No solo tienen que decir palabras sino que tienen que aportar soluciones reales ante el dolor de las víctimas y reconstruir la vida de las víctimas con todos los medios que la Iglesia Católica tenga a su alcance
Familiares y víctimas que sufrieron en el pasado abusos sexuales por parte de miembros del clero en Australia pidieron hoy en Roma al cardenal George Pell, al papa Francisco y a la Iglesia Católica que dejen las palabras y emprendan «acciones reales» para evitar que se repitan casos similares.
El cardenal Pell, prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, testificará hoy en Roma, a partir de las 22.00 horas locales (21.00 GMT) por videoconferencia.
Lo hará ante una comisión gubernamental que investiga casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica en Australia y que ocurrieron en diócesis australianas mientras Pell ejercía como sacerdote o arzobispo entre los años 70 y 90.
«Esto tiene que cambiar, (la Iglesia Católica) tiene que comprometerse con las víctimas. No solo tienen que decir palabras sino que tienen que aportar soluciones reales ante el dolor de las víctimas y reconstruir la vida de las víctimas con todos los medios que la Iglesia Católica tenga a su alcance», afirmó Anthony Foster .
«No valen unas cuantas palabras, incluso el papa Francisco ha pedido perdón y se ha reunido con algunas víctimas, un número muy pequeño comparado con la gran cantidad de víctimas (que hay)», agregó.
Foster ha acudido a Roma junto con su mujer, Chrissie, y otras víctimas australianas que sufrieron abusos por parte de sacerdotes en el pasado.
Emma y Katie Foster, hijas del matrimonio Foster, sufrieron abusos en su niñez, en los años 80, y, tras aquellos episodios, según sus padres, la primera se suicidó y la segunda fue atropellada por un coche mientras caminaba ebria.
Su historia fue contada por su madre, Chrissie, en un libro titulado «Hell on the Way to Heaven» («Infierno en el camino al cielo»), publicado también en Italia.
Ahora, se encuentran en Roma para asistir a la comparecencia que efectuará Pell ante la comisión que investiga estos casos.
«Esperamos escuchar la verdad, humildad, queremos escuchar lo que el cardenal Pell sabía, su conocimiento sobre la organización y lo que hizo, lo que podía haber hecho para proteger a nuestras hijas y a otros cientos y cientos, probablemente miles, de niños», reconoció Foster.
«Queremos acciones reales de la Iglesia Católica para ayudar a las víctimas a volver a sus vidas, a reconstruir sus vidas. Y hasta ahora eso no ha ocurrido», agregó.
Pidió que la Iglesia Católica «escuche a las víctimas» y dé signos de «un gesto claro que demuestre una preocupación real» por ellas, algo que, consideró, no ha «ocurrido en el pasado».
Otro de los «supervivientes», como así les gusta llamarse, que ha viajado a Roma para escuchar a Pell es Steven Woods que, como dos de sus hermanos, sufrió abusos reiterados en su infancia.
Woods reconoció que ha viajado a la capital italiana con la voluntad de «escuchar al cardenal Pell decir la verdad, ser honesto y amable por una vez» para conocer lo que ocurrió con «los casos de abusos ocultados que ocurrieron durante muchas décadas».
«Sabemos que la Iglesia Católica quiere involucrarse y creemos que al final lo hará porque hay muchos devotos que quieren ver Justicia, que quieren ver cómo sale la verdad a la luz», sentenció.
En la misma línea se mostró Phil Nagle, quien destacó que hoy Pell «tiene una oportunidad para demostrar» que «dice la verdad y es honesto», algo que, opinó, «desafortunadamente en el pasado no ha ocurrido».
(RD/Agencias)