El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ha denunciado en una carta pastoral el surgimiento de una 'cultura antifamiliar' que provoca un vacío humano y espiritual en las vidas de los niños y de los jóvenes.

La carta, titulada 'Familia y escuela en diálogo educativo', y hecha pública en relación con la Jornada Diocesana de Enseñanza que se realizará el próximo día 11, se centra en el análisis de la situación hoy de la educación y la familia en España, desde la óptica de la Iglesia católica, y en el debate parlamentario de la Ley Orgánica de Educación (LOE).

Rouco, ante 'los cambios que están experimentando estas dos realidades -familia y educación- tan fundamentales para la sociedad y para la Iglesia', y 'el auge que están tomando otras instancias sociales 'a la hora de conformar los valores de las nuevas generaciones', dice que no debe olvidarse a la familia.

Y afirma que ésta 'sigue teniendo una misión insustituible en la educación de los hijos', en cuanto 'comunidad de vida fundada en el amor fiel del hombre y la mujer'.

Por ello, dice Rouco, 'el surgimiento de una cultura antifamiliar, que intenta imponerse en las convicciones y en las costumbres sociales, provoca un vacío humano y espiritual en las vidas de los más indefensos, de los niños y de los jóvenes, que se puede pretender llenar desde el poder con el objetivo del dominio y manipulación personal y comunitaria del hombre en contra de su conciencia libre y de su relación con Dios'.

Ante la nueva Ley de Educación, el cardenal y arzobispo de Madrid señala que 'tenemos motivos para estar preocupados', y como motivos de esta preocupación cita la libertad de enseñanza, la posibilidad de los padres de elegir el modelo educativo y la 'consideración estatalista de la educación al concebirla como servicio público y al introducir en el currículo una nueva asignatura, educación para la ciudadanía'.

Antonio María Rouco denuncia también la 'deficiente presencia de la enseñanza religiosa escolar, que sigue sin alcanzar el estatuto de materia equiparable al resto de las otras asignaturas fundamentales'.

Todas estas razones, explica, 'nos llevan a contestar que el tan ansiado pacto escolar sigue siendo más un deseo que una realidad alcanzable en un plazo previsible'.

'Difícilmente se va a conseguir así la necesaria estabilidad del sistema educativo, sometido a los vaivenes de la alternancia política; estabilidad, por lo demás, indispensable para adoptar las medidas efectivas que permitan acabar con el elevado porcentaje de fracaso escolar y lograr una mejora de la calidad educativa en todo el sistema escolar', añade el cardenal.