Las noticias desde Berlín me han afectado mucho. Violencia en un mercado navideño es lo contrario de lo que querían sus visitantes. Mi simpatía con las familias de los fallecidos y heridos. Rezaré por todos ellos
(C. Doody/Agencias).- «En este momento difícil para la ciudad de Berlín y para el país, es importante que nos mantengamos unidos como sociedad y que permanezcamos juntos». El presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx, ha difundido un comunicado en el que ha condenado el atentado terrorista en un mercado navideño berlinés.
«Las noticias desde Berlín me han afectado mucho. Violencia en un mercado navideño es lo contrario de lo que querían sus visitantes. Mi recuerdo a las familias de los fallecidos y heridos. Rezaré por todos ellos. En este momento difícil para la ciudad de Berlín y para el país, es importante que nos mantengamos unidos como sociedad y que permanezcamos juntos».
El cardenal Marx se sumó así a los sentimientos de dolor expresados por el arzobispo de Berlín, Heiner Koch, a pocas horas de haberse producido el atentado.
En un primer tuit el arzobispo Koch agradeció «a las fuerzas de seguridad, a los paramédicos y al personal de los servicios de emergencia» que tan rápidamente acudieron al lugar del ataque.
El prelado también usó su cuenta de Twitter para anunciar que este martes 20 de diciembre al mediodía habrá un servicio de oración por las víctimas y sus familiares en la Catedral de Santa Hedwig.
El atentado al mercado de la Breitscheidplatz -uno de los mercados navideños más célebres de Alemania, en el distrito berlinés de Charlottenburg- se ha saldado hasta el momento con 12 fallecidos y más de veinte heridos. Otras 30 personas más se encuentran hospitalizadas en estado de shock. El ataque tuvo lugar al lado de una de las iglesias más emblemáticas de la ciudad, el templo luterano Del Recuerdo, iglesia en la que han abierto un libro de condolencias y que verá esta tarde un acto de oración por las víctimas.
Este último acto de violencia terrorista en Alemania, país que ha sufrido numerosos tiroteos y detonaciones de bombas cometidos por radicales a lo largo de 2016, guarda cierto parecido con la masacre perpetrada este julio en la ciudad francesa de Niza, cuando terroristas utilizaron el mismo método de embestir un camión contra una multitud de gente en una área muy concurrida de peatones.