La fiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte, acusó hoy a la alta jerarquía del Vaticano de no cooperar con el TPIY y de encubrir el paradero de Ante Gotovina, general croata buscado por crímenes de guerra, en una entrevista que publica el diario británico 'The Daily Telegraph'.

"Tengo información de que está escondido en un monasterio franciscano, osea que la Iglesia Católica le está protegiendo. He llevado esto al Vaticano y el Vaticano rechaza de plano cooperar con nosotros", dice Del Ponte.

La fiscal relata que se reunió con el secretario para las relaciones con los Estados del Vaticano ('ministro de Exteriores'), monseñor Giovanni Lajolo, y que éste le replicó que el Vaticano no es un Estado y que como tal no tiene "ninguna obligación internacional" de cooperar con la ONU en la búsqueda de criminales de guerra. Le dijo además, siempre según la fiscal, que el Vaticano no tiene servicio de Inteligencia.

"No me lo creo. Creo que la Iglesia Católica tiene los servicios de Inteligencia más avanzados", agrega Del Ponte. Según su relato, monseñor Lajolo le dijo además que la Santa Sede no tiene autoridad directa sobre los obispos individuales y le preguntó en qué monasterio concreto está escondido Gotovina. "Le dije que si lo supiera no estaría en Roma", fue su respuesta.

Ante Gotovina está huido desde finales de 2001 y está acusado de supervisar y permitir el asesinato de al menos 150 civiles serbios y la deportación forzosa de entre 150.000 y 200.000, durante la campaña de 1995 para retomar el control de la Krajina, región serbia de Croacia.

La entrega de Gotovina, que muchos croatas consideran aún un héroe nacional, es además el único escollo pendiente para que Zagreb empiece sus negociaciones de adhesión a la UE. Los Veinticinco decidieron el pasado marzo posponer 'sine die' la apertura de la negociación ante la falta de avances en el caso.