Y en Aragón arrecia la polémica

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El obispo de Lérida recurre a la Rota

RD, Martes, 17 de octubre 2006

La polémica sobre la devolución de los bienes religiosos de las parroquias de la zona oriental de Aragón depositados en el Museo de Lérida ha arreciado esta semana tras la decisión del obispo ilerdense, Francisco Javier Ciuraneta, de recurrir al Tribunal de la Rota para dilatar el proceso.

Ciuraneta anunció el sábado 14 de octubre, que el Obispado de Lérida había presentado hacía 15 días ante el Alto Tribunal de la Rota un recurso para insistir en su reclamación de propiedad de las 113 piezas de arte sacro que permanecen en el Museo Diocesano de Lérida pero que una sentencia de hace un año de la Congregación de Obispos -máximo órgano judicial vaticano- estableció que debían ser devueltos a la Diócesis de Barbastro-Monzón.

Este anuncio ha causado gran revuelo en Aragón, donde se apuesta por la 'unidad de acción' y donde hoy mismo el presidente del PP-Aragón, Gustavo Alcalde, ha propuesto la celebración en Zaragoza de una gran manifestación para exigir la devolución de las obras de arte.

El líder de los populares quiere explicar esta propuesta a los presidentes o secretarios generales de los partidos (PSOE, CHA, PAR e IU) en una reunión que les ha solicitado a cada uno de ellos en sendas cartas remitidas ayer.

Alcalde carga las tintas, especialmente, contra el titular de la Diócesis de Lérida, de quien asegura que le sorprende sobremanera su actuación y cómo 'desafía y niega la autoridad de Roma' y al que critica que ejerza 'de ariete y de punta de lanza de los intereses nacionalistas catalanes'.

Insiste en que Aragón 'debe movilizarse' para reclamar 'ni más ni menos que su dignidad', porque el asunto de los bienes religiosos 'supera de largo' el propio valor patrimonial de las piezas.

También el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, ha hecho hoy un llamamiento a la unidad en la reclamación ante las 'maniobras dilatorias' de Ciuraneta y, en este sentido, el PSOE 'está dispuesto a participar en lo que acuerden' las formaciones políticas, los alcaldes y el obispo de Barbastro, lo que supone que no descarta 'movilizaciones ni manifestaciones'.

El portavoz de CHA en las Cortes de Aragón, Chesús Bernal, calificó por su parte de 'cachondeo' la posición del Vaticano porque 'unos dicen una cosa y sus súbditos (en alusión al obispo de Lérida) hacen lo que les da la gana y nadie les para los pies en el ámbito de sus propias competencias como Estado'.

También reiteró la decisión de su formación política de participar en cualquier iniciativa planteada de forma 'unitaria y responsable' a favor de la devolución.

Para el portavoz del PAR, Javier Allué, si el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se hubiera implicado este conflicto 'estaría ya resuelto', porque la intervención del presidente del Gobierno es 'clave' para exigir a 'otro Estado', el Vaticano, que haga cumplir sus propias resoluciones.

En todo caso, apuntó que la solución estaría en que la Iglesia cesara a uno de sus funcionarios (el obispo Francisco Javier Ciuraneta) 'que incumple un voto de obediencia que tiene obligación de cumplir', y que colocara en su lugar a una persona 'que facilitara la decisión'.

Sobre la propuesta de manifestación, Allué dijo que el PAR está dispuesto a 'hacer lo que sea' para solucionar éste y otros asuntos.

El coordinador general de IU-Aragón, Adolfo Barrena, afirmó que no comparte el 'intento oportunista y electoralista de desviar la responsabilidad de quien realmente la tiene', es decir, el obispo Ciuraneta, y añadió que IU no participará en una manifestación contra las instituciones catalanas pero sí si en ella se reclama la ruptura del Concordato, que se deje de financiar a la Iglesia y se exige a los miembros del clero que cumplan las leyes del Estado de Derecho.

Además, la Comisión de Alcaldes de la Zona Oriental de Aragón, ha criticado la 'total insumisión' de Ciuraneta a las resoluciones del Vaticano que le ordenan devolver las piezas en litigio y ha mostrado su preocupación por la 'fractura social' que podría producirse entre las comunidades de Aragón y Cataluña a causa de un conflicto que corresponde al ámbito eclesial.