El sacerdote Rafael Sanz Nieto ha sido condenado a dos años de cárcel por la Audiencia Provincial de Madrid por un delito de abusos sexuales continuados a un niño de 12 años. Además, el tribunal ha impuesto al Arzobispado de Madrid el pago de una indemnización de 30.000 euros como responsable civil subsidiario.

La sentencia, contra la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, declara probado que el acusado, entre 1998 y 2001 ejercía su ministerio sacerdotal, en su condición de secretario de la Vicaria, como apoyo y auxiliar, entre otras, en la parroquia de Santo Domingo Guzmán de esta capital.

 En tal situación entró en relación de amistad con una familia a cuya vivienda acudía con asiduidad para el cuidado de los hijos, formación religiosa y refuerzo en los deberes escolares de uno de ellos, que entonces tenía entre 13 y 14 años.

El texto judicial añade que el imputado, "con afán de satisfacer sus instintos libidinosos, primero en la casa de 1a familia y después en la Vicaría, llevó a cabo tocamientos" en el menor, obligándole a que él igualmente "le tocara, a su vez, sus órganos genitales, hechos que se repitieron en un número de ocasiones no determinado entre finales de 1999 y 2001, utilizando la excusa de que ello era bueno y sano para el desarrollo corporal".

La denuncia fue interpuesta por un grupo de catequistas de la parroquia ante la Fiscalía de Menores y ,según ha informado la Cadena Ser, fueron expulsados de la congregación por las autoridades eclesiásticas como represalia por su desvelar la situación.

El arzobispado admite que conocía la denuncia

El arzobispado de Madrid, cuyo titular es el cardenal Antonio María Rouco Varela, admitió haber tenido constancia de los hechos aunque, al parecer, se limitó a "apartarlo de su labor" y recluirlo en un convento. En la actualidad, y según fuentes eclesiásticas, el sacerdote está jubilado.

El fiscal del caso consideró probado que entre 1998 y 2001 el acusado se aprovechó de la relación que tenía con la familia del menor para abusar de él de forma continuada, tanto en la vivienda de éste como en la vicaría de una iglesia de Madrid, la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en donde el menor colaboraba con las labores eclesiásticas.

Durante su declaración ante el tribunal, el cura negó las acusaciones y aseguró que se limitaba a ayudar ayudaba al menor con sus estudios, ya que mantenía una buena relación con la familia donde, según dijo, le consideraban como un "abuelo" para el niño.

Arzobispado estudia recurrir sentencia en responsabilidad civil

El arzobispado de Madrid estudia recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial que condena a dos años de cßrcel a un cura que abusó sexualmente de un menor, aunque sólo en el aspecto correspondiente a la cuestión de la responsabilidad civil subsidiaria de la indemnización que afecta al arzobispado.

Fuentes oficiales explicaron a EFE que, tras conocer la sentencia, los servicios jurfdicos del arzobispado cuya titularidad ostenta el cardenal Rouco Varela, 'estudian recurrir la parte que afecta directamente al arzobispado, concretamente la que hace referencia al pago de una indemnización por parte del cura condenado a la vfctima', pago de la que la Audiencia hace responsable civil subsidiario al arzobispado.

Las mismas fuentes precisaron que en cuanto a la condena a dos años de cárcel, 'ignoramos si va a ser recurrida, ya que el condenado dispone de abogado propio y desconocemos cual va a ser su decisión'.