Un sacerdote italiano acusado de «abusar de la credulidad del pueblo» debe aportar ante un juzgado pruebas de que Cristo fue un personaje real

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Un juez ordena a un cura que demuestre que Jesús existió

RD, Miércoles, 4 de enero 2006

Cuenta Richard Owen en El Mundo que un juez italiano ha dispuesto que un sacerdote comparezca este mes ante un tribunal para demostrar la existencia de Jesús de Nazaret. En la ciudad de Viterbo, al norte de Roma, Luigi Cascioli, un ingeniero agrónomo jubilado que estudió para cura pero que luego se convirtió en ateo militante, tiene presentada ante los juzgados una querella contra el padre Enrico Righi.

Cascioli, autor de un libro titulado La fábula de Cristo, interpuso la querella contra el padre Righi hace tres años a raíz de que el sacerdote denunciara a Luigi Cascioli en la hoja parroquial por poner en duda la existencia histórica de Jesucristo.

El pasado lunes, Gaetano Mautone, un juez de Viterbo, acordó fijar para finales de este mes la celebración de una audiencia preliminar y ordenó la comparecencia del padre Righi.

El juez había rechazado en un principio hacerse cargo del caso, pero en el mes pasado su objeción fue desestimada por un tribunal de apelación, que sentenció que Cascioli tenía argumentos razonables para sostener su acusación de que el padre Righi estaba incurriendo en un «abuso de la credulidad del pueblo».

La posición de Luigi Cascioli es que no hay pruebas evidentes de que Jesús viviera y muriera en la Palestina del siglo I más allá de lo que se cuenta en los evangelios, que los cristianos aceptan como materia de fe.

La campaña unipersonal de este jubilado ateo alcanzó su punto culminante en una audiencia celebrada ante un tribunal en el pasado mes de abril, cuando presentó una acusación de «abuso de la credulidad del pueblo» y otra de «suplantación de la personalidad», que por sí solas constituyen ambas sendos delitos con arreglo al código penal italiano.

Sostuvo Luigi Cascioli que todas las afirmaciones de la existencia de Jesucristo que se encuentran en fuentes distintas de la Biblia proceden de autores que vivieron «tiempo después de ese Jesucristo hipotético» y que no pueden considerarse por tanto testigos fiables.

Cascioli mantiene que los cristianos primitivos confundieron a Jesús con un tal Juan de Gamala, un judío que se levantó contra los romanos en la Palestina del siglo I. Los historiadores romanos Tácito (que vivió entre los años 55 y 120 de nuestra era) y Suetonio mencionan a un tal «Cristo» o «Cresto» en sus Anales, pero escribieron «mucho tiempo después de que viviera ese supuesto Jesús» y estaban dando crédito a meros rumores.

El padre Righi afirmó que había testimonios más que sobrados de la existencia de Jesús de Nazaret tanto en textos religiosos como seculares y que, en cualquier caso, millones de personas habían creído en Cristo tanto en su condición de hombre como en la de hijo de Dios a lo largo de 2.000 años. «Si Cascioli no ve el sol en el cielo a mediodía, no puede ponerme un pleito porque yo sí lo vea y él, no», ha concluido el padre Righi.

Luigi Cascioli ha anunciado que estaría dispuesto a retirar la querella si el padre Righi se presentara con pruebas irrefutables de la existencia de Jesucristo en la audiencia de finales de este mes. El Vaticano no ha querido hacer declaraciones al respecto hasta este momento.

Entre las evidencias que parecen demostrar históricamente la existencia de Jesús estaría la aportación de otras religiones como la musulmana, para quien Cristo fue un gran profeta; o incluso la judía, ya que muchos estudiosos consideran su figura como un joven rabino que popularizó algunas creencias de muchos judíos liberales. Sin embargo, ni musulmanes ni hebreos creen que Jesús es el Mesías ni el Hijo de Dios.