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Reig: «El laicismo se deja sentir, cada vez más, en España»

RD, Sábado, 25 de abril 2009

Juan Antonio Reig ya es el nuevo obispo de Alcalá de Henares. En una multitudinaria celebración, seguida por varios miles de fieles, el prelado ha recibido el báculo de manos del Nuncio de Su Santidad, Manuel Monteiro de Castro. 33 obispos y más de 200 sacerdotes han acompañado a Reig, que en su primera homilía ha pedido a su nueva feligresía que orara por él "para que pueda ser testigo fiel de la locura de la Cruz".

La ceremonia arrancó a las doce del mediodía. Momentos antes, el prelado ha peregrinado por las calles de Alcalá hasta la puerta de la catedral Magistral. En ese momento, las campanas han tocado a júbilo. Reig Plá ha tenido ocasión de dirigirse a postrarse ante los patronos de Alcalá, los Santos Niños Justo y Pastor y la Virgen del Val.

Durante la celebración, Monteiro de Castro ha mostrado su apoyo al obispo, que "cuenta con mi apoyo y admiración". El Nuncio ha sido designado por la Santa Sede como responsable pastoral de las actuaciones en la Universidad Católica de Murcia (Ucam). Y es que el conflicto con el centro ha sido una de las causas de la marcha de Reig Plá, quien no obstante estuvo acompañado por varios cientos de fieles de la diócesis de Cartagena-Murcia

Durante su homilía, el nuevo obispo de Alcalá ha tenido duras palabras contra "el laicismo, que se deja sentir, cada vez más, en España", y ha apostado por "la necesidad de vivir, en estos momentos, una cultura que esté marcada por un solo nombre, el de Dios". Reig también ha pedido a los presentes que oren por él para sobrellevar la labor que, a partir de ahora, llevará a cabo.

"La muerte de Dios supone la muerte del hombre", afirmó el obispo, quien también se refirió en su homilía a la próxima celebración de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en 2011 y en la que las diócesis de la Comunidad de Madrid (Madrid, Getafe y Alcalá) tendrán mucho trabajo por hacer.

A la solemne ceremonia, ha asistido una nutrida representación de la Iglesia en España: un total de 33 Obispos, encabezados por el Sr. Nuncio Apostólico, Manuel Monteiro de Castro, representante del Papa en nuestro país. Ha sido el Nuncio quien, durante la Eucaristía, ha dado posesión de la Diócesis a Monseñor Reig Pla. También, han asistido dos cardenales: el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y el Cardenal y Arzobispo emérito de Valencia, Agustín García Gasco.

Ha destacado la presencia del anterior Obispo de Alcalá, Mons. Jesús Catalá Ibáñez, hoy Obispo de Málaga, el Arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, el Arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, el Arzobispo Electo de Toledo y Administrador Apostólico de Valladolid, Braulio Rodríguez, el Arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, el Arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, el Arzobispo Castrense, Juan del Río, el Arzobispo Coadjutor de Sevilla y Administrador Apostólico de Córdoba, Juan José Asenjo, así como los dos Obispos Auxiliares de Madrid, Fidel Herráez y Juan Antonio Martínez Camino.

Han completado la asistencia los Obispos de Sigüenza-Guadalajara, Getafe, Huelva, Vitoria, León, Mallorca, Lérida, Ibiza, Plasencia, Palencia, Zamora, Burgo de Osma y los Obispos Auxiliares de Valencia, Toledo y Bilbao.

Reig Pla, de 61 años, fue anteriormente obispo de Segorbe - Castellón y de Cartagena, diócesis que de la que fue relevado tras cuatro años en los que destacó sobre todo la dura polémica que mantuvo con la Universidad Católica de Murcia a propósito de su titularidad. Juan Antonio Reig Pla es además, desde 1999, presidente de la subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal, dentro de la que también es integrante de la comisión para la Doctrina de la Fe.

Al margen de los asuntos doctrinales, la llegada de Reig Pla se espera en Alcalá de Henares como una posibilidad de mayor entendimiento entre el Obispado y las administraciones públicas, sobre todo en los temas referentes a conservación del patrimonio histórico y artístico.

Durante el mandato del anterior obispo, Jesús Catalá, se derrumbó la única puerta medieval de la muralla complutense, de propiedad eclesiástica. Además, a día de hoy hay numerosos templos y edificios de la Iglesia pendientes de rehabilitación y restauración.