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Los obispos preparan la condena del teólogo Andrés Torres Queiruga

RD, Miércoles, 10 de junio 2009

Es uno de los teólogos más respetados y de mayor prestigio dentro y fuera de España. Con una obra de envergadura, que ha servido de alimento espiritual a varias generaciones de creyentes. Pero parece que ni el prestigio ni la seriedad de su obra van a salvar al teólogo gallego, Andrés Torres Queiruga, del celo inquisitorial de la comisión episcopal para la Doctrina de la Fe, que preside el arzobispo de Granada, Javier Martínez.

Según ha podido saber Religiondigital de fuentes de Añastro, sede del episcopado, el secretario de la comisión de la Conferencia episcopal que vigila la ortodoxia en España, José Rico Pavés, tiene ya preparado el informe en el que se intenta justificar la condena de la obra del teólogo gallego. Y según dicen las citadas fuentes, “el decreto condenatorio podría publicarse ya la próxima semana”.

Desde su casa de Santiago de Compostela donde vive, Torres Queiruga se muestra francamente sorprendido: “No sé nada, y me extraña mucho, porque nadie ha hablado conmigo. No ha habido diálogo de ningún tipo sobre cuestiones que merezcan ser aclaradas o discutidas. Por otra parte, mi teología es siempre positiva: no sólo es dialogante y nunca agresiva, sino que jamás he cuestionado la interpretación tradicional de alguna verdad de la fe, esforzándome al mismo tiempo por buscar una alternativa constructiva y actualizada”.

El teólogo gallego confiesa que una de sus preocupaciones es “precisamente mantener siempre clara la distinción entre lo que es la experiencia de la fe y su interpretación teológica y por lo tanto discutible; y creo poder afirmar que no hay en toda mi obra tesis alguna que no quepa dentro de un legítimo pluralismo teológico. Tengo además la suerte de estar en contacto, personal y epistolar, con personas de todas las edades y procedencias, que me aseguran que mi teología las anima a comprender y vivir su fe”.

De ahí que no entienda su eventual condena:“De verdad que no sólo me resultaría muy ajeno al más elemental sentido democrático, sino totalmente contrario al Evangelio cuestionar la fe y emitir un juicio condenatorio de un teólogo sin escucharlo previamente. Sinceramente, me cuesta mucho creer que pueda darse un procedimiento de este género. Y la verdad es que, siendo tantos los problemas que hoy tiene la fe, tanto en su vivencia como en el diálogo con la cultura, me asombraría que, en lugar de ánimo y de apoyo, lo que recibiese fuese una condena. En todo caso, puedo asegurar que yo no he recibido ninguna noticia al respecto”.

Tranquilo y sereno a pesar de todo, Queiruga sabe que ni Roma toma decisiones de este tipo sin hablar antes con el interesado. Y que, por lo tanto, si la Conferencia episcopal lo hiciese, se estaría desautorizando a sí misma. Además, en el seno del propio episcopado hay división de opiniones y la mayoría de los prelados no comparte la deriva “excesivamente estrecha y dogmática” de la congregación española para la Doctrina de la Fe.

Ajeno a estos dimes y diretes, el teólogo gallego está preparando sus maletas precisamente para asistir a la reunión que los teólogos de la revista “Concilium” van a celebrar esta misma semana en Chicago. El pensador gallego es de los pocos españoles que pertenece a este prestigioso grupo que ha marcado y sigue creando escuela en la más alta teología de la Iglesia católica.

Nacido en Aguiño-Ribeira en 1940, Torres Queiruga es doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, licenciado en Filosofía por la de Comillas y doctor por la de Santiago; miembro numerario de la Real Academia Galega, del Consello da Cultura Galega, y autor de numerosas obras traducidas al portugués, alemán, inglés e italiano. Coordinó la traducción gallega del Misal y de la Biblia.

En la actualidad es profesor de Filosofía de la Religión en la Universidad de Santiago. Es también cofundador de “Encrucillada. Revista Galega de Pensamento Cristián”, que dirigió durante 30 años, y miembro de los consejos de redacción de “Iglesia Viva”, “Revista Portuguesa de Filosofía” y “Concilium”. Consiguió el Premio de la Crítica de Ensayo en 1977 y 1985, el Premio de Investigación Losada Diéguez en 1996 y el Premio Trasalba (Otero Pedrayo) en el año 2003. Además, fue nombrado “gallego egregio” en 1994.
Gallego de nacimiento y de opción, habla, piensa, escribe y dice misa en gallego. Sus obras, traducidas, ejercen una gran influencia en el mundo católico, especialmente en Latinoamérica.

Los expertos consideran que Torres Queiruga es un teólogo serio y profundo y un pensador católico que quiere elaborar algo así como una teología que tenga críticamente en cuenta los avances irreversibles de la cultura moderna. O dicho de otra forma, una teología puesta al día y en diálogo con la sociedad y con el hombre de hoy. Como dice la escritora Feli Alonso, “su dedicación intelectual a la teología de búsqueda surge al sentir la necesidad imperiosa de hacer inteligible el cristianismo hoy en día, lastrado por unos conceptos interpretativos que han ido enmudeciendo y enmoheciendo con el tiempo”.

Entre su abundante bibliografía cabe destacar: “Recuperar la salvación”, “Constitución y evolución del Dogma”, “La revelación divina en la realización humana”, “Creo en Dios Padre: el Dios de Jesús como afirmación plena del hombre”, “La constitución moderna de la razón religiosa”, “¿Qué queremos decir cuando decimos infierno?”, “Repensar la Cristología”, “Del Terror de Isaac al Abbá de Jesús”, “Recuperar la creación”, “El problema de Dios en la modernidad”, “Fin del cristianismo premoderno”, “Esperanza a pesar del mal” o “Repensar la resurrección”. Actualmente trabaja en una monografía sobre el problema del mal.