En el proceso están los testigos de su asesinato, "pero también los que le frecuentaron de forma más cercana, su familia, otros curas, parroquianos o amigos"
(Jesús Bastante/Agencias).- «Es un mártir». El Papa Francisco así consideró, el pasado mes de agosto, al sacerdote Jacques Hamel, degollado por dos yihadistas el 26 de julio cuando celebraba misa en la iglesia de Saint Etienne de la localidad de Rovuvray, en la Bretaña francesa. Medio año después, y tras el preceptivo aval de Roma, la diócesis de Ruán ha anunciado la apertura del proceso de beatificación del religioso.
El procedimiento, en un primer momento, consistirá en la investigación diocesana de la muerte del candidato a mártir y, posteriormente, el examen de la causa en Roma, según ha indicado el obispado en un comunicado.
«Si se cierra de forma positiva -ha agregado-, el martirio del padre Jacques Hamel será reconocido oficialmente según el criterio de la Iglesia católica: haber sufrido la muerte por su fe en Jesucristo«.
Hamel, de 86 años, fue decapitado cuando dos yihadistas de 19 años, Adel Kermiche y Abdel Malik Petitjean, irrumpieron en su iglesia mientras celebraba una eucaristía. El sacerdote fue encerrado junto a dos monjas y dos fieles, que sobrevivieron y darán testimonio del martirio del sacerdote en el proceso.
La diócesis de Ruán ha recordado que el papa Francisco dispensó este caso del plazo de cinco años que tienen que pasar tras la muerte de una persona para iniciar el proceso de beatificación.
En la fase de investigación, la diócesis ha hecho un llamamiento a todos los testimonios de fieles, aunque muchos de ellos ya han comenzado a relatar las circunstancias de la muerte y de la vida del sacerdote.
Entre ellos -ha señalado- están los testigos de su asesinato, «pero también los que le frecuentaron de forma más cercana, su familia, otros curas, parroquianos o amigos».
Un grupo de teólogos examinará también los textos escritos por Hamel, tanto sus sermones y homilías como los publicados en el boletín parroquial. Cerrada esta parte del proceso, el caso será examinado en Roma. Y, si procede, se declarará su beatificación como mártir de la fe.