El cardenal celebra una misa en Hiroshima

Filoni recuerda que la misión no es «adoctrinamiento» ni «proselitismo»

"Se adhiere al Evangelio por atracción", dice el Prefecto del dicasterio misionero

Filoni recuerda que la misión no es "adoctrinamiento" ni "proselitismo"
Visita del cardenal Fernando Filoni a Japón Agencias

Aún hoy hay otros impedimentos no menos graves al anuncio del Evangelio: "la mentalidad secular, el hedonismo, la indiferencia, la idolatría del bienestar y del dinero"

La proclamación del Evangelio «no es adoctrinamiento, ni imposición o un forzar las mentes y los corazones». Se adhiere al Evangelio no por «proselitismo ideológico» sino por «atracción», con la «libertad interior de quienes descubren ser hijos de Dios».

Con estas palabras, siguiendo la enseñanza del Papa Benedicto XVI y del Papa Francisco, el cardenal Fernando Filoni ha recordado el dinamismo de la difusión del cristianismo en el mundo, que se distingue de todas las formas de propaganda cultural o religiosa.

El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos ha expresado estas consideraciones en la homilía de la misa celebrada en la catedral de Hiroshima el miércoles 20 de septiembre, el cuarto día de su visita a Japón.

Durante la homilía, el cardenal se ha referido también a la experiencia de los mártires coreanos Andrea Kim Taegon, Paolo Chong Hasang y de sus compañeros del martirio, en el día de su memoria litúrgica.

«La historia de la evangelización en Corea», ha recordado el cardenal del dicasterio misionero, «nos recuerda que algunos eruditos confucianos, fascinados por la verdad del Evangelio, comenzaron a estudiar la doctrina católica y los textos bíblicos al encontrarlos extraordinarios; luego enviaron a uno de ellos a Pekín para que lo bautizaran. Volviendo a su patria, este primer bautizado, que más tarde también seria mártir, bautizó a los demás miembros del grupo, dando así vida a la Iglesia coreana, sin ninguna contribución procedente del extranjero».

Después de este feliz comienzo la historia de la Iglesia Católica en Corea «se vio bañada por la sangre de innumerables mártires», ha agregado el purpurado.

«En esta querida tierra de Japón, muchos dieron su testimonio como mártires. Como Jesús fueron víctimas del odio y de la injusticia, los mártires de este país fueron víctimas del odio sin causa alguna», ha continuado el cardenal Filoni. «En suelo japonés, el primer anuncio del Evangelio fue contrarrestado y desencadenó la persecución porque se consideraba subversivo para con el entonces estado social establecido».

Tal vez hoy -ha añadido el cardenal, refiriéndose a la situación actual- hay otros impedimentos no menos graves: «la mentalidad secular, el hedonismo, la indiferencia, la idolatría del bienestar y del dinero, el sentido de nuestra vida que nos han robado». Y aún hoy «anunciar la Buena Nueva es una obra de caridad muy elevada, y aquellos que acogen con beneplácito el mensaje del Evangelio son siempre motivo de gozo y acción de gracias al Señor».

(RD/Fides)

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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