Ridsdale "no tenía límites", recalca la sentencia. Ni en su propia familia, pues llegó a abusar de su propio sobrino, David, quien denunció, sin éxito, ante las autoridades religiosas
(Jesús Bastante/Agencias).- Se llama Gerald Ridsdale, y es uno de los pederastas en serie más peligrosos de Australia. El ex sacerdote, de 83 años, quien ya cumple condena por abusar de medio centenar de niños durante tres décadas, ha vuelto a ser condenado a otros 11 años de prisión por violar a otros 12 menores.
El religioso compartió residencia en la diócesis de Ballarat, durante la década de los 70, con el cardenal Pell, actualmente acusado de abusos, cargos que le han obligado a pedir una excedencia como «superministro» de Economía vaticano, y a desplazarse al continente para defenderse.
Ridsdale formaba parte de una red de sacerdotes pederastas que, según la Justicia australiana, actuó con total impunidad en la diócesis de Ballarat. Junto a él, se encontraban el director del colegio Saint Alipius, Robert Best, y los sacerdotes Edward Dowlan, Stephen Farrel y Gerald Fitzgerald, todos ellos condenados por pederastia excepto este último, quien murió en 1987 mientras era investigado.
Ridsdale «no tenía límites», recalca la sentencia. Ni en su propia familia, pues llegó a abusar de su propio sobrino, David, quien denunció, sin éxito, ante las autoridades religiosas. Casi todas las víctimas sufrieron los abusos en la escuela Saint Alipius, considerado el «paraíso de pederastas».
«Sus acciones fueron violentas y abusivas. Se aprovechó de su posición de poder y de confianza con los demandantes», recalca la Justicia australaian en su fallo, subrayando que Ridsdale «siempre supo que lo que estaba haciendo estaba mal. No tenía límites, llevando a cabo abusos en su iglesia, en el confesionario y en varios presbiterios«.
Con esta nueva condena Ridsdale suma abusos a un total de 65 personas. El cura está en prisión desde 1994, y podría haber optado a la libertad condicional en 2019, posibilidad que se retrasa con la nueva condena.
En 2012 el gobierno australiano puso en marcha una comisión especial para investigar casos de abusos sexuales a menores en todo el país, cometidos en iglesias, orfanatos, escuelas o gimnasios. Un total de 4.444 casos fueron denunciados entre 1980 y 2015.
Las denuncias acabaron alcanzando al cardenal George Pell, consejero directo del papa Francisco, declaró como imputado por presuntos abusos a menores el 18 de julio en Australia, donde oficialmente miles de casos denunciados entre 1980 y 2002 implican al 7% de los sacerdotes del país.