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Losantos y la crisis hunden la “X” de la Iglesia Católica

RD, Viernes, 12 de junio 2009
La crisis también golpea, y de qué modo, a las arcas de la Iglesia católica. Frente a lo que pudiera parecer habida cuenta de los resultados del pasado ejercicio, fuentes de la Agencia Tributaria han constatado un “alarmante descenso” en el número de contribuyentes que están marcando la “X” en la casilla de la Iglesia en la presente declaración de la Renta, cuando restan tres semanas para el cierre de la campaña. Desde el interior de la Casa de la Iglesia se mantiene un escrupuloso silencio, pero se apuntan dos razones para el previsible descenso: la crisis económica, y el “factor Losantos”.

Aunque aún restan veinte días para que finalice la campaña de la Renta de 2008, y muchas declaraciones todavía no se han entregado, los “fontaneros” de la Agencia Tributaria ya disponen de datos para hacer un balance, si bien provisional, de cómo marcha la campaña. Y el resultado no es bueno para los objetivos de la Iglesia. Contando con el grueso de declaraciones, la mayoría a devolver, se ha comprobado una “importante caída” en lo referente a la asignación a la Iglesia católica. Curiosamente, este dato no parece afectar a las ONG, que con los datos actuales parecen haber crecido incluso algo más que el pasado ejercicio fiscal.

Aunque oficialmente no se hará valoración alguna al menos hasta noviembre –momento en que la Conferencia Episcopal suele publicar los resultados, a falta de confirmación oficial, de cada ejercicio fiscal-, lo cierto es que en el seno de la Casa de la Iglesia existe una fundada preocupación ante la posibilidad cierta de este descenso. Fuentes de Añastro achacan a dos cuestiones principales este bajón. En primer lugar, el impacto de la crisis económica que, unido al desconocimiento que muchos fieles tienen todavía de qué supone marcar la “X” (no comporta gasto adicional alguno para el contribuyente), está provocando el retraimiento a la hora de señalar la preferencia de otorgar parte de sus impuestos a la Iglesia católica.

El segundo factor, mucho más difícil de valorar, preocupa especialmente en el Episcopado. No es otro que la anunciada marcha de la Cope de Federico Jiménez Losantos. Un mes después de hacerse oficial su salida, han sido muchos los ciudadanos que, desde distintos foros (especialmente radio, internet y televisión), han mostrado públicamente su rechazo a la decisión adoptada por la propiedad de la cadena episcopal, asegurando que, a partir de ahora, no marcarán la casilla de la Iglesia católica. La cosa llegó a tal punto que el propio Losantos tuvo que intervenir (presionado desde Bailén) para pedir a los oyentes de Cope que supieran diferenciar la cadena de la Iglesia. Algo que, por otro lado, la propia jerarquía no ha sabido hacer durante demasiados años.

El poco cuidado de la Conferencia Episcopal por diferenciar la labor de la Iglesia en la sociedad del destino real de los fondos del IRPF ha podido contribuir, en no poca medida, a esta identificación que, si todo va como prevén desde la Agencia Tributaria, podría abrir un importante agujero en las arcas episcopales.

En el pasado año se produjo un fuerte ascenso en el número de “X” a favor de la Iglesia católica. Así, la asignación tributaria ascendió a 241,3 millones de euros, contando con el incremento al 0,7% del porcentaje. Siete millones de declaraciones, y más de ocho millones y medio de ciudadanos marcaron la casilla de la institución.