La europeización es "una oportunidad para una política armamentística más restrictiva", ya que "una reducción de las capacidades de producción podría reducir la presión a la exportación"
Las Iglesias católica y protestante de Alemania criticaron hoy que el Gobierno se escude en la cooperación europea en materia de armamento para legitimar exportaciones a terceros países considerados no democráticos o situados en zonas de crisis y de conflicto.
Así ocurre ya con los suministros de componentes a empresas francesas y británicas, denunció el presidente del grupo de expertos de la Conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo (GKKE), Max Mutschler, durante la presentación en Berlín del vigésimo informe sobre exportación de armas.
Citó como ejemplo el caso de componentes integrados en sistemas de armamento y munición que después fueron exportados a Arabia Saudí, algo que la GKKE considera una «clara violación de los criterios alemanes y europeos de exportación de armamento».
Mutschler subrayó que fusiones como las de la alemana Krauss-Maffei-Wegmann y la francesa Nexter en julio del año pasado no pueden tener como consecuencia «que se rebajen los estándares alemanes para las exportaciones o, en su defecto, se esquiven».
Este proceder subraya que la europeización de la industria armamentística «debe ir precedida urgentemente de un fortalecimiento del control de las exportaciones a nivel de la Unión Europea», sin que bajo el lema de la «armonización» se caiga en «una rebaja de hecho de los estándares existentes», indicó.
Por contra, subrayó que esta europeización alberga también «una oportunidad para una política armamentística más restrictiva», ya que «una reducción de las capacidades de producción podría reducir la presión a la exportación».
Por su parte, el presidente católico de la GGKE, Karl Jüsten, reclamó que las exportaciones a terceros países -un 59 % de autorizaciones en 2015-, sobre todo en zonas de crisis y de conflicto, deberían tener lugar «sólo en casos concretos justificados».
Así, Catar, «que viola masivamente los derechos humanos y apoya a islamistas en todo el mundo», fue en 2015 el primer país receptor, con armamento recibido por valor de 1.660 millones de euros», mientras que en 2015 y la primera mitad de 2016 se firmaron autorizaciones para exportaciones a Arabia Saudí por valor de más de 750 millones de euros, precisó.
Pero tanto Catar como Arabia Saudí, indico, participan de forma activa en el conflicto armados en el Yemen, «en el que el derecho internacional humanitario es pisoteado», afirmó.
Por su parte, el presidente protestante de la GGKE, Martin Dutzmann, exigió «una revisión de los principios legales» en materia de control de exportaciones de armamento que adopte los criterios de la postura común europea, contribuya a elevar la transparencia y a reforzar los poderes de control del Parlamento.
«Desde hace años, las Iglesias lamentan la persistente contradicción entre principios legales, directrices políticas y la voluntad declarada de una política restrictiva de exportación de armamentos por un lado, y una práctica de autorizaciones todo menos restrictiva por el otro», dijo.
Los desarrollos positivos registrados en esta legislatura, como el descenso de las exportaciones de armas de pequeño calibre y el aumento de la transparencia en lo que se refiere a las decisiones políticas relativas a las exportaciones de armamento «no deben depender de la buena voluntad del próximo gobierno», subrayó. (RD/Agencias)