Los vecinos acusan al sacerdote de dar el "cambiazo" a un cruz

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La mujer que sustituye al cura

RD, Jueves, 2 de noviembre 2006

Una mujer, Dora Antón, una "persona corriente, pero que tiene fe", sustituye cada domingo desde hace medio año en la iglesia de Moscas del Páramo (León) al párroco, después de que éste se negara a oficiar la eucaristía a raíz de una denuncia por el supuesto cambiazo de una cruz.

El sacerdote ofició misa en esta localidad del municipio de Roperuelos del Páramo por última vez el día 22 de abril, cuando se celebró la fiesta de Pasquilla, en la que los vecinos se negaron a sacar en procesión la cruz tras sospechar que "la de plata había sido sustituida por una de hojalata", explicó Dora Antón.

Desde entonces, esta mujer, los domingos a las doce, en lugar de oficiar la eucaristía guía el rezo del rosario, mientras que en "días señalados", como el de ayer, Día de los Santos, hizo lo propio pero en el cementerio.

"De momento, el Obispado de Astorga no piensa enviar a ningún sacerdote, por lo que seguiré cada domingo rezando el rosario y si no puedo, vendrá otra en mi lugar", explicó.

La polémica surgió cuando el pasado abril algunos vecinos del pueblo, entre ellos la propia Dora Antón, presentaron una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil e Alija del Infantado por el supuesto cambiazo de una cruz de plata por otra de hojalata.

Denuncia por el 'cambiazo' de la cruz

Otra de las denunciantes, Elena Astorga, explicó que "queríamos que se investigara el asunto, no denunciábamos directamente al cura, sino que notificamos que la cruz no era la misma y a él le pedimos explicaciones por ello".

Después de presentar la denuncia, les citaron en el juzgado, donde les informaron de que si querían proseguir con la demanda deberían coger un abogado, explicó Elena Astorga. "El pueblo empezó a decir que si teníamos que gastar dinero...y, aunque no retiramos la denuncia, lo dejamos ahí", afirmó.

Sin embargo, el párroco "se marchó cabreado, porque le pedíamos una explicación de por qué faltaba la cruz, ya que creemos que no era la de antes; se marchó sin dar ningún tipo de explicación, diciendo que le atacábamos", señaló.

Ante esta situación, uno de los concejales de Roperuelos del Páramo, Maximiliano Pachón, hizo de mediador con el Obispado de Astorga y mantuvo un encuentro con el vicario, Marcos Lobato, quien les comunicó que el párroco no regresaría en tanto no retiraran la denuncia y se disculpase el pueblo por este asunto, según dijo el propio edil. "Ellos no piensan hacer lo que piden por lo que de momento no enviarán ningún cura", explicó Pachón.

Los funerales: un gran problema

En Moscas del Páramo viven unas 200 personas que acuden cada domingo a la iglesia a escuchar a Dora Antón. "Si quiereshay hasta más gente que antes en misa", dijo esta mujer, de 58 años y casada, quien se siente "a gusto haciendo algo por el pueblo".

Desde que surgió la polémica, hubo dos funerales y en uno de ellos "tuvimos suerte porque el difunto tenía un familiar que era cura", mientras que, en el segundo, se trataba de un anciano que vivía en la residencia de Mensajeros de la Paz y enviaron a un sacerdote.

En este segundo caso, se había pedido al Obispado de Astorga que enviara un sacerdote y no se había negado, pero "finalmente no hizo falta porque trajeron uno de la residencia", según explicó Elena Astorga. Astorga confirmó que el pueblo "no piensa pedir perdón al párroco, porque solo faltaría eso; como dice la canción, antes muerta que sencilla".