Con memoria, fidelidad y oración, con estas tres columnas, la perla del África seguirá siendo perla y no sólo una palabra del diccionario
(José M. Vidal).- El Papa se reúne con los suyos en la catedral de Kampala. Y, en un discurso vibrante e improvisado, Francisco les insta a no vivir «de las rentas» de un pasado glorioso procedente de los mártires y a cultivar la memoria, la fidelidad y la oración. Para no «guardar la perla de África en un museo» y para «no renguear de las dos piernas y llevar una doble vida». Un buen tirón de orejas al aburguesado clero ugandés.
Aquí, en esta misma catedral, estuvieron también Pablo VI en 1969 y Juan Pablo II en 1993. A la entrada, el párroco le da a besar el crucifijo. Cuando entra en el templo, monjas, frailes, curas y seminaristas enardecen de júbilo y fervor.
Un obispo le da la bienvenida al Papa. «Nos comprometemos en la noble causa de la ‘Laudato si’ y a vivir el Año de la Misericordia».
A continuación, un sacerdote se dirige al Papa y le dice que su visita les «confirma en la fe y en el sacerdocio».
«Siguen creciendo las vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio».
Una monja, en nombre de la asociación de religiosas, también saluda al Papa. «Santidad, somos bendecidos por su presencia en medio de nosotros».
«Los consagrados debemos llevar la alegría al mundo. Seremos testimonio de la alegría, con atención a los pobres».
Trancripción del discurso improvisado del papa
«Tres cosas les quiero decir. Primero, Moisés recuerda a su pueblo: No olviden. Y lo repite varias veces: No olvidar. No olvidar lo que Dios hizo por el pueblo. Pidan la gracia de la memoria. Por la sangre de los católicos ugandeses corre la sangre de los mártires. No pierdan la memoria de esta semilla. Para que así sigan creciendo».
«El principal enemigo de la memoria es el olvido. Pero no es el más peligroso. El enemigo más peligroso de la memoria es acostumbrarse a heredar los bienes de los mayores. La Iglesia en Uganda no puede acostumbrarse nunca al recuerdo lejano de sus mártires».
«Mártir significa testigo. La Iglesia en Uganda, para ser fiel a esa memoria, tiene que seguir siendo testigo. No tienen que vivir de rentas. Las glorias pasadas fueron el principio, per ustedes tienen que hacer las glorias futuras. Ése es el encargo que les da la Iglesia: que sean testigos, como los mártires que dieron la vida por el Evangelio»
«Segunda palabra: Para ser testigos es necesaria la fidelidad. Fidelidad a la memoria, fidelidad a la propia vocación y fidelidad al celo apostólico. Fidelidad significa seguir el camino de la santidad. Significa hacer lo que hicieron los testigos anteriores, ser misioneros. Quizás en Uganda hay diócesis con muchos sacerdotes y otras, con pocos. Fidelidad significa ofrecerse al obispo paar ir a otra diócesis que necesita misioneros».
«Y esto no es fácil. FIdelidad significa perseverancia en la vocación. Quiero agardecer de una manera especial el ejemplo de fidelidad que me dieron las hermanas de la Casa de la Misericordia. Fidelidad a los pobres, a los enfermos, a los más necesitados, porque Cristo está allí»
«Uganda fue regada con sangra de mártires, de testigos. Hoy es necesario seguir regándola. Y, para eso, nuevos desafíos, nuevos testimonios, nuevas misiones».
«Si no, van a perder la gran riqueza que tienen. Y la perla de África terminará guardada en un museo. Porque el demonio ataca así, de a poquito. Estoy hablando no sólo para los sacerdotes, sino también para los religiosos. Los sacerdote solo quise decir de una manera especial respecto al problema de la misionariedad. Que las diócesis con mucho clero lo ofrezcan a las de menos clero. Así Uganda seguirá siendo misionera».
«Memoria que significa fidelidad y fedelidad que sólo es posible con la oración. «Si una religiosa o un religioso deja de rezar o reza poco, porque dice qque tiene mucho trabajo, está perdiendo la fidelidad».
«Oración que significa también humillación e ir al confesonario. No se puede renguear de las dos piernas. No podemos llevar doble vida. Si eres pecador, pide perdón, pero no mantengas escondido lo que Dios no quiere. No mantengas escondida la falta de fidelidad. No encierres en el armario la memoria»
«Memoria, fidelidad y oración, que siempre empieza reconociéndose pecador. Con estas tres columnas, la perla del África seguirá siendo perla y no sólo una palabra del diccionario. Que los mártires que dieron fuerza a esta Iglesia les ayuden a seguir adelante en la memoria, en la fidelidad y en la oración. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí»
«Ahora los invito a rezar todos juntos un avemaía a la Virgen»
Y el acto concluye con la bendición del Papa y con un canto con el que el clero saluda al Papa, en su último acto del Papa en Uganda. Mañana, rumbo a la RCA, su etapa más arrriesgada, pero también la más evangélica de su viaje al África.