenes están aquí para decirle lo mucho que lo admiran y cuánto lo quieren»
«Bendiga los árboles que van a plantar y bendiga sus vidas»
Testimonios
Comienzan los testimonios. El primero es el de una joven: «El 70% de la población de Kenia es joven. Somos una enorme mayoría de la población. Le pedimos que rece por nosotros. Algunos de nuestros desafíos son: El tribalismo»
«Se discrimina laboralmente en función de la tribu de cada cual»
«La corrupción es una plaga en nuestro país»
«¿Cómo podemos utilizar los medios para difundir la esperanza de Cristo?»
El segundo testimonio del joven Emmanuel, que le presenta la problemática de los jóvenes que sufren violencia y son reclutados como jóvenes soldados y le pide unas palabras para los jóvenes que no sienten «el cariño de sus familias».
Algunas frases del discurso improvisado del Papa
«Muchas gracias por todo»
«Existe una pregunta en la base de todas las preguntas que me hicieron Line y Manuel: ¿Por qué suceden las peleas, las muertes, las divisiones, los fantaismo, las destrucciones?»
«Por qué existe ese deseo de destruirnos?»
«En las primeras páginas de la Biblia, un hermano mata a otro hermano»
«El espíritu del mal nos lleva a la destrucción y a la desunión»
«Nos lleva al tribalismo, a la corrupción, a la drogadicción y a los fanatismos»
«¿Cómo hacer para que el fanatismo ideológico no nos robe un hermano y un amigo?»
«Hay una palabra que puede parecer incómoda, pero no la quiero evitar, porque ustedes la usaron antes que yo, cuando me trajeron contándome los rosarios que habían rezado por mí»
«La usó el obispo, cuando presentó la preparación para esta visita con la oración»
«Un hombre pierde lo mejor de su ser humano cuando se olvida de rezar»
«Porque se siente omnipotente, porque no siente necesidad de pedri ayuda ante tantas tragedias»
«La vida está llena de dificultades. Pero hay dos maneras de mirarlas: o como algo que te bloquea, te destruye y te detiene. o lo miras como una oportunidad»
«A vos te toca elegir. Para mí, una dificultad es un camino de destrucción o es una oportunidad para superar mi bien, el de mi familia, el de mis amigos y el de mi país»
«Chicos y chicas no vivimos en el cielo. Vivimos en la tierra»
«Y la tierra está llena de dificultades. La tierra está llena no sólo de dificultades, sino de invitaciones para desviarte hacia el mal»
«Hay algo que todos ustedes tienen, que dura un tiempo más o menos grande: la capacidad de elegir, qué camino quiero elegir, cuál de estas dos cosas quiero elegir: dejarme vencer por la dificultad o transformar la dificultad en una oportunidad»
«Algunas dificultades que son desafíos»
«Pero antes una pregunta: ¿Quieren superar los desafíos o dejarse vencer por ellos?»
«¿Son como los deportistas que, cuando juegan, quieren ganar o son como aquellos que vendieron la victoria y se pusieron la plata en el bolsillo. A ustedes les toca elegir»
«Un desafío que menciona Line es el del tribalismo»
«Tribalismo destruye una nación. El tribalismo es tener las manos atadas por detrás y tener una piedra en cada mano para tirársela al otro»
«Tribalismo sólo se vence con el oído, con el corazón y con la mano»
«Con el oído: ¿cuál es tu cultura, por qué eres así? ¿Por qué tu tribu tiene estas costumbres? ¿Tu tribu se siente inferior o superior?»
«Con el corazón. Abro el corazón, tras escuchar las respuestas y tiendo la mno para seguir dialogando»
«Si no dialogan y no se escuchan, siempre va a existir el tribalismo, que es una polilla que roe la sociedad»
«Ayer se declaró un día de oración y reconciliación»
«Los quiero invitar ahora a ustedes, jóvenes, a Line y a Manuel que vengan y que nos cojamos de la mano, de pie, cono un signo, contra el tribalismo. Todos somos una nación»
«Así tienen que ser nuestros corazones»
«El tribalismo es un trabajo de todos los días»
«Vencer el tribalismo es un trabajo de todos los días»
«Un trabajo del oído, del corazón y un trabajo de las manos, de darse las manos»
«Siéntense de nuevo»
«Otra pregunta es la de la corrupción»
«¿Se puede justificar la corrupción por el solo hecho de que todos somos pecadores y corruptos?»
«Cómo podemos comabtir el mal de la corrupción?»
«Recuerdo que, en mi patria, un joven de 22 años, quería dedicarse a la política. Estudiaba, entusiasmnado e iba de un lado para otro. Y consiguió un trabajo en un ministerio. UN día tuvo que decidir sobre qué cosa había que comprar. Y, entonces, pidió tres presupuestos. Los estudió y eligió el más barato, el más conveniente. Y fue a la oficina de su jefe para que lo firmara. ¿Por qué elegiste éste? Porque es el más conveniente para las finanzas del país. No, hay que elegir aquel que te den más para llevarte al bolsillo»
«Y el joven le contesta a su jefe: Vine a hacer política para hacer grande a la patria. Y yo hago política para robar»
«Un ejemplo, no más. Pero no sólo en la política, sino en todas las instituciones. Incluso en el Vaticano hay casos de corrupción»
«La corrupción es algo que se nos mete adentro. Es como el azúcar, es dulce, nos gusta, es fácil y, después, terminamos mal. Y, en vez de tanto azúcar fácil terminamos diabéticos o nuestro país termina diabético»
«Cada vez que aceptamos un soborno y lo metemos en el bolsillo destruimos nuestro corazón, nuestra personalidad y destruimos nuestra patria»
«Por favor, no le tomen el gusto al azúcar de la corrupción»
«Pero yo veo que todos se corrompen»
«Veo tanta gente que se vende por un poco de plata, sin preocuparse de la vida de los demás»
«Como en todo, hay que empezar. Si no quieres corrupción en tu corazón, en tu vida, en tu patria, empieza tú»
«Si no empiezas tú, tampoco va a empezar el vecino»
«La corrucpión, además, no roba la alegría, nos roba la paz»
«La persona corrupta no vive en paz»
«Una vez, en mi cuidad, murió un hombre que todos sabíamos que era un gran corrupto. Unos días después, pregunté cómo fue el funeral. Y una señora,con mucho buen humor, me contestóa: ‘Padre, no podían cerrar el ataúd, porque se quería llevar toda la plata que había robado»
«Lo que robas con la corrupción se queda aquí y lo va a utilizar otro, pero también va a quedar (y grabémoslo en el corazón) en el corazón de hombres y mujeres que quedaron heridos por tu corrupción»
«Va a quedar la falta de bien que pudiste hacer y no hiciste»
«Va a quedar el hambre y la enfermedad, porque el dinero que era para los enfermos te lo guardaste para ti»
«La corrupción no es un camino de vida, sino de muerte»
«¿Cómo usar los medios de comunicación para divulgar el mensaje de esperanza de Cristo y promover iniciativas justas para que se vea la diferencia?»
«El primer medio de comunicación es la palabra, el gesto, la sonrisa»
«El primer gesto de comunicación es la cercanía, es buscar la amistad»
«Si ustedes hablan bien entre ustedes, se sonríen,s e acercan como hermanos. Si están cerca uno de otro aunque sean de diversas tribus y si se acercan a los necesitados, al enfermo, al abandonado, al anciano que nadie visita, esos gestos de comunicación son más contagiosos que cualquier red de televisión»
«Espero que les haya decir algo que les pueda ayudar»
«Recen al Señor, para que les de la fuerza de destruir el tribalismo, para que les de el coraje de no dejarse corromper, para que les de el encanto de poder comunicarse como hermanos con una sonrisa, con una buena palabra, con un gesto, con cercanía»
«¿Qué podemos hacer para impedir el reclutamiento de nuestros seres queridos?»
«¿Qué podemos hacer para hacerlos volver?»
«¿Por qué un joven lleno de ilusiones se deja reclutar o busca ser reclutado?»
«Se aparta de su familia, de sus amigos, de su tribu, de su patria…Se aparta de la vida, porque aprende a matar»
«Tiene que hacer esta pregunta a sus autoridades: Si un joven o una joven no tiene trabajo, no puede estudiar, ¿qué puede hacer? O delinquir o caer en las drogas o suicidarse (en Europa las estadísticas de suicidio no se publican) o enrolarse enuna actividad que le de sentido a su vida, engañado, seducido»
«Lo primero que tenemos que hacer para evitar el reclutamiento de jóvenes es educación y trabajo»
«Si un joven no tiene trabajo, ¿qué futuro le espera?»
«Ahí entra la idea de dejarse reclutar»
«Si un joven no tiene posibilidades de educación, incluso de educación en oficios, ¿qué puede hacer?»
«Ahí está el peligro. Un peligro social, que está mas allá del país, porque depende de un sistema internacional que es injusto, que tiene en el centro de la economía no a la persona, sino al dios dinero»
«¿Cómo ayudarlo a volver. Rezar, primero, pero fuerte. Dios es más fuerte que todo reclutamiento. Y después, hablarle con cariño, simpatía y amor»
«Y con paciencia»
«Invitarlo a ver un partido de fútbol, a pasear, a entrar en el grupo, no dejarlo sólo. Eso es lo que se me ocurre ahora»
«Hay comportamientos que dañan. Comportamientos en los que se busca felicidad pasajera y terminan dañándote»
«Tu pregunta, Manuel, es de un profesor de teología: ¿Cómo entender que Dios es nuestro Padre, cómo ver la mano de Dios en las tragedias de la vida, cómo encontrar la paz de Dios?»
«Esta pregunta me la hacen los hombres y mujeres de todoe el mundo de una u otra manera. Y no encuentran explicación. Más aún, hay preguntas que por más que te rompas la cabeza, no vas a encontrar explicación»
«¿Cómo puedo ver la mano de Dios en una tragedia de la vida?»
«Hay una sola respuesta. No, no es respuesta. Hay un solo camino: mirar al Hijo de Dios, que lo entregó para salvarnos a todos. Dios mismo se hizo tragedia. Dios mismo se dejó destruir en la cruz».
«Cuando estés desesperado, mira la cruz. Ahí está el fracaso de Dios. Ahí está la destrucción de Dios, pero también un desafío a nuestra fe y la esperanza»
«Porque la histori ano terminó en ese fracaso, sino en la Resurrección, que nos renovó a todos»
«Le hago uan confidencia. Son las doce, ¿tiene hambre?»
«En el bolsillo llevo siempre un rosaro y una cosa que es la historia del fracaso de Dios, un pequeño viacrucis»
«Con estas dos cosas, me arreglo como puedo»
«Gracias a estas dos cosas, no pierdo la esperanza»
«Una última pregunta del teólogo Manuel»
«¿Qué hacer con los jóvenes que no son queridos por sus familias?»
«En todas partes hay chicos abandonados, cuando nacieron o porque los padres los abandonaron y no sienten el afecto de la familia»
«Por eso, la familia es tan importante. Defiendan la familia y defiéndanla siempre»
«No solo hay chicos abandonados, sino también ancianos abandonados, que están sin que nadie los visite o los quiera»
«¿Cómo salir de esa experiencia de abandono, de lejanía de amor?»
«Hay un sólo remedio para salir de esas experiencias: Hacer aquello que yo no recibí»
«Si no recibiste comprensión, sé comprensivo. Si no recibiste amor, ama a los demás. Si sentiste el dolor de la soledad, acércate a aquellos que están sólos. La carne se cura con la carne. Y Dios se hizo carne para curarnos a nosotros. Hagamos lo mismo nosotros con los demás»
«Ante de que el árbitro suene el silbato, es hora de terminar»
«Les agradezco de corazón que hayan venido, que me hayan permitido hablar en mi lengua materna, que hayn rezado tantos rosarios por mí y por favor les pido que sigan rezando por mí, porque yo también necesito y mucho. Cuento con sus oraciones. Y antes de irnos, nos ponemos de pie todos y recemos juntos a nuestro Padre del cielo. Que tiene un sólo defecto: no puede dejar de ser Padre»
Y el estadio entero reza el Padre Nuestro.
Transcripción de sus palabras:
Gracias por el Rosario que han rezado por mí. ¡Gracias! ¡Muchas gracias! Gracias por su presencia, su entusiasta presencia aquí. Y gracias Lynnet y gracias Manuel por sus reflexiones.
Existe una pregunta en la base de todas las preguntas que me hicieron Linet y Manuel: ¿por qué suceden las divisiones, las peleas, las guerras las muertes? Los fanatismos, las destrucciones entre los jóvenes, por qué existe ese deseo de destruirnos. En las primeras páginas de la Biblia, después de todas esas maravillas que hizo Dios, un hermano mata a otro hermano. El espíritu del mal nos lleva a la destrucción y el espíritu del mal nos lleva a la desunión, nos lleva la tribalismo, a la corrupción, a la drogadicción, nos lleva a la destrucción por los fanatismos. Manuel preguntaba: ¿Cómo hacer para que un fanatismo ideológico no nos robe a un hermano, no nos robe a un amigo?
Hay una palabra que puede parecer incómoda pero yo no la quiero evitar, porque ustedes la usaron antes que yo. La usaron cuando me trajeron contándome los Rosarios que habían rezado por mí, la usó el obispo cuando presentó que se prepararon para esta visita con la oración. Y lo primero que yo respondería es que un hombre, pierde lo mejor de su ser humano, una mujer pierde lo mejor de su ser humano cuando se olvida de rezar, porque se siente omnipotente, porque no siente necesidad de pedir ayuda delante de tantas tragedias. La vida está llena de dificultades pero hay dos maneras de mirar las dificultades, o lo mirás como algo que te bloquea, te destruye y te detiene o lo mirás como una oportunidad. A vos te toca elegir. ¿Para mí una dificultad es un camino de destrucción o es una oportunidad para superar en bien mío, de mi familia, de mis amigos y de mi país? Chicos y chicas no vivimos en el cielo, vivimos en la tierra y la tierra está llena de dificultades. La tierra está llena no sólo de dificultades sino de invitaciones para desviarte hacia el mal, pero hay algo que todos ustedes los jóvenes, que dura un tiempo más o menos grande: la capacidad de elegir. ¿Qué camino quiero elegir? ¿Cuál de estas dos cosas quiero elegir, dejarme vencer por la dificultad o transformar la dificultad en una oportunidad para vencer yo?
Y ahora algunas dificultades que ustedes nombraron, que son desafíos. Y entonces antes una pregunta: ¿Ustedes quieren superar los desafíos o dejarse vencer por los desafíos? ¿Ustedes son como los deportistas que cuando vienen a jugar al estadio quieren ganar o son como aquellos que ya vendieron la victoria a los otros y se pusieron la plata en el bolsillo? A ustedes les toca elegir. Un desafío que menciono Lynnet es el del tribalismo, el tribalismo destruye una nación. El tribalismo es tener las manos escondidas por detrás y tener una piedra en cada mano para tirársela al otro. El tribalismo sólo se vence con el oído, con el corazón y con la mano.
Con el oído. ¿Cuál es tu cultura, porque sos así? ¿Por qué tu tribu tiene estas costumbres? ¿Tu tribu se siente superior o inferior?
Con el corazón. Una vez que escuche con el oído las respuestas, abro el corazón y tiendo la mano para seguir dialogando. Si ustedes no dialogan y no se escuchan entre ustedes siempre va a existir el tribalismo que es como una polilla que va a roer la sociedad. Ayer, pero para ustedes lo hacemos hoy, se declaró un día de oración y de reconciliación. Yo los quiero invitar ahora a ustedes jóvenes, invitar a Lynnet y a Manuel que vengan y que todos nos tomemos de la mano, de pie, como un signo contra el tribalismo. Todos somos una nación, todos somos una nación. Así tienen que ser nuestros corazones. Y el tribalismo no es solamente un levantar las manos hoy. Este es el deseo, es la decisión. Pero el tribalismo es un trabajo de todos los días. Vencer el tribalismo es un trabajo de todos los días. Un trabajo del oído, escuchar al otro. Un trabajo del corazón, abrir mi corazón al otro y un trabajo de las manos, darse las manos unos con otros. ¡Y ahora nos damos las manos unos con otros!
Otra pregunta, que hizo Lynnet, es la de la corrupción. Y en el fondo me preguntaba: ¿Se puede justificar la corrupción por el solo hecho de que todos están pecando y siendo corruptos? ¿Cómo podemos ser cristianos y combatir el mal de la corrupción? Yo me acuerdo que en mi patria un joven de 20, 22 años, quería dedicarse a la política, estudiaba entusiasmado, iba de un lado para el otro. Y consiguió un trabajo en un ministerio. Un día tuvo que decidir sobre qué cosa había que comprar y entonces pidió 3 presupuestos, los estudió y eligió el más barato, el más conveniente y fue a la oficina de su jefe para que lo firmara». ¿Por qué elegiste este? «Porque hay que elegir el más conveniente para las finanzas del país. No. Hay que elegir aquel que te den más para ponerte en el bolsillo. Y el joven le contesta a su jefe: «yo vine a hacer política para hacer grande a la patria». Y el jefe le contesta: «Y yo hago política para robar». Esto es un ejemplo no más. Pero no sólo solo en la política, en todas las instituciones, incluso en el Vaticano, hay casos de corrupción. La corrupción es algo que se nos mete adentro. Es como el azúcar, es dulce, nos gusta, es fácil. ¡Y después terminamos mal y después de tanta azúcar fácil terminamos diabéticos o nuestro país termina diabético! Cada vez que aceptamos una coima y la metemos en el bolsillo destruimos nuestro corazón, destruimos nuestra personalidad y destruimos nuestra patria. ¡Por favor, no le tomen el gusto a esa azúcar que se llama corrupción! «Padre, pero yo veo que todos corrompen». Yo veo tanta gente que se vende por un poco de plata, sin preocuparse de la vida de los demás. Como en todas las cosas, hay que empezar. Si no querés corrupción, en tu corazón, en tu vida, en tu patria, empezá vos. Si no empezás vos, tampoco va a empezar el vecino.
La corrupción además nos roba la alegría, nos roba la paz. La persona corrupta no vive en paz. Una vez – esto es histórico lo que les voy a contar – en mi ciudad murió un hombre que todos sabíamos que era un gran corrupto. Yo pregunté unos días después cómo fue el funeral y una señora con mucho buen humor me contestó: «Padre, no podían cerrar el cajón porque se quería llevar toda la plata que había robado». Lo que vos robás con la corrupción va a quedar acá y lo va a usar otro. Pero también va a quedar – y esto grabémoslo en el corazón – en el corazón de tantos hombres y mujeres que quedaron heridos por tu ejemplo de corrupción. Va a quedar en la falta de bien que pudiste hacer y no hiciste. Va a quedar en los chicos enfermos, con hambre, porque el dinero que era para ellos por tu corrupción te lo guardaste para vos. Chicos y chicas, la corrupción no es un camino de vida, es un camino de muerte.
Había una pregunta sobre cómo usar los medios de comunicación para difundir el mensaje de esperanza de Cristo y promover iniciativas justas para que se vea la diferencia. El primer medio de comunicación es la palabra, es el gesto, es la sonrisa. El primer gesto de comunicación es la cercanía, el primer gesto de comunicación es buscar la amistad. Si ustedes hablan bien entre ustedes, se sonríen, se acercan como hermanos, si ustedes están cerca uno de otros, aunque sean de diversas tribus, y si ustedes se acercan a los que necesitan, al que es pobre, al enfermo, al abandonado, al anciano a quien nadie visita, esos gestos de comunicación son más contagiosos que cualquier red de televisión.
De las tres preguntas creo que algo dije que les puede ayudar. Pero pídanle mucho a Jesús, recen al Señor para que les de la fuerza de destruir el tribalismo, que sean todos hermanos. Para que les dé el coraje de no dejarse corromper, para que les dé el encanto de poder comunicarse como hermanos, con una sonrisa, con una buena palabra, con un gesto de ayuda, con cercanía.
Manuel hizo preguntas incisivas también. Me preocupa la primera que hizo él. ¿Qué podemos hacer para evitar el reclutamiento de nuestros seres queridos? ¿Qué podemos hacer para hacerlos volver? Para responder esto tenemos que saber por qué un joven lleno de ilusiones se deja reclutar o va a buscar ser reclutado y se aparta de su familia, de sus amigos, de su tribu, de su patria, se aparta de la vida porque aprende a matar. Y ésta es una pregunta que ustedes tienen que hacer a todas las autoridades. Si un joven o una joven no tiene trabajo, no puede estudiar, ¿qué puede hacer? O delinquir, o caer en las dependencias, o suicidarse. En Europa las estadísticas de suicidio no se publican. O enrolarse en una actividad que le muestre un fin en la vida, engañado o seducido. Lo primero que tenemos que hacer para evitar que un joven sea reclutado o quiera ser reclutado, es educación y trabajo. Si un joven no tiene trabajo, ¿qué futuro le espera? Y ahí entra la idea de dejarse reclutar. Si un joven no tiene posibilidades de educación, incluso de educación de emergencia, de pequeños oficios, ¿qué puede hacer? Ahí está el peligro. Es un peligro social que está más allá de nosotros, incluso más allá del país, porque depende de un sistema internacional que es injusto, que tiene al centro de la economía no a la persona sino al dios dinero. ¿Qué puedo hacer para ayudarlo o hacerlo volver? Primero, rezar por él, pero fuerte, ¡Dios es más fuerte que todo reclutamiento! Y después, hablarle con cariño, con simpatía, con amor y con paciencia, invitarlo a ver un partido de futbol, invitarlo a pasear, invitarlo a estar juntos en el grupo. No dejarlo solo. Eso es lo que se me ocurre ahora.
Evidentemente hay comportamientos que dañan, comportamientos que se busca felicidad pasajera y terminan dañándote. La pregunta que vos me hiciste Manuel es una pregunta de un profesor de teología: ¿cómo podemos entender que Dios es nuestro padre, cómo podemos ver la mano de Dios en las tragedias de la vida, cómo podemos encontrar la paz de Dios? Estas preguntas se las hacen los hombres y las mujeres de todo el mundo de una u otra manera y no encuentran explicación. Más aun, hay preguntas que por más que te rompas la cabeza pensando, no vas a encontrar explicación. ¿Cómo puedo ver la mano de Dios en una tragedia de la vida?
Hay una sola, iba a decir una sola respuesta, no. No, no es respuesta. Hay un solo camino: mirá al Hijo de Dios. Dios lo entregó para salvarnos a todos. Dios mismo se hizo tragedia. Dios mismo se dejó destruir en la cruz. Y cuando estés que no entendés algo, cuando estés desesperado, cuando se te viene el mundo encima, mirá la Cruz. Ahí está el fracaso de Dios, ahí está la destrucción de Dios. Pero también ahí está un desafío a nuestra fe, la esperanza, porque la historia no terminó en ese fracaso sino en el Resurrección que nos renovó a todos.
Les voy a contar una confidencia – y son las 12 tienen hambre? Les voy a contar una confidencia. Yo en el bolsillo llevo siempre 2 cosas: un Rosario para rezar y una cosa que parece extraña, que es esto, y esto es la historia del fracaso de Dios, es un Vía Crucis, un pequeño Vía Crucis. Es cómo Jesús fue sufriendo desde que lo condenaron a muerte hasta que fue sepultado. Con estas dos cosas, me arreglo como puedo, pero gracias a estas dos cosas, no pierdo la esperanza.
Y una última pregunta también del teólogo Manuel: ¿qué palabras tiene para los jóvenes que no experimentan amor de su familia? ¿Es posible salir de esa experiencia? En todas partes hay chicos abandonados o porque los abandonaron cuando nacieron o porque la vida los abandonó, la familia, los padres y no sienten el afecto de la familia. Por eso la familia es tan importante. Defiendan la familia. Defiéndala siempre. En todas partes no sólo hay chicos abandonados, sino también ancianos abandonados que están sin que nadie los visite, sin que nadie los quiera. ¿Cómo salir de esa experiencia negativa de abandono, de lejanía de amor? Hay un sólo remedio para salir de esas experiencias: hacer aquello que yo no recibí. Si vos no recibiste comprensión, sé comprensivo con los demás. Si vos no recibiste amor, amá a los demás. Si vos sentiste el dolor de la soledad, acércate a aquellos que están solos. La carne se cura con la carne y Dios se hizo carne para curarnos a nosotros. Hagámos lo mismo nosotros con los demás.