Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo

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"La obra de Leo Bassi es un espectáculo blasfemo, anticristiano, un verdadero insulto a la Iglesia"

RD, Jueves, 25 de mayo 2006

El arzobispo de Toledo ha calificado la obra de Leo Bassi "Revelación", que se representará la próxima semana en Toledo, de "espectáculo blasfemo, anticristiano, un verdadero insulto a la Iglesia" al tiempo que ha pedido respeto a las convicciones religiosas. El cardenal Antonio Cañizares ha criticado, además, que la representación tendrá lugar en un centro educativo, que no puede ser utilizado para ese cometido.

Durante su homilía en la misa del domingo en la catedral primada para clausurar el I Congreso Diocesano de Hermandades y Cofradías que se ha desarrollado desde el viernes pasado, monseñor Cañizares explicó que la Escuela de Arte de Toledo no puede utilizarse para la representación de la obra de Bassi. Se trata de un centro educativo, dijo el arzobispo, patrocinado por entidades con las que los ciudadanos colaboran con sus propios ingresos. "Esto es un atentado contra la libertad religiosa, una vulneración de derechos fundamentales, es conculcar un estado de derecho", aseguró monseñor Cañizares.

El espectáculo "Revelación" de Leo Bassi, que pasó por Madrid con polémica y con la detención de un hombre cuando llevaba un artefacto explosivo en el teatro Alfil, donde se representaba la obra, está programado para el próximo 18 de marzo en la Escuela de Arte de Toledo, dentro del Festival de Teatro Independiente T+T.

Laicismo con ofensas a la religión católica


En "Revelación", el humorista italiano, creador de unos espectáculos que se caracterizan por sus provocadoras críticas sociales o políticas, se sumerge en la contradicción de que en un mundo como el de hoy, tan avanzado científica y técnicamente, proliferen las sectas, los fundamentalismos religiosos y el oscurantismo. Leo Bassi se disfraza de papa, de telepredicador o de fundamentalista en "Revelación", un espectáculo en el que invoca a filósofos y científicos de todos los tiempos, desde Descartes a Einstein, y en el que, entre otras parodias y números, llega a consagrar un preservativo. Es un "homenaje al laicismo", según el autor, pero que incluye ofensas a la religión católica.    

Durante su homilía, el arzobispo de Toledo dijo que el cristianismo respeta las demás creencias, por eso "exigimos el mismo respeto a nuestras propias convicciones" porque sin el respeto a lo que "es más santo para nosotros no hay paz" y se está socavando una sociedad en paz. La libertad de opinión, según el arzobispo de Toledo primado de España, tiene sus límites en que no debe destruir el honor ni la dignidad del otro, "no es libertad para la mentira ni para la destrucción de los derechos humanos ni para conculcar el derecho a la libertad religiosa".