Ratzinger será Benedicto XVI

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El ala derecha del Espíritu Santo

Agencias / PD, Miércoles, 20 de abril 2005

"Habemus Papam", anunció el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, primer cardenal de los diáconos. "Cardenal Joseph Ratzinger". El nombre escogido para suceder a Juan Pablo II: "Benidicto XVI".

A la cuarta fue la vencida.  Tras tres votaciones infructuosas, los 115 cardenales electores eligieron a un nuevo Papa de 78 años.

En sus primeras palabras dirigidas a los católicos que se habían reunido en la Plaza de San Pedro de El Vaticano, Benedicto XVI, el Papa número 265 de la historia de la Iglesia, se declaró "un simple y humilde trabajador en la viña del Señor".

Nadie, ni dentro ni fuera de la Iglesia católica, daba grandes probabilidades a que se eligiese un papa que encarnase el regreso al aperturismo del concilio Vaticano II.

Pero los sectores progresistas confiaban en que, concretamente, el designado no tuviese el perfil de Joseph Ratzinger, candidato predilecto de los ambientes más conservadores. Ahora deberemos esperar y ver si este papa mantiene o no la misma rigidez que cuando ejercía de guardián de la doctrina de la fe y de las antiguas costumbres.
 



La elección del nuevo Papa se ha producido en el segundo día de cónclave, como sucedió en el que fue elegido Pío XII, hasta ahora el más breve celebrado en las últimas décadas.

Poco antes de las 16.00 hora local (14.00 GMT), la fumata blanca anunciaba que los 115 cardenales reunidos en el cónclave habían llegado a un acuerdo para elegir el sucesor de Juan Pablo II, muerto el sábado 2 de abril.

Minutos más tarde las campanas de El Vaticano confirmaban la elección del nuevo Papa, aunque el suspense acerca de su nombre se mantuvo aún hasta que apareció en el balcón de la Plaza de San Pedro el primer cardenal de los diáconos (el Protodiácono), el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, y declaró el consabido: "Habemus Papam".

A continuación, el Pontífice, con el rostro emocionado y cansado, salió al balcón y dijo que le consolaba saber que Dios "sabe trabajar".

Benedicto XVI anunció que actuará con "instrumentos suficientes" para que pueda llevar adelante su Pontificado y añadió: "y sobre todo confío en vuestras plegarias".

Luego tuvo un recuerdo para su antecesor, Juan Pablo II, del que fue durante años su brazo derecho. 

Antes del breve cónclave, los cardenales debatían entre dos posturas. Una representaba la apertura al diálogo con la modernidad en las costumbres y a aceptar el pluralismo dentro de la Iglesia. Eso suponía atender las inquietudes de los fieles de las sociedades desarrolladas, que rechazan determinadas doctrinas y que, paulatinamente, se alejan de la Iglesia pese a no perder sus creencias básicas.

Enfrente se hallaban los que pedían más firmeza doctrinal ante lo que consideran un exceso de indiferencia y relativismo, aun a riesgo de que la Iglesia se reduzca a una minoría de convencidos. Ha ganado esto segundo, lo que el obispo catalán Pere Casaldàliga consideraba que era "el ala derecha del Espíritu Santo" mientras él mismo, defensor de la teología de la liberación, formaba parte, siguiendo este juego de palabras, de la otra.

El primer encuentro de Benedicto XVI con los romanos, del que pasa a ser su Obispo, duró pocos minutos, aunque fueron suficientes para que los católicos presentes en la Plaza de San Pedro lo aclamaran como "Benedicto, Benedicto".

{pag}Antes de abandonar el balcón impartió la bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y al mundo entero.

Inmediatamente después de conocerse la elección de Ratzinger, el mundo católico comenzó a celebrarlo y las campanas de las iglesias de muchas ciudades y países, como Jerusalén y Cuba, empezaron a repicar durante unos minutos para anunciar la noticia.{ladillo}Perfil{/ladillo}Ratzinger es el prelado alemán que representa la línea más dogmática de la Iglesia, con unas ideas que a menudo chocan con las corrientes liberales de su país de origen, donde se le ha llegado a acusar de inquisitorio.

El nombre de Ratzinger ha aparecido en todas las polémicas dentro de la Iglesia católica para frenar los intentos de reforma de sus colegas considerados más progresistas.

En Alemania, por ejemplo, su nombre va ligado al pulso que mantuvo el cardenal Karl Lehmann, presidente de la Conferencia Episcopal alemana, en torno al debate sobre el aborto.

"Ir contracorriente y resistir a los ídolos de la sociedad contemporánea forma parte de la misión de la Iglesia", es una de sus máximas y en las meditaciones del último Viernes Santo consideró que el hombre actual no cree en nada y se deja arrastrar por un nuevo paganismo.

Ratzinger, nacido en la bávara Marktl, en la diócesis de Passau, en una familia tradicional de campesinos, participó como soldado del ejército alemán en los últimos meses de la II Guerra Mundial.

Entre 1946 y 1951 estudió filosofía y teología en la universidad de Múnich y en 1951 fue ordenado sacerdote.

A partir de su doctorado en 1953 asumió en distintas ciudades alemanas las respectivas cátedras de teología, centrando su enseñanza en el dogma y la teología fundamental.

Ratzinger era decano del consejo cardenalicio y prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio).

{ladillo}La elección del nombre{/ladillo}Pocos esperan sorpresas de quien hizo una homilía tan fundamentalista como la de anteayer, en la misa de apertura del cónclave. Pero tampoco se pueden descartar gestos llamativos suyos.

El primero ha sido la elección de nombre: el último papa que se llamó Benedicto renovó formalmente las condenas del modernismo hechas por su antecesor --el reaccionario Pío X--, pero en la práctica acabó con la caza de brujas de eclesiásticos liberales, animó la participación de los cristianos en la política y se mostró antibelicista, sin distinguir bandos, en la Gran Guerra.

Dada su edad, 78 años, algunos ven en Ratzinger un hombre de transición antes de que empiecen verdaderos replanteamientos en la Iglesia. Pero otros temen un recrudecimiento del invierno ideológico que ha existido debajo de la espectacular afabilidad de Wojtyla. En cualquier caso, cabe temer que de momento seguirán muriendo de sida miles y miles de creyentes del Tercer Mundo que obedezcan la consigna de que Dios prohíbe el preservativo.
{ladillo}24 de abril, misa de coronación{/ladillo}
La misa de coronación de Josef Ratzinger como nuevo papa Benedicto XVI será el domingo 24 de abril, a las diez de la mañana, anunció el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls.

En declaraciones a la cadena estatal italiana RAI, Navarro dijo que este miércoles a las 9,00 horas presidirá una misa solemne en la Capilla Sixtina concelebrada con todos los purpurados.

La misa de coronación tendrá lugar en San Pedro y es la entronización formal del nuevo Papa, con la presencia previsible de representantes de numerosos Gobiernos de todo el mundo y de otras confesiones religiosas.

Navarro Valls no avanzó más datos acerca de la próxima agenda del flamante Pontífice y se limitó a enunciar los actos más cercanos.

Respecto al calendario internacional del Papa Ratzinger, el portavoz del Vaticano no aportó información alguna, por considerar que es todavía pronto para fijarlo.

Una de las actividades que Juan Pablo II tenía en previsión era su asistencia a la Jornada Mundial de la Juventud, que este año tendrá lugar en Colonia, Alemania, el país del que es originario Josef Ratzinger.